viernes, 21 de junio de 2013

¿Qué me llevo?

En cualquier viaje que haga un runner es inevitable que, por inercia,  eche las zapatillas por si acaso. Aunque las posibilidades de correr en un paquete “Egipto Misterioso” , en el crucero “Antártida Desconocida” o en una escapada romántica a una Casa Rural “con encanto”, más que escasas sean nulas, allá que echa las zapatillas. Así, aparte del equipaje, nos llevamos el equipo completo porque con las zapatillas va la ropa “técnica”, el pulsómetro y el resto de parafernalia.

Me imagino que será parecido al acopio de zapatos de gran parte del género femenino, que para ese paquete “Egipto Misterioso” echa las botas de Goretex por si refresca, las sandalias por si hace calor en el crucero “Antártida Desconocida” o los tacones de aguja en aquella escapada romántica a una Casa Rural “con encanto”, ya que todo el mundo sabe que en los Picos de Europa es muy probable que te inviten a la Fiesta del Embajador que ese fin de semana está cazando urogallos. Esto se traduce en no menos de cinco pares de zapatos por fin de semana con sus correspondientes complementos (bolsos y demás). Desconozco la diferencia entre unas “francesitas” o unas manoletinas (probablemente porque con éstas te pones la chaqueta por chicuelinas) o los matices que separan a unas chanclas de unas sandalias o de unas romanas (¿será la harina de freír?). Para mí la diferencia en el calzado se reduce al color (marrón, azul o negro) y si tiene cordones, hebilla o ninguno de los anteriores.

En cuanto a las zapas o son de paseo o son de correr (pisada neutra, horma estrecha, con amortiguación <80 35="" a="" ah="" al="" alto="" apropiado="" art="" convierte="" culos="" de="" del="" dependiente="" deporte="" deportes="" en="" encima="" entretenimiento="" estamos="" f="" hablando="" hablar="" jardiner="" juegos="" junto="" la="" los="" m="" mero="" n="" nada="" ni="" no="" o:p="" p="" para="" pillar="" ponen="" por="" qu="" que="" riesgo="" s="" se="" secci="" tbol="" turno.="" usa="" y="" zapatillas="">

Supongo que con este comportamiento irracional rayando en lo absurdo nos hace sentirnos más a gusto con nosotros mismos, más seguros, más racionales.

Nos gusta correr y, si es por sitios diferentes, mejor. Corriendo se conoce mejor las ciudades y los sitios. Vas lo suficientemente rápido como para ver más en menos tiempo sin perderte nada por el camino. Y vas lo suficientemente lento como para disfrutar de ellos, de sus ruidos, de sus olores. Te puedes meter por cualquier camino, oler el campo, bajar por la vega del Guadalquivir, ir por el Quai d’Orsay al atardecer, subir a la ermita de Hontanares por un espectacular camino en medio de un robledal, correr por la playa de San Lorenzo con marea baja o pasar de Europa a Asia en una ciudad tan única como Estambul. Además te mimetizas con el entorno: no pareces un turista al que clavar salvo que abras la boquita y preguntas alguna gilipollez o te delate tu acento.


Yo, “por si acaso” echaré las zapatillas aunque sepa que no las voy a utilizar, unos zapatos con tacones de aguja y un bolso a juego. Y que viva el transformismo, que nos acercamos a la semana de Orgullo.

10 comentarios:

  1. Pues yo me llevé las zapas hasta en el viaje de luna de miel a Pangkor Laut (Luxury resort en Malasia).
    ¡Y las utilicé! Salí a correr varias veces de punta a punta de la isla. IMPRESIONANTE...

    Esto es lo positivo de tener un partenaire dormilón cuando una es de dormir poco :-)

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    1. luego vuelves diciendo "q me quiten lo bailao". esos amaneceres, esos olores q los megapíxeles no almacenan pero la mente sí.

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  2. Ryanair tendría que hacer una excepción con los corredores y corredoras. En mi ultimo viaje con tanta restricción de equipaje tuve que sacrificar calzado, que ocupa mucho. Por supuesto sacrifiqué el tacón de aguja. Siempre se puede presumir de maratoniana ante el Embajador.

    Deduzco que te vas de vacaciones. Que las disfrutes!

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    1. desde luego, yo tb hubiese sacrificado el tacón de aguja, muy a mi pesar. tengo una bolsa de mahou y accesorios para las zapas cojonuda, sólo a la altura de su cerveza.

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  3. Mete esas bambas en la maleta que seguro te hacen falta. Yo soy mujer y runner así que imaginate como va la maleta.. ;)
    Lo importante es disfrutar y cada uno lo hace como quiere...
    Ya nos contaras como ha ido...

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    1. en Málaga, en varano y con los enanos q madrugan más que el hambre es difícil..

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  4. Esta claro que siempre llevamos equipaje de mas, yo el 1º que parezco una mujer. Las zapatillas siempre las echamos y a veces no hay tiempo, hay vacaciones para "descansar" y hay vacaciones para hacer "turismo", las cuales no me gustan, esas de patearte una ciudad entera, llegas de las vacaciones peor que cuando te fuistes pero... luego nos cascamos x Kilometros y estamos tan felices con nuestro cansancio.
    Paradojas.

    Disfruta de las vacaciones

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    1. desde leugo. entre una maratón y ordenar el trastero me quedo con lo primero :D

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  5. Yo ya no concibo una maleta sin zapas dentro, imposible !!!!

    es que es como que me falta algo :-)

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    1. y ocupan tan poco... como las mallas, la camiseta, el cortavientos, el pulsómetro... je, je...

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