Hoy, y para celebrar el equinoccio
otoñal, he decidido que ya estaba bien de madrugar. Entre la nocturnidad, alevosía
(por querer salir), la miopía y el sudor en los ojos las posibilidades de
meterse un hostión empezaban a crecer preocupantemente.
Total, que viendo que estos días de atrás que a
mediodía corría una brisa marina de lo
más agradable del mundo por el carril-bici decidí correr a mediodía.
Error. A pesar de que el aire del este hacía que
la sensación térmica fuese algo menor, cuando el aire dejaba de soplar hacía un
calor del copón para estas fechas. Y al sol ni te cuento. Parezco nuevo, joder,
me tenía que haber quedado en Villarrosa o haber ido hasta el pinar de Conde
Orgaz en lugar de ir al JC1.
Con todos estos condicionantes me he ido hasta
las 153ppm (recuerdo que mi FCmáx son 166ppm) en doce kilómetros, a 4:52. Y
sudando como un cerdo. Eso sí, lo bueno de
correr a mediodía es que te ganas el premio Mahou cinco estrellas, y qué
bien que siente un cervezón a eso de las 14:30 después de un carrerón. Ni
Aquarius, ni Gatorade ni tonterías en vinagre. Malta y lúpulo
fermentados.¡¡¡¡¡¡¡ Mmmmmmm¡¡¡
A esas horas, en esos sitios, con esa temperatura
y siendo viernes no me he cruzado con nadie, lo cual es noticia con la fiebre “runner”
que vivimos.
La verdad, no sé si volveré a correr a mediodía
la semana que viene a mediodía. A las horas a las que voy por la ¿mañana? Meto
más miedo que otra cosa. Imaginaos, aún de noche, enfrascados en vuestros
pensamientos mientras vais al tajo pasando por un descampado debajo de uno de
los accesos a la M40 y oís detrás algo que se acerca respirando
fuerte/jadeando. He visto más de un respingón, y no me extraña. Hace uno o dos
meses, al menos, era de día, y psicológicamente estamos más preparados ante
estas sorpresas que cuando nos pasa a oscuras.
En cuanto a las otras dos salidas sigo afinando
la máquina. El martes fui a 4:36, cerca ya de los 4:30 de hace un par se meses.
Lo que no se van son los dos kilitos del verano, pero bueno, tranquilo en ese
sentido porque ya se irán.
Me has recordado a mi trote de esta tarde, bastante sufrido por cierto y que después de 75min de continuidad cochinera ha culminado con dos copones de cerveza, con casera eso sí.....
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