domingo, 30 de diciembre de 2012

Preparando una San Silvestre

Mañana nos estrenamos en una San Silvestre. En lugar de "la reina y yo" somos "los enanos y yo", para lo cual hemos tenido que preparar la distancia concienzudamente con series. La carrera de ellos tiene 800 metros, con un perfil netamente descendente. Rápido a más no poder, con una curva y contracurva justo a mitad de recorrido antes de una bajada un poco más acusada.

Hemos hecho cuatro series largas como cuatro cortijos..de 200 metros. Aparte hemos hecho unas pocas más cortas (de unos 50 metros) en las que no hemos medido el tiempo. En la playa de Gijón, con arena seca y húmeda, compacta. Con estos tiempos para el medianito: 1:40/1:17/1:18/1:30 (en la última chocamos contra el muro). 

Anteayer, además, corrimos por el recorrido tranquilamente. Y es que ochocientos metros, casi un kilómetro, son todo un mundo para siete años que no han corrido más de 300-400 metros. Lo hicimos sin problemas, dosificándonos. ¿Que notamos ese temido flato? No hay problema, reducimos el ritmo e incluso andamos si es preciso, pero nunca nos paramos. ¿Que rompe una ola y que casi salta sobre nosotros porque hay marea alta? Nos paramos a verla, no hay prisa.

Y hoy a cenar ligero y a dormir pronto, que nos han dicho que si queremos correr rápido tenemos que dormir mucho. Mañana comida ligera y poca siesta, que a las 16:15 es la salida de ellos y hay nervios. Lo que no sé es cómo me las arreglaré para verlos salir, llegar e ir después hasta mi salida a las 17:00, a unos 2,5kms de la meta. Bueno, sí lo sé, corriendo/calentando con el dorsal puesto.

Aprovecho este último post del año para desearos una feliz salida y mejor entrada del que viene. Esperemos de corazón que sea un buen año año para todos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Menuda semanita


Después de ocho noches al fin ayer pudimos descansar todos en casa. “Enllegando” el otoño la solidaridad de las familias con niños pequeños para con los virus se torna proverbial a la par que es directamente proporcional al número de niños existentes en dicha familia. Y es que si un virus pasa despistado por la puerta se le invita sin más y acampa a sus anchas el tiempo que haga falta.

Al final tienen que venir los antidisturbios travestidos de amoxicilina a echar a unos incómodos okupas que se presentan como simpáticos mocos y devienen en unas otitis tocapelotas. Y es que la Convención de Ginebra solamente la tienen que ratificar el sistema inmunológico infantil, los EE.UU y otros países menores.


Todo esto tiene sus consecuncias sobre el des-canso que no lo es tanto. Madrugones, duermevelas, jugar a la oca, ver dibujos a horas intempestivas… cualquier cosa para que baje la fiebre.

Con este cuadro, los entrenos, lógicamente, pasan a un segundo plano, que hay que ahorrar fuerzas. Desde el puente de hace dos semanas sólo he salido cinco veces, un semirrodaje de 12 km a 4:54 (146ppm), una sesión de caña de España en la que batí mi MMP en entreno (10 km a 4:34) y…. ¡¡¡¡dos sesiones de series!!!!

Sí, compañeros del metal. Dos sesiones de series como dos cortijos después de un año. De momento han sido sólo tres repeticiones de mil metros con descansos de 1’:30’’. ¿Tiempos? En la primera: 3:46/3:59/3:58. En la segunda, con la lección aprendida: 3:51/3:54/3:46.

Mis fallos: sé que deberían ser más progresivas, pero el problema es que he hecho tan pocas que aún no sé dosificarme. Esto es de fácil solución, ya que se aprende. Como mi ritmo de competición es 4:11 (MMP en 10.000) esto significa que tengo que empezar más lento para poder terminar más rápido. Con esto podría incrementar el número ya que ahora son sólo son tres, pero hoy me he quedado con ganas de más, con lo que en próximas ediciones meteré una sesión más.

Ahora lo bueno. En las series que hice en 2011 las pasaba putas para bajar de 4 min/km . En estas dos sesiones he bajado holgadamente (3:54 y 3:50). En 2010 estaba por encima de esta barrera (4:07min/km).

