martes, 13 de julio de 2010

¡¡Campeones!!!

Por mucho que se haya hablado en los últimos años de la Edad de Oro del Deporte Español, con los anillos de Pau (qué pena que no juegue en los Celtics), los Grand Slams de Nadal, Mundial/Europeo/Medalla de Plata Pekín de los Chicos de Oro, Copas Davis, etc, etc, está visto que nada supera al fútbol. Después de décadas de frustraciones televisadas (mi memoria histórica alcanza lo que he vivido, no lo que me cuentan, a pesar de que por Ley se puede aprobar hasta que la Ley d la Gravedad no existe), al fin podemos decir que somos Campeones del Mundo y, de paso, hacer callar a argentinos que te hablan de la mano de D10s, gabachos con Zidane, e ingleses con no se sabe quién, ya que aprovechaban cualquier ocasión para recordarte que “ellos” habían ganado algún mundial, mientras que España.
Cuando hemos ganado algo, no se paralizaba ninguna ciudad cuando aterrizaban los Campeones, ni cuando lo retransmitían ni cuando se celebraba (cuando se ganó el Mundobasket de Japón en 2006 se celebró en Plaza de Castilla, pero los cortes de Tráfico no fueron muy importantes, y el traslado no fue, ni mucho menos, multitudinario; por otra parte, las recepciones oficiales no condicionaron el traslado de los Campeones).
Por lo pronto somos campeones de Europa y del Mundo. Mi hijo pequeño, nacido en 2007, puede decir con orgullo que en su larga vida España ha ganado todas las competiciones oficiales (bueno, salvo el engendro ése de la Copa de Confederaciones que se ha inventado la FIFA para sacar más pasta). Casi nada. Él no conoce ninguna eliminación de España en fases finales. Comparado con los decepciones colectivas y generacionales de Bélgica (Mex86), Yugoslavia (Ita90), Italia (USA94), Nigeria/Paraguay (Francia98), Corea (Cor/Jap 2002) o Francia (Ale2006) en las que éramos favoritos para pasar de ronda, ésto es la leche.

A ver si ahora los lumbreras de la Federación montan en alguna sala de su Ciudad Deportiva una exposición con los dos trofeos. Que yo sepa, tan sólo Francia ha sido titular de los dos trofeos de manera simultánea. Ganarían un montón de pasta con el argumento hipócrita del destino al fútbol base de la recaudación (como si el Principio de Caja Única no existiese para ellos).

A las celebraciones de ayer le sobró el afán de protagonismo de Zapatero (el cabrón no soltaba la Copa, se la tuvo que quitar Iniesta) y de Bisbal (la peña fue a ver a los jugadores, no a escuchar sus gorgoritos). Pero bueno, todos quieren tener su minuto de gloria a costa de los Héroes. Menuda diferencia, el que nos da la Copa dicendo “si lo sé, no marco”, y el otro diciendo gilipolleces hasta que la gente que estaba en Moncloa se arrancó con un espontáneo “¡Qué hable Iniesta!” que sonó a “¿por qué no te callas?”

Pues nada chavales, a disfrutar del momento; de la estrella bordada sobre el escudo. Y a recuperarse de un mes tan duro de cerveceo diario.

Y hasta el próximo mundial le recordaré a los enanos que somos Campeones del Mundo, que esto sí que pasa una vez en la vida. Éste es uno de esos acontecimientos que, dentro de 30 años, todos recordaremos dónde y con quién estábamos, sólo que esta vez el acontecimiento (como los recuerdos) serán bonitos. Yo estuve con mi mujer e hijos.

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