El miércoles pasado fue mi última carrera a
mediodía hasta después del verano. De sopetón, de un día para otro, diez grados
más. A mediodía había unos 25-27ºC en el JC1, y a alguno de los habituales con
los que me cruzaba la inercia les había llevado a echar en el petate la manga o
mallas largas. Qué calor, a mitad de camino me tuve que parar a refrescarme
(afortunadamente en el JC1 las fuentes no están cerradas). Llegué a casa
sudando más de la cuenta. Eso sí, me apreté un cervezón del tirón mientras
comía como un perdigón, y es con esos calores y después de correr lo que más
apetece es una Mahou.
Así que, una y no más, desde el viernes he dado
por iniciada mi temporada de verano, que, básicamente, consiste en madrugar
desde mediados de mayo a finales de septiembre. A las 07:30 ya estoy dándole.
En realidad tampoco me supone madrugar mucho más, me levanto quince ó veinte
minutos antes, entro media hora más tarde a currar y me tomo media hora menos a
mediodía para comer. Las cuentas salen así.
Eso y que descarto por completo hacer series.
Incluso el correr a rtimos de umbrales anaeróbicos. Troticochineo puro y duro.
Disfrutando de la mañana, de esos olores que aún
no están lo suficientemente contaminados en el JC1. Del cielo azul que aún no
deslumbra y que hace que la hierba tenga un color verde intenso.
Disfrutando del mp3. Quién me iba a decir a mí
que me iba a flipar con la música del Body Combat. En fin, cosas veredes.
Disfrutando también, porqué no decirlo, de esos
conductores y conductoras que, a pesar de que te ven cómo vas a cruzar por un
paso de cebra aceleran. Vaya a ser que pierdan cinco segundos de su triste vida
si se paran en el paso de cebra. Hoy,
cortesía de la casa, una se ha llevado un puñetazo en el maletero. Me imagino
que se acojonaría un poco, porque se paró de sopetón y puso las luces de
emergencia, no sé si por el susto o para ver que mi “puños fuera” no rompió su
puto audi a6. Qué pena en estos casos no salir con el Stinger, que algún uso
seguro que le daba de vez en cuando.
Eso sí, a pesar de la fruta y los cereales que me
tomo antes de correr, del yogur de después y del café y de la fruta a media
mañana, paso más hambre que un caracol pegado a un espejo. Si me ponen una pata
de cordero a las 10:00 me la como mojando sopas.
Algo parecido me paso a mi ayer, es algo comun, la actitud de ciertas personas que aceleran cuando vas a cruzar por un paso de peatones.
ResponderEliminarCorrer por la mañana o por la noche es algo por lo que voy a optar yo tambien, entrenar a media tarde es algo que como te contaba el otro dia cada vez llevo peor.
Un abrazo y a seguir surcando los caminos
lo de mediatarde o tardenoche no lo contemplo. mucho curro en casa. por las mañanas sí q puedo, y se empieza el día de otra forma. mucho más relajada.
EliminarA mi no me gusta media tarde o noche por que luego tengo serios problemas para dormir...
EliminarTambien al salir la jefa tarde asi relleno el hueco hasta que ella llega y puedo dedicarla su tiempo.
El caso es salir a correr no? jejeje
YO con los pasos de cebra es una batalla que ya la doy por perdida, pero de vez en cuando todavia me hierve la sangre, paciencia hermano paciencia
ResponderEliminarfeng shui, respirar profundamente...
Eliminardesde luego, sobre todo esos (y esas) que pasan sludándote y sonriéndote... para mandarlos a tomar por culo. si te ven y te saludan ¿por qué no parar? he tenido q reprogramar el recorrido para pasar por los menores pasos de cebra posibles.
Me pasa lo mismo que a Javi, intento ser comedido y no dejarme llevar por la bestia parda que llevo dentro, cuando eso ocurre, lo mismo, puñetazo al medio de transporte y curiosamente siempre me duele mas a mi q al coche...
Eliminarja, ja, suele pasar, pero el susto se lo lleva. al fin y al cabo no sabe si eres un corderito o un griego de esos q piden q se levante la gente como señal de respeto al jefe.
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ResponderEliminarLo mejor sería hacerse el atropellado, me explico: vas a cruzar y ves al tipico tonto a las 3 que se hace el sueco...golpe en el maletero y haces como te caes al suelo. Con un poco de suerte el tozcuato parará muy asustado y cuando se baje del coche, te levantas, le muestras el dedo corazón y palante.
ResponderEliminarMadre, que calentón me he pegado leyendo,jaja.
si viene él sólo sí, pero en una vía de salida de la M-40 a las 08:00 es cuanto menos temerario, ya q hay un doble carril consentido...como para tumbarte
EliminarTe cuento lo que hago en los pasos de cebra.
ResponderEliminarCuando me acerco y veo de reojo que viene un coche sigo siempre corriendo pero mirando al lado contrario. Por supuesto no cruzo hasta que se para pero no veas el susto que se meten. Alguno al ver un tío corriendo que mira despistado al otro lado se ha dejado medio neumático.
es una solución, temeraria, pero q se lleve el susto. alguno es q ni tiene la intención de parar, sobre todo si, como yo, buscas el contacto visual.
EliminarA mi esos coches saltándose el paso de cebra en mis narices me molestan tanto como esos peatones que cuando voy en el coche cruzan saltándose el semáforo en mis narices.
ResponderEliminarYo también estoy pensando dedicarme solo a cochinear cuando venga el calor de verdad. Lo malo será como me apunte al final a un maratón en otoño...no se como lo voy a hacer
el fondo lo tienes... si por otoño entiendes finales de noviembre, no hay ningún problema en empezar a meter caña en septiembre. si es octubre... madrugón o trasnochar, según prerereencias.
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