Mañana nos estrenamos en una San Silvestre. En lugar de "la reina y yo" somos "los enanos y yo", para lo cual hemos tenido que preparar la distancia concienzudamente con series. La carrera de ellos tiene 800 metros, con un perfil netamente descendente. Rápido a más no poder, con una curva y contracurva justo a mitad de recorrido antes de una bajada un poco más acusada.
Hemos hecho cuatro series largas como cuatro cortijos..de 200 metros. Aparte hemos hecho unas pocas más cortas (de unos 50 metros) en las que no hemos medido el tiempo. En la playa de Gijón, con arena seca y húmeda, compacta. Con estos tiempos para el medianito: 1:40/1:17/1:18/1:30 (en la última chocamos contra el muro).
Anteayer, además, corrimos por el recorrido tranquilamente. Y es que ochocientos metros, casi un kilómetro, son todo un mundo para siete años que no han corrido más de 300-400 metros. Lo hicimos sin problemas, dosificándonos. ¿Que notamos ese temido flato? No hay problema, reducimos el ritmo e incluso andamos si es preciso, pero nunca nos paramos. ¿Que rompe una ola y que casi salta sobre nosotros porque hay marea alta? Nos paramos a verla, no hay prisa.
Y hoy a cenar ligero y a dormir pronto, que nos han dicho que si queremos correr rápido tenemos que dormir mucho. Mañana comida ligera y poca siesta, que a las 16:15 es la salida de ellos y hay nervios. Lo que no sé es cómo me las arreglaré para verlos salir, llegar e ir después hasta mi salida a las 17:00, a unos 2,5kms de la meta. Bueno, sí lo sé, corriendo/calentando con el dorsal puesto.
Aprovecho este último post del año para desearos una feliz salida y mejor entrada del que viene. Esperemos de corazón que sea un buen año año para todos.