miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Qué buenos son los reyes!

Debo haberme portado la hostia de bien este año, porque los reyes me han dejado probar el GARMIN que me traerán el día 6 a pesar de mi republicanismo militante. Como las condiciones de venta a distancia en materia de devoluciones no contemplan que el reparto de sus majestades se aplace hasta ese día, ayer lo probé, previa configuración que me costó lo suyo; manazas que es uno y negado para esto de la técnica (así podéis ver lo simplón del diseño del blog).

Al final me salieron 11 kilómetros pelaos, a 5 minutos el kilómetro clavao, y eso a pesar de la lluvia que caía. Para refutar por enésima vez la Ley de Murphy que establece que “el momento en que se ponga a llover será aquél en que te encuentres más alejado de casa, y su intensidad será directamente proporcional al cuadrado de la misma”, cuando estaba en el JC1 se puso a llover intensamente. A ver, no es que hasta entonces los pajaritos cantaran, pero las nubes sí que estaban levantadas, y empezó a llover con ganas. Los pocos que corríamos en el parque nos saludábamos con un sentimiento de solidaridad y una sonrisa “from lost to the river”, de perdidos al río; total, ya estábamos mojados. Eso sí, ni viento ni frío… pero mucho agua en el suelo; alguno hasta avisaba de la inminente presencia de un charco, como si no los hubiera. Con lo miope que es uno, me los comía doblados.

En cuanto a las sensaciones del peluco, mejores de las esperadas. Medición precisa (joder, es un GPS), con una aportación de datos que, de momento, los considero anécdota (posición, dirección, altura, etc) pero a los que muy probablemente me acostumbraré. Eso sí, hay acoples técnicos que todavía hay que mejorar, como el movimiento por los menús, y es que uno tiene unos dedos que son morcillas. Ahora a ver si consigo conectarlo al ordenador para descargarme todos esos datos que desde fuera son innecesarios pero que para analizar tus frikadas son muy útiles.

domingo, 19 de diciembre de 2010

No a la Ley Sinde, Sin ve(rgüenza)

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Carta a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:
Este año me he portado muy bien.
Después de casi cinco años, mi Polar 200 se tiene que jubilar; eso sí que es cotizar poco, y no los 67 palos que, dicen los que saben, nuestra insigne casta política, por lo visto es la edad de jubilación a la que pretendemos llegar. La pantalla ya estaba perdiendo visibilidad (algunos “palitos” habían desaparecido), la comunicación con el pulsómetro ya no funcionaba también ni tan bien como antes (aunque en esto puede influir algo la pila) y la correa amenaza por romperse por tercera vez. Vamos, una avería de cuidao de sesenta pavos. En este tiempo he debido de correr con él algo más de 5.000 kms, con lo que puedo dar por amortizado el juguetito: juntos hemos pasado calor (poco) y frío (mucho). Hemos corrido por asfalto, aceras, parques, campo, playa, nieve, hierba y cinta.
A pesar de que el servicio técnico es rápido y eficaz (aunque tremendamente caro: el cambio de pila son 18 pavos, y es una 2032 que no cuesta más de 2-3 euros), he decidido cambiar de marca, más que nada porque estos de Polar se han subido a la parra o, más bien, no se han bajado de ella: pedir 500 pavos por un peluco con prestaciones notoriamente inferiores a las que ofrece la competencia norteamericana (Garmin) por 300 lerenles es, sencillamente, un ejercicio de soberbia propio de un antiguo líder de mercado al que le están mojando lo oreja un día sí y otro también. Para empezar, el GPS de Polar no está en el reloj, sino en un cacharrito que te acoplas al brazo y que va con pilas AA que, me imagino, se consumirán en dos ó tres salidas. El aspecto de la pantalla es igual que sus modelos antiguos; no ha evolucionado, las posibilidades de personalización son mucho más limitadas... y lo único que se les ha ocurrido a los perlas de Polar para limitar la pérdida de clientes ha sido crear una especie de Plan Renove con el que te descuentan el 10% al entregar el pulsómetro antiguo: ¡plas, plas, señores!¡qué gran idea!! Si me compro el RS800CX me agasajáis con un descuento de 50 pavos, 450 en lugar de 500 según vuestra página web… en fin, más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena, pero casi todos los runners que conozco se han pasado últimamente al Garmin, ellos verán. Por lo pronto, me ahorro 200 boniatos nada más empezar, más el gasto en pilas del cacharrito, que al cabo del año es importante. ¿Habéis visto cómo pienso en vosotros en esta "crisis-primavera" (según el Gobierno la crisis ha venido, y nadie sabe como ha sido, y ya empezamos a salir de ella, y es que el cambio climático es lo que tiene)?

¿Qué cuál es? El Garmin forerunner405CX, un peluco azul. Por si no lo conocéis, os mando una foto.







EL GPS, integrado en la esfera, permite descargarse al ordenador rutas realizadas, con perfil altimétrico, hacer estudios por tramos, ritmos de subida, bajada, correr con ese “amigo invisible” que todo niño tiene… y un montón de historias más que sólo los muy frikis, analíticos y aburridos podrán investigar. Por mi parte, me quedo con estas que comento y alguna que se me olvida; y no es que no quiera, pero el día tiene 24 horas y uno tiene muchas cosas que hacer.
Evidentemente no me va a hacer correr más; para eso tendría que comprarle unas pirulas a Marta Domínguez, pero sí me va a facilitar el análisis de mis tiempos; al antiguo ya le fallaba la calibración, y un margen de error "tolerable" del 2%-3% implicaba que el análisis de los tiempos no fuese tan preciso como antes, de ahí alguna que otra sorpresa (en todos casos, agradables) con los tiempos de competición.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Corriendo en la niebla

El lunes de la semana pasada salí a correr muy temprano para ser invierno, a eso de las nueve. No hacía apenas frío (unos diez grados), y había muchísima niebla. Entre eso, la escasa gente (sólo algunos runners, pocos ciclistas y algún flipao de las maquetas de los coches) y que todos los parques de Madrid están literalmente hasta arriba de hojas (manías que tienen los árboles de tirar sus hojas en otoño, habrá que multarlos a ver si recaudamos) porque nuestro querido hay-untamiento ha decidido prescindir de la recogida de hojarasca para poder pagar alquileres como el de la Consejería de (sus) Asuntos Sociales de la Botella en Ortega y Gasset, por momentos parecía que uno estaba corriendo en medio de una de esas idílicas escenas en las que Megan Fox o Matt Damon (según preferencias de cada cual/a) se entrenan en la enésima película de espías infiltrados en células islamistas en su paso previo por la Academia “señor-sí-señor” de turno.

Pero no, ni el JC1 es Fort Knox y su bosque adyacente ni uno es Matt Damon (que más quisiera Matt). Pero las hojitas son las hojitas, y las manías que tienen las hojitas es que tapan la mierda… y el agua. Menudos charcos que estoy pisando últimamente con el rollo de las hojitas.

Mientras uno va corriendo encima de ellas queda hasta peliculero el crepitar por las hojas, que se oye más de lo habitual porque no hay casi nadie por los parques; la sensación es agradable, de no ser por la posiblidad de que haya una mina de racimo en forma de charco en lugar más inesperado. Después del tiempo soleado-quince grados-sin viento, la niebla quizás sea el mejor para correr (por lo menos es el que más me gusta): no hay viento (la niebla se genera, entre otras cosas, por la ausencia de viento), no hace tanto frío, la humedad hace que no te deshidrates (y que se te reseque la piel) y los tiempos son algo mejores por la baja presión ambiental. Reconozco que las dos últimas entran de lleno en el campo del truchismo puro y duro, pero son ciertas.

En cuanto al plano meramente deportivo, entre la semana pasada y ésta he realziado tres salidas largas, de 15 a 17 kms, a ritmos relativamente tranquilos (140ppm) y otra más corta, pero con los mismos ritmos. Aprovechando el buen tiempo (más bien con la excusa del buen tiempo), he aprovechado para disfrutar de la carrera. La calidad y las series lo dejo para el año que viene, fun, fun, fun.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Yo me dopo, tú te dopas, Marta se dopa

Lo reconozco, me dopo.

Antes de hablar, hay que documentarse.

http://es.eurosport.yahoo.com/03042010/47/curiosport-cerveza-mejor-doping-correr.html

si al final va a ser verdad que lo que te sienta mal es el bocata de carne con tomate que te comes a las cuatro de la mañana...