En cuanto a las otras series, las que se ven con un cervezón y un plato de ibéricos, estamos enganchados a la séptima temporada de Dexter. Tenemos también en la nevera la segunda de Homeland y alguna más. A ver si con la cura de sueño recuperamos el tiempo perdido, que anoche nos quedábamos dormidos en el pincho de una pita.

viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Y tú no te mojas en bici?


Viernes laborable. Paros en el transporte público. Manta de agua. Colegios. Carreteras de acceso y calles de Madrid colapsadas.

El menda viene al curro (como siempre) en bici, sólo que con un cortavientos con capucha y un sobrepantalón. Tardo dos minutos más por ir más despacio por si la bici resbala. Llego y no hay nadie.

Pasa un buen rato y no llega nadie. Miro el reloj y no, no he llegado temprano, sino antes que los demás. Al rato empiezan a llegar con cuentagotas (nunca mejor dicho), como si el hecho de que llueva suponga una excusa para llegar tarde.

“¡Menudo atasco, cuánto llovía!”
“¡Uf el metro, puta huelga!”
“¡”Puta lluvia, cómo me he puesto, si llevaba paraguas”

Y la pregunta clave, con eso tono tan tocapelotas cuando, con soniquete de listo, te lanzan “y tú qué, hoy no habrás venido en bici, ¿no?”

“Sí, ¿por qué no?”

“Es que con la lluvia te puedes mojar” Menuda apreciación, es  una de las propiedades del agua. Podría  llover cerveza, pero no, hay que conformarse con agua.

Pues sí, he venido en bici, quedándome con ganas de decir “se viene de puta madre en bici cuando llueve y no me he mojado; no me he comido un atasco del copón (como tú), no me he mojado del coche al curro (como tú) ni del metro al curro (como tú), me ahorro la gasolina o el abono de transporte, la tintorería del traje lleno de barro y el gimnasio (no como tú).

De verdad, hay gente que por ir en bici te mira raro, incluso con compasión pero, teniendo la posibilidad ¿por qué no? Con mi burra de 16 kilos se mueve un cuerpo serrano de ochenta kilos; otros mueven dos mil kilos de acero para desplazar un cuerpo no tan serrano ¿Quién es el friki y quién el gilipollas? Eso sí, los folios que sean reciclados.

martes, 11 de diciembre de 2012

MMP en entrenamiento


Definitivamente me voy a pasar a las grasas saturadas. Puede ser que sean más malas que el tabaco que se mete Coentrao, pero para esto del correr son buenas no, lo siguiente.



Casualidad o no, hoy me he apretado un trozo enorme de Panetone de chocolate (“Panedoro” según la precisión de turno) cortesía del jefe y me he cascado después diez kilómetros a ¡¡4:24!!, sí, MMP en entrenos, rebajando mi anterior marca en cinco segundos, de 44:09 a 44:04. La anterior marca la hice cinco días antes de la carrera del CSIC donde hice 41:53 y me quedé a tres segundos de mi MMP oficial, por lo que a falta de ratificación oficial puedo aspirar con motivos fundados a rebajarla aún más.

Como buen español soy anárquico en la planificación y metódico en la ejecución, y es que la secuencia de los parciales ha tenido una frecuencia asombrosa:

Km
Parcial
            1
0:04:46
            2
0:04:29
            3
0:04:33
            4
0:04:03
            5
0:04:25
            6
0:04:16
            7
0:04:21
            8
0:04:23
            9
0:04:23
          10
0:04:25

He llegado, eso sí, roto. Salvo el primer kilómetro en que me he “probado” para decidir si me metía caña o iba más tranqui y el tercero en el que el perfil era cuesta arriba, el resto han estado en 4:21, y lo que es mejor desde mi punto de vista, la frecuencia (laps) ha sido asombrosamente estable teniendo en cuenta que es un recorrido urbano, con sus cuestas, sus perros y sus coches.

¿Pulsaciones? Dándolo todo, 154ppm, el 92% de mi FCmáx: 135, 143, 152, 152, 158, 159, 161, 162, 161 y 164.

