miércoles, 29 de septiembre de 2010

Septiembre

El mes del regreso a todo y de los propósitos de enmienda que se olvidan pronto por antonomasia lo voy a cerrar con un récord y un “fracaso”.

En cuanto al primero, por primera vez, he conseguido pasar de 150 kilómetros, si bien es cierto que sólo por 200 metros y que muy probablemente puede haber alguna “mentira de corredor” en cuanto a distancia. Y es que un pulsómetro sin GPS es lo que tiene, que hay que calibrarlo de vez en cuando y mientras tanto tiene hay que contar con un margen de error más o menos tolerable que hay que corregir.

Por lo que respacta al “fracaso” lo entrecomillo porque no es tal, y no tiene importancia alguna. La mochila que me traje del chiringuito pesaba cinco kilos, y hoy sólo pesa algo más de dos. Salvo que tengas sobrepeso y te sometas a una dieta espartana, bajar cinco kilos en un mes es prácticamente imposible, ya que no hay muchas grasas que quemar ni mucho glucógeno que eliminar. Además, qué coño, no me he controlado apenas con la comida (patas de cordero, hamburguesas y pizzas no ayudan precisamente, pero una ensalada de rúcula como que no, que me estoy quitando).

Ahora que empieza el fresquete , seguro que la “Operación Mochila” se acelera inconscientemente. Y es que corriendo con frío (mejor dicho, con corriendo con poco calor), desde el punto de vista metabólico quemamos más calorías que con calor (tirando del glucógeno y de las grasas), sudando menos, por lo que el ejercicio es más eficaz. Cuando hace frío, necesitamos “quemar” más energía para mantener la temperatura corporal; inversamente, con calor el cuerpo suda más para “enfriar” el cuerpo, de ahí que la hidratación sea más importante en verano que el resto del año.

Algunas de las cosas de las que hablaren próximos post serán: operación bikini con abrigo (mucho más efectiva que en primavera/verano) o cómo correr con mucho frío. Por favor, si tenéis alguna sugerencia en la medida de mi (poco o nulo) conocimiento podré escribir de ello. Tened en cuenta que doy para lo que doy, por lo que si tenéis alguna duda de física cuántica, barcos o ropa, éste no es el blog apropiado.

En cuanto a la semana deportiva, en línea con lo previsto: salida larga el sábado tempranito, 14kms, troticochineo el lunes a 05:10 y calidad el miércoles, a 04:40 (04:35 si excluimos el primer kilómetro). Hasta el mes de Noviembre correré por las mañanas, que cada vez son más nocturnas. Las series me las he perdonado; de la semana que viene no pasa, y es que ponerse a 170ppm tan temprano da pereza.

Por cierto, que el enano ya domina por completo la bici, incluso se permite alguna filigrana. Ahora toca una salida globera por el carril bici para darle el carnet de globero y enseñarle al pequeño.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Nocturnidad y alevosía

La nocturnidad y alevosía, dentro de nuestro Ordenamiento Jurídico, suponen un agravante en la comisión de cualquier delito. Por una serie de motivos, durante este fin de mes y el de Octubre, voy a tener que cambiar la hora de entrenamiento, pasándola a primera hora de la mañana o última de la noche, según se mire.

Por ese motivo, si pensáis que correr “tiene delito”, debería serlo aún más grave si se realiza de noche. Además, teniendo en cuenta que la circulación de policías es densa en Canillas (debido principalmente a las dos megacomisarías Municipal y Nacional) el riesgo de ser pillado sube.

A las siete y media es todavía de noche en esta época del año. Empieza a amanecer, pero es de noche. El tráfico ya es denso, y la M-40, en el tramo que veo desde el carril-bici (“de Vallecas a Coslada”) va cargadito, y no de juguetes, precisamente. A esas horas ya hay gente corriendo, mucha menos que en verano. También hay perritos, también menos ¿por qué? ¿también les da pereza salir de noche o se aguantan las ganas de mear hasta que sus dueños deciden despertarse?.

Hoy me he levantado con la mejor de las intenciones para hacer series, pero me parece que todavía no estoy preparado para ponerme a 170ppm tan temprano; mejor troticochinear a 05:20 o algo de calidad a 04:40 si el cansancio semanal no pesa demasiado.