Corriendo bajo la lluvia

Menuda racha que llevamos de fines de semana y puentes con mal tiempo. No se libra ninguno; el día de antes empieza a nublarse y lluvia todo el fin de semana/puente. El último día, por la tarde, se abre el cielo y buen tiempo… hasta el viernes siguiente por la tarde.

En este puente tan entrañable, en el que los PCM (putos controladores de mierda) nos han felicitado como nos tienen acostumbrados las inminentes fiestas, he salido dos veces a correr, las dos salidas largas (la verdad, no me apetecía sesiones de calidad ni series, sólo trotar). Las dos a una media de 139ppm, 13 y 15 kms, troticochineo a 5:00 y 5:10 respectivamente. Dado el estado del tiempo, salí con cortavientos y gorra (en el bolsillo), mojándome en la primera salida, sobre todo a la vuelta, en un tramo de no más de 500 metros que empezó a caer mucho agua. El resto del recorrido, por momentos llovía, pero más bien poco, sin viento, y lluvia muy fina que no llegaba a calar.

La reacción lógica de una persona de secano ante la lluvia es la de recluirse en casa y suspender toda actividad externa hasta que amaine el temporal; parafraseando a los insulsos de “Cruz y Raya” si hay que salir se sale, pero salir pa’ ná es tontería.

Cuando corres, al principio, la reacción es idéntica; normal, no vas a cambiar un hábito adquirido por otro más nuevo. Además, cuando escampe se puede salir. Poco a poco “te la vas jugando”: sales aunque esté nublado; continúas saliendo aunque pinten bastos… hasta que un día el agua te pilla con el culo al aire y normalmente en el punto más alejado de tu recorrido, evidenciando una vez más la plena vigencia de las Leyes de Murphy. Dado que ya estás jodido/mojado tienes dos opciones:

1.- Joderte y mojarte.
2.- Disfrutar y mojarte.

En los dos casos vas a llegar calado a casa, así que lo mejor es “relajarse y disfrutar”. Como dicen los runners más veteranos, “la lluvia no jode, acompaña”, si bien es cierto que algunas compañías terminan jodiéndote.

Además, la mojadura que jode no es la que te cae del cielo (ésa se seca con el aire y se evapora hasta un límite), sino la que está en el suelo… parece una gilipollez, pero pisar un charco es mucho peor que la lluvia, toda vez que te mojas la zapatilla (y el pie, y el calcetín), y éso sí que no se va a secar hasta el final, pudiendo, además, provocarte una linda rozadura.

Después de tu primera mojadura te das cuenta de que te hace falta un cortavientos para “esos días”, que, posteriormente, te das cuenta que se pueden aprovechar en días de frío intenso para atenuar la sensación térmica. A partir de 25 lerenles empiezas a encontrar cortavientos decentes, existiendo una relación directa entre precio y calidad. Los modelos más sofisticados tienen una cantidad de bolsillos que McGyver fliparía, para el aifon, las llaves, documentación, PSP.

También es bueno agenciarse una gorra adecuada (las hay de GoreTex), ya que el agua sobre la cara mientras corres es un poco desagradable, ya que pareces un japonés estreñido después de una semana sin cagar (si, además eres miope y corres sin gafas entonces eres Cíclope).

Y cuando llego a casa…

Sorprendentemente no estás tan mojado. Si has salido con mallas lo más probable es que no hayas tenido sensación alguna de frío de la lluvia sobre las piernas, ni que estén apenas mojadas (con el calor que desprendes, la lluvia se evapora). Si, además, has corrido en un parque con bastantes árboles seguro que te han resguardado bastante del agua y del viento que le acompaña.

Por cierto, las zapatillas no se secan poniéndolas encima de ningún radiador ni metiéndolas en la secadora ni salvajadas por el estilo. Te cargarás las gomas, y cuando te las vuelvas a poner amortiguarán lo mismo que una olla exprés. Mejor que se sequen solas, en un lugar seco y, a ser posible, aireado.

Pero bueno, todo esto vale si la cantidad de lluvia es “normal”; si está jarreando te vas a mojar de todas formas, así que si te pilla por ahí, empieza a leer por el principio y si te pilla en casa espérate.

Como dice un amigo, “Uno no corre cuando hace frío, calor o viento, sino que cuando corre hace frío, calor o viento”. La frase es un poco legionaria, pero hay que reconocer que está bien.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Corriendo con frío

Menudo frío que hacía ayer cuando salí a correr. Un grado bajo cero de mínima, y cinco ó seis de máxima. Al menos, la sensación térmica no era tan baja; sol y poco viento hacían agradable la mañana para correr, salvo por el “pequeño olvido” de los guantes. Al final hice catorce kilómetros a 4:50, con 138ppm; troticochineo en estado puro, con los puños encogidos gran parte del camino por el frío y con las gotas de sudor condensado en las sienes de lo poco que corría. El estanque de Villarrosa presentaba una capa de hielo que evidenciaba la helada de la noche, al igual que la hierba blanca, sobre todo de las zonas en penumbra.

Y es que al correr en invierno y con un frío mesetario como el que hace requiere otra equipación. O más que otra, más. Aparte de las mallitas (que, según gustos, pueden ser más o menos tupidas), el tren superior (lo que viene a ser el pecho), requiere una mayor protección. Es más eficaz, y por tanto preferible, la multicapa, que, como su propio nombre indica, se trata de varias capas de ropa. Con una camiseta térmica de esas julandronas pegaditas y otra de manga larga también térmica (de a 25 lerenles en el Decartón) es suficiente en principio. Luego, y a gusto del consumidor, alguna camiseta más entre ambas y/o cortavientos, que abrigar no abriga, pero quita precisamente ese viento del norte tan jodido.

Otros elementos útiles que no abrigan pero que quitan sensación de frío (y que por tanto ayudan) pueden ser unos calcetines más largos. No es que tengas que ponerte unas medias de futbolista, pero unos calcetines un poco más altos te evitarán esa sensación de frío en los tobillos que tienes con unos calcetines sin caña. También quitan frío unos guantes de los finos (a seis euros), y un gorro (o gorra, si llueve o nieva), sobre todos en días de nieve como hoy, que te quitan gran parte de los copos que irían a los ojos y no te mojas del todo la cabeza. . Una braga/pañuelo en el pescuezo te pueden ayudar a prevenir posibles faringitis. Lo de las zapatillas de invierno (con goretex) y verano lo dejo para los parchositos y los que hacen trail; en un parque hay pocos charcos que pisar, y siempre se pueden evitar (por mucho que digan mis enanos), y por lo general el drenaje no es tan malo como para que nos pongamos hasta arriba de barro (salvo error).

Una forma rápida de resumirlo es añadir/quitar una capa por cada diez grados. Tomando como “referencia ideal” veinte grados centígrados, con diez llevaríamos una camiseta de manga corta y otra larga, y con cero (ni frío ni calor ;)) otra más. Pero bueno, esto es todo muy genérico, y al final depende de las sensaciones de cada uno.

Cambiando de tema, ¿a que no sabéis que esta noche juegan el Barsa y el Madrid? La madre de todos los partidos, el partido del siglo, choque de trenes… tópicos al margen, me tranquiliza bastante que Zapatero (por una vez) se haya mojado con un pronóstico… 4-2, lo mismo que lo que espera que crezcamos, un 4,2% (cortito donde los haya, se aprende un número y con eso va al G-20, a comprar 4,2 kilos de patatas o al palco del Nou Camp), así que sabéis, será todo lo contrario, un 2-4 (ó -2,4%).

lunes, 22 de noviembre de 2010

Leyes de Murphy

Definitivamente las Leyes de Murphy son inexcrutables, sobre todo ésa que establece que si lavas el coche después de nosécuántosmeses, al día siguiente llueve. Bien, eso me pasó la semana pasada, pero con la bici. La dejé como una patena, incluso la cadena, piñones y platos, que limpié a conciencia (recomendable el uso para estos menesteres de toallitas, mucho mejor que los desengrasantes que te venden los del Decartón a precio de Reserva de Rioja y contaminan muchísimo más). Creo que nunca habían estado tan limpios (salvo cuando estaba nueva). ¿Qué pasó? Pues eso, que al día siguiente llovió, y vuelta el barro a la bici… en fin, como sólo se trataba de barro manguerazo al canto, y a correr.

