Como era de esperar, la noche de antes no dormí
mucho. Madrugón aparte, los nervios hicieron que el sueño fuese bastante
ligero. Pero bueno, descansar descansé. Después de un buen desayuno me fui
hasta el metro donde habíamos quedado. Los que nos estrenábamos parecíamos unas
viejas, con dolores ficticios en cualquier parte del cuerpo, pero expectantes
ante lo que se avecinaba.
Después de dejar la mochila en el ropero que
estaba justo al lado de la salida (por los cojones) nos dimos un bonito y bucólico paseo de unos
tres kilómetros por el Retiro, Puerta de Alcalá y Cibeles hasta la salida. Por
el camino los efectos de la hidratación se dejaron notar, ya que tuve que
entrar a boxes tres veces. Me dirijo a mi “cajón” pero eso era Sodoma y Gomera,
por lo que me cambio al siguiente. Y después al otro. Quedan diez minutos para
salir y me entran ganas de mear nuevamente. A esperarse, chaval, que como
salgas no entras.
Y empiezo a correr. Pese a que había “pensado”
salir esos cinco primeros kilómetros a 5:25-5:30 me salen a 5:01. Voy algo
subido de pulsaciones, 145ppm, pero de sensaciones me encuentro estupendamente,
por lo que mantengo el ritmo. El ambiente es indescriptible. Muchos corredores
y mucha gente animando a propios y extraños a los lados. Turistas sorprendidos
por el espectáculo esperan sonrientes para pasar, pero me imagino que con el
tiempo cambiarían de actitud por la tardanza del paso de tantos corredores.
Sigo bien los cinco siguientes, que hago a 5:15
porque tengo que hacer una parada técnica. De pulsaciones voy igual, a 148ppm y
con toda la subida hecha.
Los espectadores se concentran en torno a las
salidas de metro y puentes, y siguen
animando. Cuatro Caminos y Raimundo Fernández Villaverde están petados, al
igual que el recorrido por Chamberí. Mantengo mi ritmo, a 5:05 y 149ppm. Las
pulsaciones no terminan de bajar, pero por lo menos no suben, y me tomo el
primero de los tres geles que me había llevado.
Nos metemos por la parte que más me gusta,
Fuencarral, Gran Vía, Callao, Preciados, Sol, Mayor, Palacio Real… y claro, los
hago a 5:03. Las pulsaciones se me van a 152ppm. Mala cosa, me acerco a ese
punto de no retorno donde empiezo a acumular ácido láctico. Pero el subidón que
me da con tanta gente animando me pone la piel de gallina, me sale ese sudor
frío de las emociones. Y no me encuentro mal, al contrario. En Ferraz me dan el
primer Powerage, y un voluntario me da la botella, detalle que agradezco porque
soy incapaz de beber en vaso durante la carrera. El paso por el medio maratón
lo hago en 1:48. Muy rápido, pienso, tiempo proyectado de 3:36-3:40.
Intento regularme en la bajada hacia el Parque
del Oeste y el Paseo de la Florida, y los hago en 5:05. Las pulsaciones, pese a
la bajada, no disminuyen, y ya están en 154. Nos disponemos a entrar en la Casa
de Campo y me encuentro bien.
Conforme a lo previsto me tomo el segundo gel,
antes de llegar al Lago, y empezamos a subir Garabitas que no me sienta nada
mal; de hecho recupero más de 100 posiciones. Me regulo, haciendo una media de
5:28 y las pulsaciones que se van a 159ppm. Me empiezan a doler las
articulaciones, lo normal, y noto cómo el gemelo derecho se me sube, por lo que
aflojo el ritmo hasta que veo a una voluntaria que me enchufa un pelotazo de
reflex. Qué gran invento el réflex, sobre todo a esas alturas de la carrera.
Antes de la salida nos ofrecen un gel que está,
pongámonos poéticos, asqueroso. Puede que tuviera glucosa por un tubo, pero la
textura lo hacía intragable: era como el relleno del Twix, por lo que a esas
alturas lo tuve que escupir como pude.
Es el km 32 y voy a 5:10; he subido y bajado
Garabitas sin secuelas en forma de bajada de ritmo, y encaro a la salida
animado porque quedan menos de diez kilómetros y voy bien… o eso creo. Hasta el 34 todo bien, incluso el
33 lo hago a 5:13, pero en el Paseo de la Ermita del Santo me encuentro con ÉL.
El tío del mazo es un hijoputa. Y un maricón de
mierda. Y todo dicho desde el cariño y manteniendo el tono irónico de este
blog. Es un hijoputa porque te pega con todas sus fuerzas, impidiéndote correr
como quieras. Y un maricón de mierda porque te ataca cuando menos te lo
esperas, donde menos te lo esperas y por la espalda. A mí me ataco a la salida
de la Casa de Campo, donde estaba escondido agazapado como Viriato a la espera
del paso de las legiones romanas.
Como dice Óscar, es como si alguien te agarra y
tira de ti hacia él, pese a que tú quieras seguir. Pero es que además te hace
un placaje. No tenía fuerzas para seguir. Mi cuerpo decía que naranjas de la
China comunista, y mi cabeza me decía “venga, cabrón, que siete kilómetros los
haces con la misma”. Pero qué va; la materia gris que me quedaba de guardia me
ordenó combinar el paseo con la carrera. Vale, anda dos minutos y corre tres.