El lunes troticochineé 9 kilómetros a 05:20, y el pulsómetro lo clavé en 130ppm, justo por encima de mi umbral aeróbico. El martes, “calidad”, ocho a una media de 04:29 (importante el paso psicológico que supone el bajar de 04:30, aunque sea por un puto segundo) y 149ppm de media. El sábado, salida larga, casi quince kilómetros a 04:55, con tres tramos progresivos crecientes, desde los 05:10 a los 04:40, a 138ppm. Ésto corrobora el dicho de que “si quieres correr rápido, empieza lento”.

En otro orden de cosas, continúo viniendo a currar en bici, pero ahora vestido de romano, con chaqueta, corbata y todo. LA verdad, queda un poco friki (o friki de cojones, sin paños calientes) si se ve desde fuera, pero cuando tardas la tercera parte que andando te das cuenta de lo que ganas. Eso sí, voy a tener que tunear la bici con unos guardabarros, que no es plan de que por una salpicadura se te joda el traje, y es que una cosa es ir “a la europea” con el traje y otra cosa es ir “a la guarra” con el barro (seamos políticamente correctos por una vez). Con un juego de luces, una bolsa para llevar una mochila para la compra, un timbre y un cuentakilómetros, ya sólo me queda la cestita y tendré la bici de Pancho.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nasío pa correr-reedición