Semana deportiva en línea con las anteriores, salvo que sustituí el troticochineo de fin de semana por una salida en bici de un par de horas, descansando con ello las rodillas y trabajando los cuádriceps; vaya a ser que me pase lo mismo que a Zapatero con Aznar, que el único comentario que le dedicó sobre la cumbre del G-20 es que no tenía cuádriceps. Me parece demasiado genial la frase como para venir de quien viene, cortito y limitado donde los haya (vamos, un border-line en toda regla); pienso que se trata más bien una casualidad que un certero análisis que lo más destacado haya sido su carrera con Cameron que lo que pudo hablar (poco) en la cumbre de Seúl o en la de Lisboa de la semana siguiente (impresionante –por lo risible- su foto tipo Wally entre Obama y Cameron que apareció en El País).

Dos sesiones de caña controlada a 4:30 y 4:40 (con viento, y algo de barro por la lluvia previa) y algo más de 40 kms en bici en casi dos horas. Este mediodía, carrerita por el JC1 con un tiempo espectacular para correr, diez grados, sol, casi nada de viento y sin domingueros culocentristas. Impresionante.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Rompiendo barreras

Llevo un par de semanas ó tres en las que los rodajes y sesiones de calidad me están saliendo mejor de lo habitual, sin haberlo planificado y,lo que es mejor, sin que los condicionantes de pulsaciones por minuto se eleven.

Por ejemplo, los rodajes largos, troticochineo puro y duro durante una hora/hora y cuarto, los estoy haciendo a 4:45/4:50, con unas ppm de 137-138, el 75% de mi frecuencia cardiaca máxima. Las sesiones de “calidad”, 40-45 minutos, caña controlada, me salen ligeramente por debajo de 4:30, y las ppm se sitúan en torno a 150, es decir, el 85% de dicha FC. En cuanto a las series (de mil metros), la media está en 3:59, y las ppm, lógicamente, se van hasta los 160-165ppm, lo lógico.
Estas mejoras, en mi caso, curiosamente, se producen justo a continuación de alguna carrera, en las que, hasta ahora, las marcas han sido mejor de lo previsto, presumiblemente por subestimar el efecto dorsal (o manada, según el grado de frikismo del que lo describa). Al correr, cada vez que se rompe una barrera temporal, otra mental cae. Por ejemplo, hace un par de años me parecía utópico bajar de 04:30 en los 10.000, y ya el año pasado bajé a 04:24, y éste a 04:14. El grado de esfuerzo es similar, pero algo cambia en la azotea como para que algo que veías antes como límite inferior se convierta en el superior en el siguiente intento.

Tampoco es que haya corrido muchas carreras (cinco en total, tres medias y dos 10.000); me da pereza perder una mañana para correr un ratito y encima pagando, pero justo a continuación de todas y cada una de ellas noto una mejora de unos cinco segundos en entrenamientos.

Por supuesto que de estas observaciones no hay que sacar conclusión alguna; llevado al absurdo implicaría afirmar que, por ejemplo, corriendo 12 carreras más podría llegar a la mínima para Londres 2012, y para absurdo ya tenemos a los tertulianos de nuestras queridas televisiones. ¿La próxima carrera? Ni idea, supongo que algo antes de la primavera. Si conocéis alguna San Silvestre o similar en Gijón o en Córdoba comentádmelo, por favor.

En cuanto a la semana deportiva, esto se traslada a una salida larga de quince kilómetros a 4:50 con 137ppm, otra de “calidad”, 9 kms A 4:29 y otra de 9 kms a 4:40, con viento y suelo mojado, que en un parque hace que vayas más lento. Con nueve grados a mediodía, y a pesar del sol, definitivamente la manga corta la olvido hasta verano, y las mallitas no me las quito en una buena temporada. Fun, fun, fun, se acerca la navidad… Para los amigos del metrosexualismo, deciros que una crema hidratante en invierno es muy útil; no te deja la cara como a la Belén Esteban en un nuevo episodio de “no sin mi Andreíta”.

martes, 16 de noviembre de 2010

Hat-trick (no da) soluciones deportivas

Mi MMP que realicé la semana pasada no ha tenido registro oficial porque los encargados de certificarla oficialmente no han sido capaces de constatarla. Tampoco es que pueda hacerle sombra a etíopes, eritreos o tanzanos, pero, coño, mi marca es mi marca.En casi todas las carreras del siglo XXI los corredores se tienen que atar a la zapatilla un chip que, una vez que pasa por un arco detector, valida el tiempo de paso. Normalmente hay más de un arco a lo largo de la carrera, con objeto tanto de verificar que los corredores realizan el recorrido completo como ofrecer información de tiempos de paso intermedios.

Después de cuatro días, dos mensajes de correo electrónico y una llamada, se dignaron en contestarme (supongo que para cumplir con los requerimientos de alguna certificación ISO o similar, por no dejar incidencias sin contestar… otra cosa es que la contestación sea eso y no una constatación, como así fue). Veamos la respuesta:

Hemos comprobado las clasificaciones y nos aparece una incidencia con tu chip

Bien, machotes, por eso os escribí (y llamé), porque había una “incidencia” ya que no aparecía en las clasificaciones.

es posible que no estuviera bien colocado y no lo ha detectado en el punto de meta por lo que no aparece en las clasificaciones.

¿cómo es posible colocar mal un chip? Que yo sepa existen varias opciones:

1.- Que yo vaya a la velocidad de la luz; de esta forma, el haz del láser de la línea de meta no podría haber leído el chip. Hombre… he mejorado bastante, pero tanto… prepárate Gebre, que en Londres 2012 la medalla de oro es mía.
2.- Que, en lugar de tenerlo en la zapatilla (que es donde lo tenía), o en el brazo (que es donde se lo ponen algunos, aprovechando el brazalete del IPOD), lo ingieras vía oral, nasal o rectal; en cuanto a las dos primeras tienes el problema de que no pasa por la traquea, y en cuanto a la segunda.. va a ser que no; ni el rumor del viento ni el bigote de una gamba.
3.-La más inverosímil de todas: que el chip esté defectuoso. Inverosímil porque implicaría reconocer un error propio y pedir disculpas. Al menos “sienten las molestias”.

Pero vamos a ver, almas de cántaro, ¿Qué estaban haciendo los jueces en el km9, en el estanque del Retiro? A mis 170 ppm yo los escuché decir números (dorsales) y apuntarlos; entiendo que en la meta también habría ¿no? Si el que entró el primero le falla el chip ¿se jode? Entiendo que no… la utilización del chip en las carreras es una aplicación estupenda, toda vez que permite extraer tiempos netos y mitigar el error humano de los jueces. Pero de ser un medio muy útil a convertirlo en un fin en sí mismo hay un abismo ¿no?.

Sinceramente, viendo la celeridad con la que han respondido y la (descuidada) sintaxis empleada, se me han quitado las ganas de correr con estos “organizadores”. No obstante, el año que viene seguro que se me ha olvidado y, como es por una buena causa, me apuntaré igualmente.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Nuevo récord 10.000

Impresionante la Carrera BBVA del domingo. Mañana perfecta para correr: fresca, con sol, sin viento. El recorrido también idóneo, desde Castellana hasta el Retiro, pasando (poco) por Chamberí y el Barrio de Salamanca, bordeando el Retiro y circuito dentro del mismo, entrando por la Puerta del Ángel y pasando por el estanque para terminar en el Paseo de Coches. Si, además, la finalidad es solidaria, mejor todavía.

La Carrera, homologada por la RFEA, tenía un perfil descendente en su mayor parte, salvo algún repecho en Velázquez y Juan Bravo, más el zarpazo final de Alfonso XII y entrada al Retiro.

