… parece que viene la primavera. El miércoles
salí a correr a pesar del viento. El sol ya pega (nos acercamos el equinoccio
de primavera). Las últimas lluvias, además, acentúan el olor del romero a lo
largo de mi camino hacia el JC1. Los cerezos del JC1 acaban de florecer
mientras que los almendros de la Quinta todavía conservan sus flores dejando
con ello un intenso olor a miel que los que salimos a correr habitualmente
agradecemos. También se dejan notar ya las mimosas aunque todavía no están en
su máximo esplendor. Bueno, y los reductos de pinares que hay por Hortaleza.
Además anteayer estaban cortando la hierba a lo
largo de todo el carril-bici lo que hacía desprender un intenso olor a hierba
recién cortada.
La sierra, además, se veía preciosa cargada de
nieve.
Para que fuese perfecto sólo faltó que hubiese
alguna hilera de naranjos con su azahar al aire; pero bueno, quizás eso sea
mucho pedir. Al fin y al cabo echamos de menos los olores con los que nos hemos
criado, de ahí que no eche de menos como otros el olor a mar.
Se me ha olvidado escribir que fui a 4:50 más
feliz que una perdiz, pero es que el miércoles la carrera fue lo de menos.
¿Quién dijo que correr es aburrido?
Pensado mientras corro desde el parque; enviado desde mi pecé.
Amén compañero.
ResponderEliminar"Susum Corda" Je, je, menuda chapa vaticana.
EliminarCualquiera diría que vives en el campo... ¡Qué envidia¡ Yo salgo de casa y tengo humo y humo. :-(
ResponderEliminarNo, no vivo en el campo, pero se trata de unos parques de Madrid interconectados q te permiten elegir.
EliminarQue bien que sepas apreciar y puedas disfrutar esos "reductos naturales" que hay en Madrid. Es un monstruo de ciudad pero hay que saber mirarla con buenos ojos.
ResponderEliminarpues sí. A veces hay q mirar donde otros sólo ven.
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