Ayer, sin embargo, carrera algo más suave, a 5:00 durante nueve kilómetros y 140ppm (84% FCmax), que no tenía muchas ganas de forzar la patata.

¿Próximas carreras? Mapoma es un uno fijo, ya que París se ha caído de mi calendario. La que cobra enteros con uan fuerza inusitada es Lisboa, allá por el puente de la Constitución. Una media de quince grados, totalmente plano (increíble, pero en Lisboa se pueden sacar 42,195kms planos), a nivel del mar y una ciudad encantadora. Además se come de puta madre y la logística familiar es de lo más sencillo que puede ser con carnet de familia numerosa.. Entre medias ya se verá, puede que alguna media y algún 10.000, que este año me he salido (una media y tres diezmiles).

miércoles, 5 de diciembre de 2012

GArmin forerunner 405CX 5.0


Ayer recibí el Garmin que había enviado la semana pasada para que me lo cambiaran. Sí, sé que tenéis la sensación de que habéis leído esta entrada antes, y no me extraña, porque yo tengo la sensación de haberla escrito antes también, no una, ni dos, sino tres veces, sube la mano y grita gol, ooo, no hay dos sin tres..

Éste es el ¡¡quinto¡¡¡ que “estreno” en menos de dos años, y entrecomillo lo de “estreno” porque como comentó Javi sabiamente los piratas de Garmin han aprendido los modos trileros de los de Apple, ya que por lo visto reciben los cacharros viejos “que no tienen arreglo”, le cambian el plástico exterior, le ponen una pegatina a la pantalla, lo resetean, le hacen una reparación de verdad para que tire hasta que cumpla la garantía y, voilà, se lo mandamos a un pringao que se cree que es nuevo. Por obra y gracia del marketing, lo que siempre ha sido un recauchutado pasa a llamarse “refurbished”.


 Operario de Garmin reparando pulsómetros

En fin, de aquí a Julio que vence la garantía y espero que aguante.

Ayer, con la alegría por “estrenar” otro Garmin lo configuré con la seguridad que da la experiencia, y salí dispuesto a oír ese “Autolap” cada kilómetro. Cruzando la M40 vi una cola del copón en la salida de Ribera del Loira, ésa que está delante de la empresa italiana travestida de española que se está forrando a nuestra costa, perdón, que nos proporciona luz y calor ¿no era el astro rey quien nos lo brindaba?. En fin, que sigo corriendo pasando por entre los coches (puta manía española de pararse en un paso de cebra en un atasco, como si se nos fuesen a colar trescientos coches por no ocupar la posición). Conforme me acercaba al JC1 el atasco estaba a las alturas de las grandes noches europeas del Madrid, ésas que empiezan ya a adquirir un tono sepia por obra y gracia de Floren-timo y su cohorte de comepollas. ¿Qué pasa? Algún accidente.

A pesar de las dos porras que me apreté en el desayuno y que me recordaban contínuamente que soy mortal iba a buen ritmo, 4:35. Hacía mucho aire, aire del sur que trae agua y unos ocho grados más. Mantengo el ritmo, y me cuesta mucho en una cuesta arriba en la que la segunda porra se ancla a un olivo que tiene unas aceitunas como melocotones y tengo que arrastrarlo prácticamente. El churro del postre se engancha después en un castaño de indias (que están en plena recolección). EL ritmo sigue igual, incluso más vivo, ya que termino a 4:33 diez kilómetros, un tiempo cojonudo a pesar del viento y del homenaje en forma de churros.

Cuando llego al curro me entero que el atasco no se debía a ningún accidente, sino a algo más frívolo. Por lo visto a los de Samsung les ha dado por regalar hasta 50 pavos en gasolina a quien tenga un teléfono de esos caros. Vivir para ver, tenemos 500 pavos para gastarnos en un teléfono y luego tenemos que aguantar tres horas de cola para que nos metan lo que nos quepa (sin segundas) en el depósito. Alguno decía “es que tal y como está la cosa hay que aprovechar estas oportunidades”. Ya sé que es cuestión de prioridades, que cada cual hace con su dinero lo que quiere, pero quitarse de comer por tener un teléfono de 500 pavos tiene su aquel. Triste.