A pesar de llegar algo justo de tiempo, y una vez recogido el chip, visita al ropero y meada de última hora, me pude colocar en una buena posición, justo en el cajón de los 40:00. A pesar de los embotellamientos de la salida, el primer kilómetro lo hice en 04:04, más rápido de lo que esperaba, por lo que bajé un poco el ritmo, hasta moverme en una media de 04:15 durante los cinco kilómetros siguientes. Paso el 5 km en 21:00 clavados, por lo que me quedan 22 minutos para hacer el otro cinco mil. El sexto y el séptimo, aún metiendo caña, empiezo a reservarme, 4:15 de media: las pulsaciones se van hasta 165-170 ppm, y eso que aún no he subido nada. En el octavo, en plena cuesta de Alfonso XII y entrada al Retiro por la Puerta del Ángel, la asadura se me pone en la garganta y me voy hasta 175 ppm, bajando un poco el ritmo, hasta 04:24 cuando había previsto 04:40/04:45. Llegados a este punto, empiezo a observar que empiezo a adelantar a muchos corredores; nadie me adelanta, por lo que parece que la dosificación ha sido la correcta. Una vez en la Plaza del Ángel Caído, los ritmos se recuperan, haciendo los dos últimos kilómetros en 04:09, permitiéndome el lujo incluso de esprintar los últimos 500 metros. Tiempo total de 42:15!!!
¿Es mucho, es poco? Bueno, vamos a analizarlo en relación al resto de corredores. La posición final, en torno al 325 de 7243, supone estar en un percentil 96; speaking in silver: el 96% de los que terminaron lo hicieron con un tiempo superior al mío. Aunque, para ser más purista, habría que ponerlo en relación a mi categoría, Veterano A Masculino (sí, como el Brandy Veterano, ese grupo de edad de 36 a 45 –por el culo te la hinco-): 141 de 2248, en cuyo caso no cambia mucho, percentil 95.

¿Hay margen de mejora? En términos absolutos, sí (un minuto, dos minutos, quizás tres), pero en términos relativos, pocos (al menos estadísticamente significativos). Es decir, trabajo específico: series (largas y especialmente cortas, de 400 metros), y progresivos controlados.

Viendo los tiempos de otros corredores, pienso que el próximo objetivo sería bajar de 41:00, acercándome a la frontera de los 40:00. Está claro que los 42:00 están ahí. El ganador entró en algo más de 32:00 (por lo general está en torno a 30:00), por lo que se puede concluir que, a pesar del perfil aparente, no es una carrera precisamente rápida. Siendo un poco más sistemático con las series y con los ritmos controlados es más que probable que en primavera lo consiga.
El único pero, el organizador, hat trick eventos (chapuzas) deportivos, al que le dedicaré el próximo post, ya que hasta ahora ni ha publicado mi tiempo ni creo que lo vayan a hacer. Después de cuatro días dicen que tenía mal colocado el chip. Si alguno sabéis cómo es posible tener mal colocado un chip en una carrera (salvo tenerlo dentro del cuerpo), que me ilustre.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Correr en Otoño

Otoño es una época perfecta para correr. Después del verano, las temperaturas más bajas, el ambiente más fresco y, porqué no, cierto “monillo” por la menor actividad del verano hacen que se tome con ganas el ejercicio. Esto hace que cada fin de semana haya multitud de carreras, casi todas ellas con gran éxito de participación.

De hecho, la “temporada oficial” empieza en Septiembre, como la Liga, teniendo dos picos en torno a Noviembre y Marzo/Abril, con un valle de mediados de Diciembre a mediados de Enero.

Aprovechando esta climatología, se puede meter caña, por lo que es buena época para sesiones de calidad (carrera sostenida larga, en el entorno del umbral anaeróbico) y series (ya que no te enfrías durante los momentos de “descanso”). Además, las salidas largas se aprovechan al máximo, ya que no hace tanto calor como para deshidratarse ni tanto frío como para tener que llevar multitud de capas que lo que hacen es mitigar (pero no anular) las condiciones exteriores.

También es una buena época para empezar o volver a correr. Todavía están presentes los “excesos” del verano pululando en el lomo o la cintura, con lo que junto con la estupidez humana de iniciar cambios al inicio de año, de primavera o vuelta de vacaciones (¿será que nos afecta el cambio estacional?¿no éramos seres racionales, de los que toman las raciones en los bares?), tenemos el cóctel perfecto para cambiar de hábitos.

La mayoría de los corredores tratamos de correr en un parque, por aquello de respirar aire menos contaminado y porque por lo general el firme es de tierra, que como sabéis castiga menos las rodillas. Con la luz tan clara de estos días, y saliendo de tres a cuatro veces a las semanas, a nada que seas mínimamente observador te vas dando cuenta de cómo las hojas de los árboles van cambiando de color prácticamente de un día para otro; del verde al amarillo, naranja y marrón. Todavía aguantan en el árbol, pero un día con viento hace que al día siguiente desaparezcan. Y tú, como los jubiletas que siguen las evoluciones de las obras públicas, lo contemplas a diario. Con las incipientes heladas mañaneras los aromas se acentúan a mediodía, con las temperaturas que aún suben hasta 20 grados.

En cuanto a mi reciente semana deportiva, se reduce a tres de salidas, una larga de quince kilómetros a 4:45, con 138 ppm y a nivel del mar (muy bien, es lo que tiene vivir en la Meseta, que co el entrenamiento en altura se mejora enormemente cuando salimos), y dos de calidad, la primera a 4:40 y la segunda a 4:35, ya con las PPM ligeramente por encima de 150.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Amanece tan pronto...

El cambio horario del fin de semana ha posibilitado que nuevamente salga a correr con luz por las mañanas, aunque no sé cuánto duraré por una cuestión térmica. Esta semana las temperaturas han subido, y eso hace que sea agradable salir a correr, a pesar del madrugón, con unos 10º a esas horas tan entrañables.

Este fin de semana tengo carrera, un 10.000 que espero realizar en torno a 43:00, frontera de la que no espero bajar (hay que ser realista), pero a la que sí me acercaré. Quién sabe; si me encuentro bien, me toca un buen sitio en la salida y no se ponen muchos gilipollas en el cajón que no le corresponde es asequible. En casi todas las carreras, en la salida hay “cajones” por tiempos previstos, es decir, se pretende agrupar a los corredores que aspiran a un determinado tiempo para que no entorpezcan a los que aspiran a un tiempo mejor y para que vayan (más o menos) con gente de su nivel, posibilitando con ello que la marca sea mejor. Pero no, hay gente que ve esos numeritos y se piensa que es la parada del autobús o la edad de la vecina del quinto, y ahí que se ponen.

El perfil de la Carrera es, en general, descendente, desde Castellana hasta el Retiro, teniendo en torno a 1,5 km de subida al final por aquello de que el desnivel no ha de ser muy amplio para poder homologar la prueba. La verdad, no tengo muchas referencias competitivas recientes, porque desde Abril (MAPOMA, MMM) no he participado en ninguna carrera.

En estas carreras, la verdad, tu tiempo depende en gran medida de cómo te coloques en la salida y de tu estrategia de carrera. Dando por hecho que has tenido una preparación acorde a tus posibilidades (que puedas correr un sub40, sub50 es indiferente), el plus de mejora te va a venir por estos dos factores.

En cuanto a la colocación, si llegas tarde a la línea de salida te vas a encontrar con mucha gente delante, a muchos de los cuales tendrás que adelantar en cuanto puedas, perdiendo bastante tiempo en estas maniobras hasta que la carrera se abre, normalmente hacia el primer kilómetro. Por ejemplo, si vas a bajar de 45:00 y el primer minuto lo haces en 05:30, te queda bajar un minuto en los nueve kilómetros siguientes, lo cual es posible, pero te obliga a meter más caña que si iniciaras un ritmo determinado y lo incrementases poco a poco. Si te quieres evitar este problema no te queda más remedio que madrugar.

En cuanto a la segunda sí que depende de uno mismo y del autoconocimiento de los límites de cada uno; de nada sirve ponerte a correr como un loco a la salida siguiendo un ritmo de otros corredores que no vas a poder mantener durante diez kilómetros. Mejor dejarlos marchar y buscar al tío del globo o a algunos cuyo ritmo sea parecido al que tú aspiras o incluso menor, por aquello de superarte. Diez kilómetros se pueden convertir en una ultramaratón si ves que a los dos kilómetros estás reventado. Además, al final lo más probable es que te dé por apretar, más que nada porque casi todo el mundo lo hace, y por orgullo te dejas llevar, y para eso no hay que llegar fundido. Cuidado con acelerar demasiado pronto; mil metros son muchos si corres a toda hostia, y más si te encuentras una cuesta arriba, en cuyo caso pensarás que estás en pleno Tourmalet. Aprieta, pero poco a poco, de tal forma que puedas mantener el ritmo fuerte y que los últimos 300/400 metros puedas (ahora sí) esprintar.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Juegos de niños (y niñas); leyes de adultontos (y adultontas)

Segunda vez consecutiva que me salgo de la temática habitual del blog.