Paso el puente de San Isidro corriendo…como Chiquito, con los pies pegados al
suelo y pensando “No puedor, no puedor”. Paseo Imperial, Acacias… parecen la
cara norte del Annapurna. Las zapatillas me pesan com plomo, pero no hay ningún
sherpa que me las lleve. Sigo caminando dos minutos y corriendo tres, aunque,
sinceramente, no sé en qué modo iba más rápido. Los corredores nos animan
“vamos, con dos huevos, que ya llegamos”. Los espectadores mucho más “¡¡venga,
chavales., que sois unos campeones, que lo tenéis hecho, que eso de ahí es
Atocha!!”. Sé que es Atocha, pero está cuesta arriba, ¿acelero? No, voy a 6:52
de media. Cuando corro animo a otros que van tan mal como yo, que a su vez me
animan cuando me rebasan doscientos metros más adelante.
Alfonso XII. Qué putada de calle. No puedo subir
corriendo el primer tramo, lo hago andando. Km 40 y, a la vista de la Puerta de
Alcalá aprieto el culo empiezo a correr a la velocidad PSC (Por mis Santos
Cojones). Poco antes de entrar al Retiro km 41. La velocidad es lo de menos, me
vengo arriba. El público ruge, o eso me parece a mí. Después de 41 kms estos
ánimos te hacen sentirte indestructible. Se te olvida que el gemelo lo tienes a
la altura de la rodilla y que se ha dado la vuelta, que los cuádriceps están a
mitad de recorrido o el dolor en el tendón de Aquiles, que a pesar de que lo
tienes más caliente que el cenicero de un bingo te empieza a doler mucho.
Voy buscando con la poca vista que me queda a la
familia. Por lo visto se puede pasar por meta con los enanos en brazos o
corriendo. Me pego a la izquierda porque pienso que pueden estar ahí, pero no
los veo. Soy un pardillo porque he dado por hecho que si un tío sin dorsal no
puede pasar un enano de 4 años (casi cinco) tampoco puede, pero qué va, parece
que nos conceden el pequeño capricho (y gran honor) de poder entrar en meta con
ellos.
El arco con el cronómetro se ve a lo lejos. No me
duele nada, pero no puedo ir más rápido. Un arco, otro arco… 3:51:45 tiempo
neto, justo en el punto medio del rango que me había planteado como objetivo,
de 3:45 a 4:00. Me siento Gebreselassie; total sólo nos separan una hora y cincuenta minutos y un tono uun poco más oscuro de piel.
Me pongo a andar como un autómata, me tomo dos
powerages del tirón y cojo un tercero. Recojo la medalla y me tiro a ¿estirar?
No tengo fuerzas ni para eso. Sólo quiero llamar a mi mujer y verlos a todos.
Al final están a 30 metros, me han visto pasar y yo no. El año que viene cruzo
la meta con los enanos.
Dicen que uno es maratoniano cuando habiendo
terminado uno empieza a pensar el siguiente, y yo estoy pensando en el
siguiente.
Me queda hablar de las sensaciones de la carrera, que haré en el siguiente post.
Enhorabuena a todos por vuestros tiempazos.
Enhorabuena Thunderstuck!, un gran tiempo para un maratón. Yo estaba acojonado con lo de la hidratación también y solo bebí un zumo de naranja antes de salir de casa con la esperanza de que no me dieran ganas de mear pero el ioputa hizo su aparición justo en la salida de la carrera asi que me tiré 10km con ganas de mear....
ResponderEliminarjoer, así corriste para llegar a la meta antes q nadie! ;). me imagino q fueron más nervios q sobrehidratación. muchas gracias.
EliminarLo conseguiste!!! Bien!
ResponderEliminarMi mas sincera enhorabuena, tanto por el resultado como por los meses de planificación y entrenamiento.
A por la siguiente!!!
gracias. el año q viene salgo con el puño americano para noquear al tío del mazo ;)
EliminarMuchas felicidades, prácticamente hice el mismo tiempo en mi primera maratón: Mapoma 2009
ResponderEliminargracias, me gusta eso de "mi primera", señal q hay unas pocas más. y de q habrá.
EliminarEnhorabuena por la carrera, ya no se trata de hacer una buena marca, en carreras tan largas como los maratones lo importante es llegar. un saludo.
ResponderEliminarmuchas gracias. siempre es un honor recibir tus consejos.
EliminarThunder,... Das miedo, amigo. Pedazo carrera te salió. Al final no pudimos vernos. A ver si empezamos de nuevo la rutina y trotamos algún día juntos,... Un abrazo!
ResponderEliminareso cuando quieras. pese a q seas un "ave nocturna" el retiro es el retiro y abre a todas horas.
ResponderEliminarEnhorabuena compañero, bienvenido al club, has entrado por la puerta grande, buena carrera, buena marca, y disfrutando que mas se puede pedir, lo mejor de todo que quieras repetir.
ResponderEliminarYa estoy esperando la siguiente entrada en esa que dices que vas a hablar de las sensaciones de la carrera, que son tan importantes o mas que los tiempos, ritmos y marcas.
saludos maratoniano
muchas gracias. Lo tengo enfriando, un abrazo
ResponderEliminarSupongo que ya estarás recuperado del maratón no? un saludo.
ResponderEliminarsí, de hecho ayer salí a rodar 9 KMS. estoy de un subidón q no veas.
EliminarMadre mía, enhorabuena, que ritmos te marcaste! Pena del tío del mazo...empiezo a pensar que algunos no le vimos porque estaba cebándose contigo!
ResponderEliminarY con el Gebre si te pones acortas distancias facilmente, que un tono de piel con unos días en el caribe...
soy así de aguerrido, eso me pasa por salir el primero en plan pionero, q llegan los indios y nos cortan la cabellera...je, je...
EliminarEnhorabuena por tu carrera.Curiosamente el del mazo me esperó a mi en el mismo sitio, se podría haber entretenido más tiempo contigo.....
Eliminarja, ja! creo q tiene para todos. se parapeta donde menos t lo esperas- un saludo
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