Hoy en día pensamos que somos jóvenes aún teniendo 35 (por el culo te la hinco), ponernos unos vaqueros los fines de semana, comernos una hamburguesa y bebernos dos litronas viendo al Madrid.Un buen día nos subimos a la báscula y vemos cuatro cifras (100.1). Ante el susto, nos volvemos a subir para comprobar que no llevábamos ningún saco de patatas al hombro, por lo que nos ponemos de perfil, y vemos que parecemos un seis, y, claro, saltan las alarmas.Y, como somos jóvenes, corremos a buscar las J’hayber Perol para lanzarnos cual posesos a correr. Como eres joven y te gusta la música coges el walkman, que tiene la cinta de Modern Talking, y la cambias por la de Rocky 3 que es más apropiada porque “no hay dolor”, con su “Mirada del Tigre” y a correr, con los calcetines blancos con las dos raquetas cruzadas y la cinta en el pelo (si es que te queda, porque no estás calvo, sino que te ha crecido la frente). Como eres joven metes un ritmo bestial desde el principio, hasta que no puedes más… dos minutos después.Después de haber experimentado alguno de estos síntomas hace cuatro años, podría dar algunos consejos para evitar que se repitan ciertos errores.
  • Cómprate unas buenas zapatillas, con una buena amortiguación. Tus rodillas no son las mismas que hace veinte años. Si tienes sobrepeso estarán aún más desgastadas, por lo que tendrás que cuidarlas si no quieres tener alguna lesión. NO le hagas ni puto caso a la página del Decartón, donde te dicen que las Kalenji Pedorro son apropiadas para corredores ocasionales que hacen 15-20 minutos (como tú). Ésas son como Goikoetxea, unas rompe-rodillas. Ve a una tienda especializada donde, en función de tu pisada y peso, tendrás varios modelos a elegir.
  • Calienta antes de salir a correr, y estira después. Con cinco minutos es suficiente; si es preciso recorta tiempo de carrera. Los ejercicios no deben de llevar más de 20-30 segundos, sin repeticiones como hacíamos en el colegio, y no han de dolerte. Si llevas tiempo sin correr, tu masa muscular debe ser la misma que la de La Pantera Rosa; si además tienes sobrepeso el riesgo de lesión muscular es mayor.
  • AL principio, con 2 ó 3 días a la semana es suficiente, y siempre descansando entre sesiones. No subas más de un 10% los kilómetros recorridos en una semana.
  • Si es posible, evita el asfalto y las aceras. A largo plazo te joden las rodillas (sobre todo las aceras); intenta ir a un parque o senda con caminos de tierra.
  • Cómprate un pulsómetro, que no tiene que ser necesariamente de última generación. Con un mínimo de programación y constancia podrás moverte en un rango de pulsaciones adecuado, siendo secundario la velocidad. En cuanto a las funciones, los hay a patadas. Lo básico es que te mida las pulsaciones y el ritmo/velocidad; para ello, en torno a 150/180 euros tienes de Polar, Suunto. A partir de ahí, lo que quieras: con GPS integrado, altímetro, temperatura, humedad… y a las anteriores hay que añadir Garmin. Geonaute, del Decartón, es una opción más económica.
  • El MP3 puede ser un gran aliado, ya que la música te ayuda a marcar el ritmo inconscientemente; además, de paso, si las canciones son piratas no contribuyes a enriquecer a los vampiros de la SGAE. Personalmente no lo utilizo, porque no aguanto los auriculares cuando empiezo a sudar.
  • Si no eres capaz de mantener un ritmo constante, pásate a la cinta. Aunque correr en cinta sea un coñazo, cuando empiezas es una opción muy buena, porque aprendes a mantener un ritmo constante, y a encontrar tu ritmo de carrera. Además, te puede quitar la pereza de correr con frío, calor, lluvia a viento; con el tiempo te pasará lo contrario, que llueve, hace frío o calor cuando corres (gracias por la frase, Fernando), que al principio echa para atrás.
  • La ropa tiene que ser transpirable, sobre todo en verano. Y en invierno hay que llevar la ropa justa para no pasar frío, mejor varias capas que una prenda gorda. Recuerda que si no tienes frío cuando sales de casa es que vas demasiado abrigado, y a los cinco minutos de correr te sobrará la mitad ¿y que haces con la ropa, campeón?.
  • No por sudar mucho vas a adelgazar más rápido. Existe un falso mito muy extendido consistente en que corriendo con un impermeable se adelgaza. Falso. Lo que sucede es que sudas como un cerdo inútilmente, deshidratándote rápidamente. Con el sudor, de paso, pierdes sales minerales, que tu cuerpo pide recuperar, con lo que al final estás peor que al principio.
  • Hidrátate, sobre todo si hace calor, antes, durante y después. La mejor bebida isotónica es la cerveza, sí, la cerveza. Te proporciona de forma natural hidratos de carbono y minerales, justo lo que pierdes, mientras que las bebidas isotónicas lo tienen añadido. Lo que engorda es el paquete de papas fritas que te jalas.
  • No salgas en ayunas a correr, error típico de los que madrugan para correr, veteranos y noveles. Te puede dar una hipoglucemia y bajarte la tensión. Lo malo no es que te baje la tensión, sino la hostia que te metes, ya que te caes en seco y normalmente no hay mucha gente paseando a las ocho de la mañana (y los que hay tienen prisa). Si quieres correr por la mañana come antes alguna tostada y fruta, nunca lácteos, pues su digestión es más pesada.
  • No tengas vergüenza por ir más lento o correr poco. Cada uno tenemos nuestro ritmo, y aspiramos a una marca distinta. Seguro que las pasas igual de putas corriendo tus dos primeros kilómetros a seis minutos que Gebreselassie con su maratón en dos horas peladas.
  • Pásalo bien y no te obsesiones. Correr no debe dejar de ser una afición más, de la que hay que disfrutar. Con paciencia y algo de rigor los logros (resistencia, ritmos, velocidad, pérdida de peso…) llegarán.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

"¡No, si ya lo decía yo...!"

Seguramente exista un grupo en feisbuc con este nombre, pero para contrastarlo tendría que registrarme primero y ponerme a buscar (pienso que debo ser uno de los últimos que aún no ha creado un perfil, a pesar de las reiteradas invitaciones recibidas, tanto selectivas como masivas).

El caso es que acabo de leer esta noticia,

http://www.elconfidencial.com/salud/consumo-moderado-cerveza-modifica-20100915.html

que vendría a huevo para el grupo en cuestión. Así que se puede beber hasta dos latas de cervezas diarias sin engordar, y encima está llena de hidratos de carbono ¡¡¡bien!!! si un día estoy tomando medicamentos incompatibles con el consumo de cerveza ¿puedo tomarme cuatro al día siguiente? Me da que no. Por cierto, ¿alguien sabe cómo coño se puede transformar el link largo en otro más corto, “tuneado”? seguro que es fácil, pero el menda no es capaz.