Acabo de leer una noticia que, una vez más, valida la frase mítica de Einstein: “sólo hay dos cosas absolutas: el infinito y la estupidez humana”. Pues bien, dado que la primera no hay que demostrarla día a día, para la segunda no hace falta nada más que irse a nuestro Congreso. Allí, nuestros próceres, ésos/ésas de Visa Oro para gastos sin justificar a cargo de todos nosotros (incluidos jubilados sableados por el último Pensionazo), han decidido que, como la crisis no tiene remedio, mejor dedicarse a otra cosa que sí pueden solucionar. ¿La Alianza de Civilizaciones? No, ya está pasada de moda. ¿La Economía Sostenible? No, que todavía no hemos sido capaces de definirla y se nos vería el plumero. Hoy le toca el turno a… tachán… los juegos de los niños en el patio del colegio, que, al parecer, no son políticamente correctos. Sí señor. Por favor, leed esto…

http://www.elconfidencial.com/sociedad/congreso-medidas-evitar-juegos-sexistas-colegio-20101027-70989.html

Sinceramente, pienso que se han puesto a hablar de ésto en un receso de la tramitación de la Ley Antitabaco, donde han aprovechado para fumarse toda la producción de hachís de la vertiente sur del Rif. Lo kafkiano no es que se proponga (que también), sino que llegue a debatirse. ¿Van a controlar a qué juegan niños de cuatro años? Si no quieren jugar a lo que la “policía política” les diga lo que es políticamente correcto ¿me van a multar? “Oiga, que hemos visto a su hijo jugar con un cubo y una pala, y como ese juego reproduce el rol masculino de Ingeniero de Caminos le vamos a poner una multa del copón” ¿Vamos a llegar a eso? Si, jugando al fútbol, un niño, en una carga legal, empuja a una niña ¿lo empapelarán aplicándole la Ley de Violencia de Género y le pondrán la pulsera GPS ésa?. Si una niña se quiere disfrazar de princesa ¿la llevamos al psicólogo y la disfrazamos de torero para quitarle el trauma sumiso que sin duda tiene?.

Me da que tienen demasiado tiempo libre en el ¿trabajo?, a pesar de los cinco meses de vacaciones que tienen y jornada laboral de martes a jueves (a mediodía, por supuesto, se cierra la sesión).

Desde luego, hay que ser gilipollas. Aunque, sinceramente, viendo que al frente del Cuerpo Diplomático hay una persona cuyo único mérito ha sido perder unas primarias a la candidatura de una alcaldía (siguiendo órdenes del jefe, ¡señor, sí, señor!) y que ha suspendido más de una vez las duras pruebas de acceso al mismo, iguales para todos (y todas) se puede entender las ocurrencias de quienes nos gobiernan y nos pretenden gobernar, que ahí están todos en el ajo. Veteranos y noveles.

martes, 26 de octubre de 2010

No al canon

Hoy me voy a salir un poco de la temática habitual del blog, para mostrar mi satisfacción por lo que parece va a ser el final de un atraco a mano armada por parte de la SGAE y demás entidades gestoras de derechos de autor (Agedi, Aie, Cedro, Egeda, Dama y Aisge) que, incomprensiblemente no reciben tantos palos como la entidad presidida por el “artista” de Teddy Bautista.

Después de seis años, seis, y debido a la sentencia del Tribunal Supremo de la Unión Europea con sede en Luxemburgo se declara ilegal el derecho de pernada digital (perdón, el canon, no sé qué imagen me habrá venido a la cabeza). Seis años en que todos hemos sido considerados no ya presuntos culpables, sino culpables a secas por comprar DVDs, CDs, MP3, discos duros multimedia y demás dispositivos. Seis años en los que nos han multado tantas veces como compras hayamos realizado. Normal, nos compramos un disco duro multimedia de 1,5 terabytes para piratear la última película de la ministra González-Sinve(rgüenza), metiéndonos el sablazo por si acaso. El botín, cómo no, se lo reparten entre cuatro amigos y lo dedican a negocios poco confesables y a promocionar la cultura comprando palacetes por todo el mundo, intermediarios de por medio. Como James Cameron no está afiliado a la SGAE no ve un duro por el pirateo de Avatar ¡se siente!.

Reconozco que he pirateado, pirateo y piratearé. Perdón, he "compartido de forma privada sin ánimo de lucro", que si entre los pocos lectores que tengo hay un antiguo "artista" que quiere vivir como un rentista me fusila. Pasado, presente y futuro. Pirateaba primero con dos radiocasetes (callados como putas mientras sonaban canciones como “The Final Countdown” o “True Blue”), luego con la doble pletina, CD a cinta, CD/DVD y mp3, avi, wma o lo que sea. El punto de máxima aceleración se produjo con la aplicación de este canon, como a la mayoría de los que piratean: si, como en Minority Report, nos castigan por lo que vamos a hacer…hagámoslo, no seamos gilipollas.

Pero también hago fotos, muchas, unas 3.000 al año, con un tamaño medio de 4 mrgas fotos más vídeos. El tamaño total no es mucho, pero, tengo la manía de guardar al menos dos copias de cada fichero en dos discos duros distintos, por eso de que se pueda joder el disco duro y te quedas sin esos recuerdos tan presentes que son las fotos. Así que, aparte de la memoria de la cámara he tenido que pagarle dos cubatas en copa balón a los parásitos de la SGAE (doce euros por disco duro).

Desafortunadamente, el Tribunal sólo reconoce ilegal el cobro a empresas e Instituciones por cuya actividad no se presuponga que se vayan a vulnerar los derechos “de autor” ¿sabíais que el Ministerio de Justicia es la Institución que más sufre este sablazo por la obligatoriedad de grabar todos los juicios que se celebran en España?. Y aquí está el problema: los propietarios de yates de Miami, que tienen su corazón partío, ya están diciendo que si éste se elimina “no quedará más remedio que subírselo a los particulares”
ver http://www.eleconomista.es/cultura/noticias/2543092/10/10/La-SGAE-pierde-el-60-del-canon-digital.html. Con un par. Aunque, conociendo la picaresca española ya sabemos lo que van a hacer muchos para no tener que pagarle las copas a los mamoncines de turno. Factura a nombre de la empresa, que, además, desgrava. Y si no, las webs británicas terminarán de consolidarse. Además, la libra está por los suelos, con lo que el tipo de cambio es muy interesante, a pesar de los portes (que, además son gratuitos para pedidos superiores a una determinada cantidad).

Mientras tanto, seguiremos siendo culpables. Pues a descargar mientras que la ministra busca una “alternativa para España”. Mientras tanto, seguiremos aguantando la cara de gilipollas con noticias como ésta: http://www.eleconomista.es/espana/noticias/2548771/10/10/Quien-vive-ahi-Tedyy-Bautista-el-presidente-de-la-SGAE.html.

Por cierto, si sabéis cómo se puede poner en formato molón estos vínculos (por ejemplo, que pueda escribir “el canario feliz” en lugar del copiapega de la noticia).

Saludos a todos.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Viento del Norte

Este fin de semana se ha dejado notar un ligero viento del norte que anticipa la llegada del invierno y de sus temperaturas gélidas; aunque hablando con propiedad se trata de viento del nordeste, que todo lo que viene de Rusia o es malo o es desangelado. Queda declarado, pues, el fin del veranillo del membrillo.

Nos acercamos al Día de los Santos, y en muchas casas ésa es la fecha para sacar el brasero o poner la calefacción, ya que hasta entonces la influencia esteparia apenas sí se hace notar. El sol ya no calienta como hace un par semanas, sino que incluso se busca para calentar las espaldas expuestas a la intemperie, amortiguando la sensación de frío.

A pesar de que se me escapó apuntarme a la carrera del CSIC, mítica en el calendario madrileño de otoño, salí a correr el domingo por el JC1. Salida larga, 15 kms, en una hora y diez minutos. Había más gente de lo habitual corriendo. Se estaba montando alguna carrera en el parque, porque había algunos tenderetes montados y el aparcamiento estaba algo más lleno. En los alrededores, incluso, había coches aparcados en las rotondas. No sé qué ocurriría, la verdad, porque me da que para ir al IFEMA a ver la Feria “Todo para el Gran Día” (feria del mundo de la boda) no da la cosa.

