Qué gran día para rodar el
domingo pasado. Nada de frío (para estar en enero), nada de viento y un sol que
animaba a estar en la calle. Ni una sola nube en el cielo y un amago de niebla
que se batía en retirada a eso de las 09:00 hacían que el sol brillase aún más.
Después de tres ó cuatro fines de
semana “malos” parecía que parques y carril-bici iban a petarse como finalmente
ocurrió. Por lo que salí un poco antes para aprovechar.
Solo, con casi todos en la Media
de Getafe, salí a mi ritmo. Con el MP3, y con el objetivo de no pasar de
140ppm, me fui por Villarrosa, Silvano, la Alameda de Osuna, El Capricho y el
Juan Carlos I.
Después de unos días corriendo
por Valdelatas, el perfil descendente y compacto de este recorrido debía
parecerle suave a mi patata, porque si no
no me explicaría que me fuese a 4:54 los siete primeros kilómetros con
unas cómodas 134ppm (FCmáx 162).
¿Qué hacer? ¿Mantener el ritmo
cardiaco?¿la velocidad? No estoy haciendo series como mejorar tanto la
velocidad; tampoco creo que mi ritmo de maratón esté en 5:00. A lo mejor en
5:15…en llano. O, simplemente, que hay días que te sale todo.
Decido meterme en El Capricho, metiendo
cuestas, curvas y cambios de dirección. La velocidad baja (5:20) y el ritmo
cardiaco sube algo (142ppm). Otra vuelta al Capricho, que hay que disfrutarlo
hasta el fin de semana que viene e igual. Seguía todavía en 5:05 y las
pulsaciones seguían controladas en 139ppm. ¡¡Oh!! Que llevo 14 kms, hay que
volver, que no quería hacer medio maratón todavía y si me descuido lo
sobrepaso.
Me vuelvo por el JC1 y se nota ya
movimiento. Hay más gente corriendo y algunos demasiado monos como para
llenarse de polvo del parque los zapatos… ¡¡coño, que este fin de semana era
FITUR!! Quién lo ha visto y quién lo ve… hace unos años había hordas de
patilleros (esos que van a arramplar con todo por la patilla) que petaban el
aparcamiento a las 09:00 y este año había sitio de sobra a las 10:30…y más
tarde también. ¿Seguro que estamos saliendo de la crisis?
Mi vuelta por el JC1 hace que
vaya más rápido. Por instinto acelero progresivamente; clavo los parciales a
4:40-4:45; el inconsciente me juega seguramente una mala pasada porque esos
ritmos eran los habituales en tantas salidas a mediodía. Y la música.
Correr con música, sin duda,
influye en los ritmos. Con una lista de reproducción más bien ecléctica (por no
decir inclasificable), con el único patrón común de que son cañeras o
motivadoras y son las que podemos oír en cualquier carrera. Sin embargo, si te
pones en modo off y te dejas llevar (lo normal en un rodaje) la consecuencia es
que te salen unos ritmos más rápidos de los deseados.
¿Correr con otro tipo de música? ¿Clásica?
No, pero no pondré el “Resistiré” del Dúo Dinámico (soy más del “Resistiré” de
Barón Rojo). ¿New Age? No, yo corro y ésa es música de ascensor. ¿Ligera? Joer,
eso es para las discotecas de Benidorm en Febrero. Me quedan pocas opciones, la
verdad.
¿Próximas carreras? Fuencarral,
en dos semanas. No es precisamente una carrera para hacer marca pero seguro que
no la haré. Los del equipo querían correr una media al ritmo del más lento y
han quedado en que sea ésta; total, mejor que sea en una dura que en otra más
susceptible de ser disputada. Y mejor que sea así, que me conozco; por mucho
que uno diga que “no voy a disputar una carrera” el caso es que casi siempre se
disputa. Qué fáciles que somos, joer. Así de paso disfruto de un paseo por El
Pardo en forma de rodaje. No la he corrido nunca, peor las referencias que
tengo es que es dura (sobre todo al final) y que hace un frío de cojones.