Así que hoy, casualmente Miércoles de Champions, me voy a tomar dos cervezones de los que no engordan. Además, mi hijo mayor ha tenido una “idea buenísima”: cenar una hamburguesa viendo el partido. Teniendo en cuenta que tiene cinco años, no está nada mal, más que nada de cara a futuro y del reencuentro con el triunfo del Madrid.
En cuanto a la semana deportiva, a pesar del calor, he conseguido sacar dos días, uno que he hecho “calidad”, que es como se denomina a una carrera en el límite del umbral anaeróbico (vamos, lo que es “meterle caña”), completando nueve kilómetros a una media de 04:35 (media de 148ppm) y otro de troticochineo mariconetti, éste a 05:20, ocho kilómetros (media de 133ppm). Si puedo haré unas series, a ver si es posible poder bajar de 04:05.

viernes, 10 de septiembre de 2010

¡¡Papá, suéltame!!

Semana intensa en lo deportivo, más ajeno que propio. Para empezar, la eliminación ante Serbia ha supuesto un duro palo familiar, ya que los enanos no conocían a una España que no fuese finalista (2006 Campeones del Mundo, 2007 Supcampeones de Europa, 2008 Subcampeones Olímpicos y 2009 Campeones de Europa), y la razón no hay que buscarla en Scariolo ni en si tuvimos que hacer falta rápida o agotar posesión; no. La razón, según ellos, está en que no nos pusimos “la Roja” para ver el partido. Este sólido argumento hace presagiar numerosas, largas y gloriosas jornadas televisivo-deportivas en el futuro. Menos mal que nos queda Nadal en el Open USA para el fin de semana.

Dos acontecimientos inolvidables han marcado la semana deportiva familiar: aprender definitivamente a pedalear sin patines/ruedinas y el primer álbum de la Liga, ya con pegatinas y sin ningún Ito que te hunda en la miseria ni ningún Beguiristain que te dé la gloria.

En cuanto a la semana carreril, destacar que me he sacudido la pereza de una vez y reiniciado las series, después de casi seis meses, y es que entre que era verano y madrugones he encontrado excusas de lo más peregrinas para escaquearme. Sorprendentemente se han dado mejor de lo esperado, ya que la media de los mil metros me ha salido a 4:09 (descansos de 300 metros); eso sí, sólo cuatro series y con más pulsaciones que cuando Casillas le paró el gol cantado a Robben. Si consigo hacer alguna más a una media algo menor, bajar de 43:00 en los 10.000 es más que probable.

¿Operación mochila? Bien, gracias, ya sólo me quedan dos kilos y poco, poco más de la mitad.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El final del verano...

Hace años, el final del verano se intuía por señales como la enésima reemisión de la muerte de Chanquete (todo un drama), los anuncios de colecciones de lo más inverosímil, la compra de los libros del cole, la proliferación de cursos de Inglés/Guitarra/etc o el inicio de la Liga.

Hoy en día nada ha cambiado, salvo que Chanquete parece que definitivamente ha muerto y que los libros del cole no son para uno mismo, sino para los enanos.

En este final de verano en el que aún estoy madrugando para correr (todavía hace calor para correr a mediodía), el parque de Villarrosa se está despoblando de la fauna mañanera que definitivamente ha dado por imposible la Operación Bikini iniciada en Julio, salvo los perritos y sus dueños. El Sol remolonea a la hora de salir, y a las 07:40 todavía no se deja ver, cada vez más hacia el Sur y, si al final sigo corriendo por las mañanas este mes, tendré que salir con la luz de posición. Se intuye algo de frío, 17 grados, pero no creo que sea necesario ponerse las mallitas julandronas antes de un mes.

La “mochila” de cuatro kilos que me he traído de las vacaciones aún me pesa, y los tiempos son discretos todavía, rozando los 04:50. Con un empujoncito me vuelvo a poner en 4:35/4:40 en los rodajes rápidos; a ver si en alguna de las carreras de Octubre/Noviembre puedo acercarme a la frontera de los 43:00. Si me quito la mochila y empiezo con las series es más que probable.