Esta semana sigo madrugando para correr. El martes, con cinco grados, se podía decir que hacía frío. Troticochineo y para casa. Sin embargo, hoy, a mediodía he salido a hacer series, y la temperatura estaba en torno a 15-30 grados. Por cierto, que por primera vez he hecho cuatro series seguidas por debajo de cuatro minutos; bueno, en realidad se trataba de un fartlek, con tramos rápidos de un kilómetro y de descanso de trescientos metros. A ver su ahora puedo mantenerme por debajo de 04:30 en las sesiones de calidad. El viernes, si hay fuerzas, madrugaré nuevamente. Si alguien se anima, ya sabe.


viernes, 8 de octubre de 2010

Que se rompa la barrera del sonido

Deportivamente hablando, acabo de romper una barrera de ésas que pueden ser consideradas como históricas, memorables o dignas de recordar. Por primera vez he realizado las series de mil metros (dentro de un fartlek) por debajo de cuatro minutos de media (3:58), con troticochineo (andando, vamos) durante 300 metros entre acelerones (unos dos minutos). En principio, la primera debe realizarse al ritmo de competición, e ir bajando progresivamente-en torno a cuatro segundos- hasta darlo todo en la última. Sin embargo, esta vez ha sido al revés, la primera la más rápida y la última la más lenta, aunque en realidad sin diferencias (3:56, 3:57, 3:58, 4:02). Las pulsaciones medias, ligeramente por debajo del umbral anaeróbico, lo que significa que tengo cierto recorrido de mejora inmediata.

¿Qué cuál es mi ritmo de competición? Teniendo en cuenta que apenas compito salvo contadas excepciones (me da pereza perder una mañana para correr algo menos de 45 minutos, y, encima pagar), pienso que debe estar en torno a 4:15/4:20 para los 10.000 y 4:30/4:35 para un medio maratón rápido. Dentro de cuatro semanas tengo una carrerita, y podré confirmar si mis cálculos son correctos o no.

Aparte de esto, continúo corriendo por la mañana (o de noche); cuando empieza a amanecer ya llevo unos pocos kilómetros. Ya no va quedando casi nadie en el parque salvo mis amigos los perritos, que, por cierto, hoy casi piso a uno, y es que el gilipollas del dueño lo puso a restregarse con el suelo en mitad del camino; y encima me dice que tenga cuidado… vamos que tendría que haber salido con dos bozales, uno para él y otro para el perro. Si lo sé lo piso, pero bueno, como somos arrieritos y en el parque nos encontraremos, la semana que viene igual se lleva un viaje. A pesar del incidente perruno, la calidad la he hecho a 4:35 de media, siete kilómetros del tirón.

Este hito numérico, sin embargo, no ha tenido efectos sobre el organismo: ni me han salido los abdominales de Cristiano Ronaldo ni tengo el brazo de Nadal ni voy en bici con el desarrollo de Contador, por lo que puede ser reducido a la categoría de anécdota.

viernes, 1 de octubre de 2010

Nuestros amigos los carbohidratos

Hoy voy a ponerme un poco Pepito Grillo, a ver si así, de paso, me aplico el cuento conmigo mismo, hablando de qué comer antes y después de ir a correr, en concreto de nuestros amigos los carbohidratos, o hidratos de carbono.

Parto de la base de que se sabe que los carbohidratos son la gasolina que nos mueve a diario, hagamos deporte o no.

Hay tres tipos de hidratos de carbono, en función de cómo los asimila el cuerpo.

Por un lado tenemos los de asimilación rápida, los “pata negra”, que entran directamente a la vena (literalmente). Son, por ejemplo, la glucosa o la fructosa y que son energía en estado puro. Se toman inmediatamente antes, durante o después de hacer deporte. Los que ya tenemos cierta edad y seguíamos a Perico o Induráin veíamos cómo se metían los plátanos doblados en carrera (bromas aparte), precisamente una fruta con alto contenido en fructosa y poco de celulosa (métete un kilo de plátanos y verás cómo te pegas dos ó tres días sin cagar). Hoy en día se ha puesto de moda el uso de geles que en esencia son una mermelada, más alguna mariconada más por la que te soplan algo más de un leuro el botecito que tiene poco más de un sorbo. Si corres por la mañana, desayuna algo de fruta y alguna tostada o barrita de cereales. El café no viene mal, más bien al contrario, por sus propiedades estimulantes.

Por otro lado, los de asimilación media (cereales y derivados: pasta, arroz, pan y cerveza). Éstos son los que tendríamos que tomar un par de horas antes o después de hacer ejercicio y que para su uso requieren de una transformación más o menos rápida. Ya sabéis que los deportistas de élite comen unos días pasta con patatas y otros patatas con pasta, más un filetito o pescadito a la plancha, fuente de proteínas. SI vas a correr por la tarde, tu comida tendría que ser de este estilo.

Finalmente, están los de asimilación lenta (celulosa, es decir, el forraje), que no los asimila el cuerpo, por lo que los elimina, de ahí que sea importante para el momento Special-K. Tiene efecto saciante, por lo que con poco que se coma te llena. Se corresponden principalmente con las verduras, y deberían de tomarse bastante antes o después de hacer deporte para que el cuerpo se tome su tiempo en pasarlo por el estómago, de ahí que los asimile mejor si se comen de noche, junto con algo de proteínas (huevos, carne o pescado).

¿Y cómo se van gastando? Al principio el cuerpo tira de los más sencillos, la glucosa o la fructosa en circulación por la sangre. Mientras éstos se van agotando, empieza a tirar del glucógeno almacenado en músculos y el hígado para, finalmente, tirar de las grasas, que no son más que la transformación del glucógeno que no se ha podido quemar en homenajes anteriores (hay que guardar para tiempos mejores, y se deposita en las cartucheras, tripa… esos kilitos malditos). De ahí que se diga que sólo a partir de un determinado tiempo corriendo se empieza a perder peso: una vez agotado el depósito, tiramos de las reservas. Lo cual es cierto en gran medida, pero no del todo: al principio se quema una mayor proporción de glucosa, una pequeña de glucógeno y otra ínfima de grasas; progresivamente, la primera se reduce hasta casi desaparecer, viéndose incrementadas las otras.

Al final, para adelgazar (o no engordar) sólo hay que hacerle caso al refranero: “desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”.
En cuanto a la semana deportiva... llevo dos sesiones de calidad, una a 4:35 y otra a 4:38. A partir de la semana que viene retomaré las series. Bajar de 43:00 en los 10k lo veo bastante asequible.
Por otra parte, este domingo se celebra en Madrid el día de la bici, de 09:00 a 12:00 por los lugares más emblemáticos, y final en el Retiro. Ya sé que no sirve de nada porque el FAraón de los COjones y su equipo se pasan por el mismísimo forro los problemas de la bici, pero con actos institucionales como éste y otros más convincentes y contundentes como la Bicicrítica (último jueves de cada mes, a las 20:00 en Cibeles) el transporte en bici se hará más visible.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Septiembre

El mes del regreso a todo y de los propósitos de enmienda que se olvidan pronto por antonomasia lo voy a cerrar con un récord y un “fracaso”.

En cuanto al primero, por primera vez, he conseguido pasar de 150 kilómetros, si bien es cierto que sólo por 200 metros y que muy probablemente puede haber alguna “mentira de corredor” en cuanto a distancia. Y es que un pulsómetro sin GPS es lo que tiene, que hay que calibrarlo de vez en cuando y mientras tanto tiene hay que contar con un margen de error más o menos tolerable que hay que corregir.

Por lo que respacta al “fracaso” lo entrecomillo porque no es tal, y no tiene importancia alguna. La mochila que me traje del chiringuito pesaba cinco kilos, y hoy sólo pesa algo más de dos. Salvo que tengas sobrepeso y te sometas a una dieta espartana, bajar cinco kilos en un mes es prácticamente imposible, ya que no hay muchas grasas que quemar ni mucho glucógeno que eliminar. Además, qué coño, no me he controlado apenas con la comida (patas de cordero, hamburguesas y pizzas no ayudan precisamente, pero una ensalada de rúcula como que no, que me estoy quitando).

Ahora que empieza el fresquete , seguro que la “Operación Mochila” se acelera inconscientemente. Y es que corriendo con frío (mejor dicho, con corriendo con poco calor), desde el punto de vista metabólico quemamos más calorías que con calor (tirando del glucógeno y de las grasas), sudando menos, por lo que el ejercicio es más eficaz. Cuando hace frío, necesitamos “quemar” más energía para mantener la temperatura corporal; inversamente, con calor el cuerpo suda más para “enfriar” el cuerpo, de ahí que la hidratación sea más importante en verano que el resto del año.

