martes, 15 de octubre de 2013

Hayedo de la Pedrosa

El domingo fuimos al Hayedo de La Pedrosa después de que volviese de rodar por Riaza. El cambio de temperatura me pilló con unas mallas piratas (sigo intentando verle la utilidad a algo que se queda a medio camino entre las mallas largas y las cortas), una camiseta de manga larga y otra corta. A 1.100-1.200 metros de altura, con aire del noreste, el cielo encapotado y cuatro grados de temperatura el choque térmico fue cuanto menos llamativo (el jueves corrí con 25ºC).

Fue uno de esos rodajes en los que uno no para de encontrar razones por qué correr: quince kilómetros a un ritmo más que decente (4:55 min/km) entre robledales que empiezan a amarillear,  cruzándome con más vacas que personas (hasta el detritus en forma de mina antipersona tenía su encanto)… alguna liebre suelta y ¡¡un zorro cazando a un pájaro cuando iba a beber en plan “El hombre y la tierra”!!.

Después de apretarme un café (qué bien sienta después de correr) con un buen pan de pueblo mojado en aceite virgen extra sin filtrar de Montemayor (Córdoba) nos fuimos a La Pedrosa, a diez kilómetros de Riaza y bajo la protección del Pico del Lobo, justo en la triple frontera de Segovia, Guadalajara y Madrid.

La Pedrosa forma junto con el Hayedo de Montejo (Madrid), el de La Tejera Negra (Guadalajara) y alguno más entre Castellón y Tarragona, los bosques de hayas más meridionales de la Península, vestigio de las últimas glaciaciones. Han pervivido gracias a su aislamiento y a su localización umbría en zonas montañosas que han podido tener un microclima.

Probablemente el de La Pedrosa sea el menos conocido de los tres. El de la Tejera Negra es el más grande, sí, pero… fue talado a matarrasa en los años sesenta, brotando con posterioridad nuevas hayas qye son las que pueden verse hoy día. En Madrid todo se magnifica y eso hace que el de Montejo sea “lo más de lo más”. Los dos comparten la obligatoriedad de adquirir un pase (gratuito, eso sí) para visitarlos, lo que los convierte en piezas codiciadas de los “yo-estuve-ahí”.

Es muy pequeñito y escarpado, pero se pueden ver ejemplares de cientos de años. Retorcidos, recubiertos de musgo, con un dedo de hojas en el suelo que hacen que se hundan los pies el entorno es precioso. Un sitio idílico por donde pasear (hay que tener buenas piernas, que es muy escarpado), echar fotos, vigilar que los niños no de despeñen muchas veces o las tres cosas a la vez mientras uno está convencido de ver a Sam Sagaz yendo a lomos de Bárbol.








Al poco de llegar me encontré en una situación surrealista, propia de estos tiempos.

Una pareja con un niño, “yo-estuve-allí-y-lo-cuelgo-en-mi-facebook-para-que-os-muráis-de-envidia” muy educadamente, me preguntó que dónde estaba el aparcamiento del hayedo.

-          “No hay”.
-          “Pero si ponía que había aparcamiento en la Tejera Negra”.
-          “Uy… esto es el hayedo de La Pedrosa; la Tejera Negra está en Guadalajara y hay que reservar ¿no te habrás equivocado de nombre?”
-          “No, si he reservado”
-          “Pues estás un poco lejos; tengo un mapa en el coche, si quieres lo miramos”.

Efectivamente estaba un poco lejos. Tenía que terminar de subir el puerto, bajar y luego bordear toda la sierra hasta la Tejera Negra. Eran las 12:00 y tenía por lo menos una hora de viaje o más. Y desde el aparcamiento hasta el hayedo había un par de kilómetros o así andando… vamos, que iba a verlas de lejos y poco más. Joer, yo cuando quiero ir a un sitio de estos madrugo, para poder estar pronto, verlo y, si no me gusta, volverme pronto.

Cuando estaba dándole las indicaciones otra pareja “no-sin-mi-GPS” nos preguntó si iban bien para el hayedo…

-          “Ya estás en el hayedo”
-          “¿El de la Tejera Negra? El GPS me dice que dé la vuelta, que Cantalejo está a 100 kms”
-          (Entro en bucle) “Estás en el Hayedo de La Pedrosa, el de la Tejera Negra está en Cantalojas, Guadalajara, no Cantalejo, Segovia”.


Tienes dos por el precio de uno ¿qué más quieres? bájate, míralo y sigue tu camino. Es como si yendo a Granada para ver la Alhambra te equivocas, te metes en Córdoba y, en el Patio de los Naranjos le preguntas a alguien que dónde está el Sacromonte; ya que la has cagado aprovecha tu error, disfruta lo que ves y sigue luego, que probablemente no vuelvas a pasar por ahí ¿no?

Supongo que al final se fueron juntos ¿llegarían antes de la hora de comer? andaría la cosa así, así… mientras tanto nosotros nos quedamos tranquilamente en La Pedrosa. Muy poca gente y un lugar totalmente recomendable. Además, a diez kilómetros, uno puede apretarse un buen lechazo, un buen cochinillo o un buen solomillo de ternera segoviana regado con un buen ribera ¿quién puede resistirse?. Yo no.