Algunas de las cosas de las que hablaren próximos post serán: operación bikini con abrigo (mucho más efectiva que en primavera/verano) o cómo correr con mucho frío. Por favor, si tenéis alguna sugerencia en la medida de mi (poco o nulo) conocimiento podré escribir de ello. Tened en cuenta que doy para lo que doy, por lo que si tenéis alguna duda de física cuántica, barcos o ropa, éste no es el blog apropiado.

En cuanto a la semana deportiva, en línea con lo previsto: salida larga el sábado tempranito, 14kms, troticochineo el lunes a 05:10 y calidad el miércoles, a 04:40 (04:35 si excluimos el primer kilómetro). Hasta el mes de Noviembre correré por las mañanas, que cada vez son más nocturnas. Las series me las he perdonado; de la semana que viene no pasa, y es que ponerse a 170ppm tan temprano da pereza.

Por cierto, que el enano ya domina por completo la bici, incluso se permite alguna filigrana. Ahora toca una salida globera por el carril bici para darle el carnet de globero y enseñarle al pequeño.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Nocturnidad y alevosía

La nocturnidad y alevosía, dentro de nuestro Ordenamiento Jurídico, suponen un agravante en la comisión de cualquier delito. Por una serie de motivos, durante este fin de mes y el de Octubre, voy a tener que cambiar la hora de entrenamiento, pasándola a primera hora de la mañana o última de la noche, según se mire.

Por ese motivo, si pensáis que correr “tiene delito”, debería serlo aún más grave si se realiza de noche. Además, teniendo en cuenta que la circulación de policías es densa en Canillas (debido principalmente a las dos megacomisarías Municipal y Nacional) el riesgo de ser pillado sube.

A las siete y media es todavía de noche en esta época del año. Empieza a amanecer, pero es de noche. El tráfico ya es denso, y la M-40, en el tramo que veo desde el carril-bici (“de Vallecas a Coslada”) va cargadito, y no de juguetes, precisamente. A esas horas ya hay gente corriendo, mucha menos que en verano. También hay perritos, también menos ¿por qué? ¿también les da pereza salir de noche o se aguantan las ganas de mear hasta que sus dueños deciden despertarse?.

Hoy me he levantado con la mejor de las intenciones para hacer series, pero me parece que todavía no estoy preparado para ponerme a 170ppm tan temprano; mejor troticochinear a 05:20 o algo de calidad a 04:40 si el cansancio semanal no pesa demasiado.

El lunes troticochineé 9 kilómetros a 05:20, y el pulsómetro lo clavé en 130ppm, justo por encima de mi umbral aeróbico. El martes, “calidad”, ocho a una media de 04:29 (importante el paso psicológico que supone el bajar de 04:30, aunque sea por un puto segundo) y 149ppm de media. El sábado, salida larga, casi quince kilómetros a 04:55, con tres tramos progresivos crecientes, desde los 05:10 a los 04:40, a 138ppm. Ésto corrobora el dicho de que “si quieres correr rápido, empieza lento”.

En otro orden de cosas, continúo viniendo a currar en bici, pero ahora vestido de romano, con chaqueta, corbata y todo. LA verdad, queda un poco friki (o friki de cojones, sin paños calientes) si se ve desde fuera, pero cuando tardas la tercera parte que andando te das cuenta de lo que ganas. Eso sí, voy a tener que tunear la bici con unos guardabarros, que no es plan de que por una salpicadura se te joda el traje, y es que una cosa es ir “a la europea” con el traje y otra cosa es ir “a la guarra” con el barro (seamos políticamente correctos por una vez). Con un juego de luces, una bolsa para llevar una mochila para la compra, un timbre y un cuentakilómetros, ya sólo me queda la cestita y tendré la bici de Pancho.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Nasío pa correr-reedición

Hoy en día pensamos que somos jóvenes aún teniendo 35 (por el culo te la hinco), ponernos unos vaqueros los fines de semana, comernos una hamburguesa y bebernos dos litronas viendo al Madrid.Un buen día nos subimos a la báscula y vemos cuatro cifras (100.1). Ante el susto, nos volvemos a subir para comprobar que no llevábamos ningún saco de patatas al hombro, por lo que nos ponemos de perfil, y vemos que parecemos un seis, y, claro, saltan las alarmas.Y, como somos jóvenes, corremos a buscar las J’hayber Perol para lanzarnos cual posesos a correr. Como eres joven y te gusta la música coges el walkman, que tiene la cinta de Modern Talking, y la cambias por la de Rocky 3 que es más apropiada porque “no hay dolor”, con su “Mirada del Tigre” y a correr, con los calcetines blancos con las dos raquetas cruzadas y la cinta en el pelo (si es que te queda, porque no estás calvo, sino que te ha crecido la frente). Como eres joven metes un ritmo bestial desde el principio, hasta que no puedes más… dos minutos después.Después de haber experimentado alguno de estos síntomas hace cuatro años, podría dar algunos consejos para evitar que se repitan ciertos errores.
  • Cómprate unas buenas zapatillas, con una buena amortiguación. Tus rodillas no son las mismas que hace veinte años. Si tienes sobrepeso estarán aún más desgastadas, por lo que tendrás que cuidarlas si no quieres tener alguna lesión. NO le hagas ni puto caso a la página del Decartón, donde te dicen que las Kalenji Pedorro son apropiadas para corredores ocasionales que hacen 15-20 minutos (como tú). Ésas son como Goikoetxea, unas rompe-rodillas. Ve a una tienda especializada donde, en función de tu pisada y peso, tendrás varios modelos a elegir.
  • Calienta antes de salir a correr, y estira después. Con cinco minutos es suficiente; si es preciso recorta tiempo de carrera. Los ejercicios no deben de llevar más de 20-30 segundos, sin repeticiones como hacíamos en el colegio, y no han de dolerte. Si llevas tiempo sin correr, tu masa muscular debe ser la misma que la de La Pantera Rosa; si además tienes sobrepeso el riesgo de lesión muscular es mayor.
  • AL principio, con 2 ó 3 días a la semana es suficiente, y siempre descansando entre sesiones. No subas más de un 10% los kilómetros recorridos en una semana.
  • Si es posible, evita el asfalto y las aceras. A largo plazo te joden las rodillas (sobre todo las aceras); intenta ir a un parque o senda con caminos de tierra.
  • Cómprate un pulsómetro, que no tiene que ser necesariamente de última generación. Con un mínimo de programación y constancia podrás moverte en un rango de pulsaciones adecuado, siendo secundario la velocidad. En cuanto a las funciones, los hay a patadas. Lo básico es que te mida las pulsaciones y el ritmo/velocidad; para ello, en torno a 150/180 euros tienes de Polar, Suunto. A partir de ahí, lo que quieras: con GPS integrado, altímetro, temperatura, humedad… y a las anteriores hay que añadir Garmin. Geonaute, del Decartón, es una opción más económica.
  • El MP3 puede ser un gran aliado, ya que la música te ayuda a marcar el ritmo inconscientemente; además, de paso, si las canciones son piratas no contribuyes a enriquecer a los vampiros de la SGAE. Personalmente no lo utilizo, porque no aguanto los auriculares cuando empiezo a sudar.
  • Si no eres capaz de mantener un ritmo constante, pásate a la cinta. Aunque correr en cinta sea un coñazo, cuando empiezas es una opción muy buena, porque aprendes a mantener un ritmo constante, y a encontrar tu ritmo de carrera. Además, te puede quitar la pereza de correr con frío, calor, lluvia a viento; con el tiempo te pasará lo contrario, que llueve, hace frío o calor cuando corres (gracias por la frase, Fernando), que al principio echa para atrás.
  • La ropa tiene que ser transpirable, sobre todo en verano. Y en invierno hay que llevar la ropa justa para no pasar frío, mejor varias capas que una prenda gorda. Recuerda que si no tienes frío cuando sales de casa es que vas demasiado abrigado, y a los cinco minutos de correr te sobrará la mitad ¿y que haces con la ropa, campeón?.
  • No por sudar mucho vas a adelgazar más rápido. Existe un falso mito muy extendido consistente en que corriendo con un impermeable se adelgaza. Falso. Lo que sucede es que sudas como un cerdo inútilmente, deshidratándote rápidamente. Con el sudor, de paso, pierdes sales minerales, que tu cuerpo pide recuperar, con lo que al final estás peor que al principio.
  • Hidrátate, sobre todo si hace calor, antes, durante y después. La mejor bebida isotónica es la cerveza, sí, la cerveza. Te proporciona de forma natural hidratos de carbono y minerales, justo lo que pierdes, mientras que las bebidas isotónicas lo tienen añadido. Lo que engorda es el paquete de papas fritas que te jalas.
  • No salgas en ayunas a correr, error típico de los que madrugan para correr, veteranos y noveles. Te puede dar una hipoglucemia y bajarte la tensión. Lo malo no es que te baje la tensión, sino la hostia que te metes, ya que te caes en seco y normalmente no hay mucha gente paseando a las ocho de la mañana (y los que hay tienen prisa). Si quieres correr por la mañana come antes alguna tostada y fruta, nunca lácteos, pues su digestión es más pesada.
  • No tengas vergüenza por ir más lento o correr poco. Cada uno tenemos nuestro ritmo, y aspiramos a una marca distinta. Seguro que las pasas igual de putas corriendo tus dos primeros kilómetros a seis minutos que Gebreselassie con su maratón en dos horas peladas.
  • Pásalo bien y no te obsesiones. Correr no debe dejar de ser una afición más, de la que hay que disfrutar. Con paciencia y algo de rigor los logros (resistencia, ritmos, velocidad, pérdida de peso…) llegarán.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