14 comentarios:

  1. Jolines, yo que me leo las cosas 50 veces, me informo en foros etc,etc y veo que la gente es mas feliz que una perdiz. Como tu muy bien dices lo primero madruga pero lo segundo informate un poco de donde vas...
    Las fotos preciosas, menos en correr debes pensar en todo por esos parajes...

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    1. practiqué unas cuestas q no veas, q el pequeño es un temerario y me da q se va a dedicar al bmx

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  2. Precioso paisaje, supongo que incluso para ver hadas...
    Si es que ambos eran Hayedos, estos urbanitas!

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  3. Pues... sí, "yo estuve allí" aunque fue hace muchos años, por lo menos 8 o 9, en lo que llamaban la sierra pobre de Madrid, en montejo de la sierra, el de la Pedrosa no lo conozco, la verdad es que es un paraje alucinante, para perderte y pasear, increíblemente cuidado ( por lo menos por aquel entonces), yo pille una casita rustica por cuatro duros y fue un finde de la leche, eso si por aquel entonces no corria jejeje
    No comprendo como la peña se marca una excursión al monte sin tener todo requetemiradao
    creo que voy a sopesar la idea de volver por allí, gracias por las fotos compi,

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    1. de nada; nosotros tb queremos volver. me van a nombrar ministro de turismo de segovia :D

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  4. Cuando no utilizaba medias de compresión no me gustaban los piratas, ahora sí los encuentro útiles. Por cierto, me se hace la boca agua solo de pensar en ese buen pan de pueblo mojado en aceite virgen extra sin filtrar ainssss.! preciosas fotos!!
    Sip, cuando confiamos en don GPS suceden esas cosas!
    Buen rodaje eh!
    bss
    Tania

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    1. gracias; con ese alimento no hacen falta geles ni nada: miga bien apretá y aceite de ése q se te pega al paladar y va soltando sus calorías poco a poco.

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  5. "Yo estuve allí"el año pasado, en el otro, y llegué sin equivocarme, pero si hubieras escrito esta entrada por entonces me lo había ahorrado y visitado este. Formar parte de una excursión dominguera subiendo en fila india entre los árboles y detrás de un adolescente con radio incorporada en la mochila escuchando "cadena dial" le quito todo el encanto otoñal a mi visita. No fue nada motivador. Tus fotos en cambio si lo son.

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    1. podría haber sido peor ¿y si hubiese puesto Intereconomía? ja, ja!!

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  6. Con tu permiso me voy a quedar por aquí leyéndote y tomando referencia del hayedo para perdernos por él lo antes posible.

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    1. bienvenido; es muy pequeño, la verdad, lo bonito es el camino hacia allá. Muchos caminos para hacer senderismo y buena comida.

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  7. Una de las ventajas que tenéis en el resto de España es que podéis correr por el monte con tranquilidad. A ver si me explico: aquí en el País Vasco, en la parte que da al mar y por ende extensivo a Cantabria, Asturias..., los hayedos, bosques... siempre pertenecen a algún caserío. Es decir, si vas corriendo por el Camino de Santiago desde Gernika hacia el Este, cruzando varios montes pasarás cerca de diez o quince caseríos que no llegas a ver. Pero los perros de esos caseríos sí que están por ahí, dando vueltas. Y son perros que consideran que aquello es suyo, como un terrateniente cualquiera :-) Y en fin, sustos se tienen, más de uno. Y por eso me da envidia las zonas donde no hay actividad humana (salvo excursionistas). Para pillar naturaleza sin perros de susto o muete hay que irse a grandes montes estilo Oiz o Gorbea. A partir de una cierta altura ya no hay caseríos. Y no hay perros. Aunque por aquí están los capullos "deportistas" de las moto de monte, quads y/o todoterrenos. Que no hay cosa que me reviente más que eso. Yo que he hecho piragua de mar durante años (ahora con dos críos no hay tiempo para ello), de la misma manera que encontraba integrados en la mar al velero, al pescador en su bote o motora, al surfer o windsurfer y por supuesto al piragüista; odiaba a los de las motos de agua (los macarras de la mar), así como a los de las lanchas playeras tocacojones. En fin, en el monte hay deportistas que van andando, corriendo, en bici, escalando..., pero lo que no admito es que uno que sube en moto o en quad y se está fumando un cigarrito en la punta del monte te mire como un igual. Ni de coña :-)

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    1. Desde luego. Conceptos interesantes los q mencionas: 1.- los "deportistas" del quad (mi hijo mediano de 5 años- dice q la Fórmula 1 es deporte para coches, no para pilotos... para q veas lo gilipollas q somos los adultos) y 2.- La estructura de la propiedad de la tierra, para delicia de la economía marxista (Minifundios en el norte).
      Está claro que el sitio perfecto para correr no existe. En Madrid, desde mitad de Mayo hasta finales de septiembre tienes que salir a correr en esa hora que uno no sabe si es hoy (por lo tanto sales tarde) o mañana (y sales muy temprano)-. Y que conste q no me llamo Magnus ni soy de Estocolmo. Pero es que a partir de 27ºC como q no me hallo corriendo. O prueba a correr por las playas de Málaga: no corres, regateas, y además en talud.
      Menuda chapa :)

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