"¡No, si ya lo decía yo...!"

Seguramente exista un grupo en feisbuc con este nombre, pero para contrastarlo tendría que registrarme primero y ponerme a buscar (pienso que debo ser uno de los últimos que aún no ha creado un perfil, a pesar de las reiteradas invitaciones recibidas, tanto selectivas como masivas).

El caso es que acabo de leer esta noticia,

http://www.elconfidencial.com/salud/consumo-moderado-cerveza-modifica-20100915.html

que vendría a huevo para el grupo en cuestión. Así que se puede beber hasta dos latas de cervezas diarias sin engordar, y encima está llena de hidratos de carbono ¡¡¡bien!!! si un día estoy tomando medicamentos incompatibles con el consumo de cerveza ¿puedo tomarme cuatro al día siguiente? Me da que no. Por cierto, ¿alguien sabe cómo coño se puede transformar el link largo en otro más corto, “tuneado”? seguro que es fácil, pero el menda no es capaz.

Así que hoy, casualmente Miércoles de Champions, me voy a tomar dos cervezones de los que no engordan. Además, mi hijo mayor ha tenido una “idea buenísima”: cenar una hamburguesa viendo el partido. Teniendo en cuenta que tiene cinco años, no está nada mal, más que nada de cara a futuro y del reencuentro con el triunfo del Madrid.
En cuanto a la semana deportiva, a pesar del calor, he conseguido sacar dos días, uno que he hecho “calidad”, que es como se denomina a una carrera en el límite del umbral anaeróbico (vamos, lo que es “meterle caña”), completando nueve kilómetros a una media de 04:35 (media de 148ppm) y otro de troticochineo mariconetti, éste a 05:20, ocho kilómetros (media de 133ppm). Si puedo haré unas series, a ver si es posible poder bajar de 04:05.

viernes, 10 de septiembre de 2010

¡¡Papá, suéltame!!

Semana intensa en lo deportivo, más ajeno que propio. Para empezar, la eliminación ante Serbia ha supuesto un duro palo familiar, ya que los enanos no conocían a una España que no fuese finalista (2006 Campeones del Mundo, 2007 Supcampeones de Europa, 2008 Subcampeones Olímpicos y 2009 Campeones de Europa), y la razón no hay que buscarla en Scariolo ni en si tuvimos que hacer falta rápida o agotar posesión; no. La razón, según ellos, está en que no nos pusimos “la Roja” para ver el partido. Este sólido argumento hace presagiar numerosas, largas y gloriosas jornadas televisivo-deportivas en el futuro. Menos mal que nos queda Nadal en el Open USA para el fin de semana.

Dos acontecimientos inolvidables han marcado la semana deportiva familiar: aprender definitivamente a pedalear sin patines/ruedinas y el primer álbum de la Liga, ya con pegatinas y sin ningún Ito que te hunda en la miseria ni ningún Beguiristain que te dé la gloria.

En cuanto a la semana carreril, destacar que me he sacudido la pereza de una vez y reiniciado las series, después de casi seis meses, y es que entre que era verano y madrugones he encontrado excusas de lo más peregrinas para escaquearme. Sorprendentemente se han dado mejor de lo esperado, ya que la media de los mil metros me ha salido a 4:09 (descansos de 300 metros); eso sí, sólo cuatro series y con más pulsaciones que cuando Casillas le paró el gol cantado a Robben. Si consigo hacer alguna más a una media algo menor, bajar de 43:00 en los 10.000 es más que probable.

¿Operación mochila? Bien, gracias, ya sólo me quedan dos kilos y poco, poco más de la mitad.

viernes, 3 de septiembre de 2010

El final del verano...

Hace años, el final del verano se intuía por señales como la enésima reemisión de la muerte de Chanquete (todo un drama), los anuncios de colecciones de lo más inverosímil, la compra de los libros del cole, la proliferación de cursos de Inglés/Guitarra/etc o el inicio de la Liga.

Hoy en día nada ha cambiado, salvo que Chanquete parece que definitivamente ha muerto y que los libros del cole no son para uno mismo, sino para los enanos.

En este final de verano en el que aún estoy madrugando para correr (todavía hace calor para correr a mediodía), el parque de Villarrosa se está despoblando de la fauna mañanera que definitivamente ha dado por imposible la Operación Bikini iniciada en Julio, salvo los perritos y sus dueños. El Sol remolonea a la hora de salir, y a las 07:40 todavía no se deja ver, cada vez más hacia el Sur y, si al final sigo corriendo por las mañanas este mes, tendré que salir con la luz de posición. Se intuye algo de frío, 17 grados, pero no creo que sea necesario ponerse las mallitas julandronas antes de un mes.

La “mochila” de cuatro kilos que me he traído de las vacaciones aún me pesa, y los tiempos son discretos todavía, rozando los 04:50. Con un empujoncito me vuelvo a poner en 4:35/4:40 en los rodajes rápidos; a ver si en alguna de las carreras de Octubre/Noviembre puedo acercarme a la frontera de los 43:00. Si me quito la mochila y empiezo con las series es más que probable.

lunes, 30 de agosto de 2010

Cinco kilos

Según la wikipedia, la Copa del Mundo que ganamos en Sudáfrica es de oro macizo y pesa cinco kilos. Desde que España la ganó, ha estado peregrinando por diversas ciudades para deleite de todos los aficionados. En algún momento de las vacaciones me he debido cruzar con ella, porque peso precisamente cinco kilos más que cuando la ganamos, el 11 de Julio, ya que no creo que tengan nada que ver ni el chiringuito, ni las tres cervezas diarias (con las consiguientes tapitas) ni los homenajes propios de las fechas en forma de paella/fabadas(solomillos ni que uno no esté tan macizo como el oro ése de la copa. Aunque pensándolo mejor, para el tránsito intestinal son más sanos dos mil puntos heineken que un bicho de cinco kilos.

¿Carreras en vacaciones? Pocas, pero selectas. Troticochineando, a R2 (ritmo tranquilo, a cinco minutos km, sobre 130/135ppm)). De series me he olvidado, hasta las del emule.

Y hoy, en plena depresión post-vacacional, tendré que iniciar la operación bikini. Ayer cogí la bici y "esos kilitos malditos" se notaron al final. De momento, la cerveza de mediodía olvidada, más que nada porque hay que volver a trabajar después y la modorra puede ser aún más impresionante. Que suena “La mirada del Tigre” y al parque.

jueves, 29 de julio de 2010

Lo que cuesta correr

Hoy quiero escribir de lo que cuesta correr, que alguna vez me lo he planteado (y me lo han preguntado), pero nunca he echado números de manera “seria”. En principio, es el deporte más barato del mundo, ya que sólo consiste en ponerse las zapatillas y “a correr”, pero no es tan sencillo.

Para empezar, hay que distinguir entre el coste sicológico y el económico. Dentro del primero, tenemos los famosos “esques”: “es que hace frío”, “es que hace calor”, “es que es tarde”, “es que mi tío es de Pamplona y tiene un Seat 127 verde manzana”, ante los cuáles no hay nada que objetar y cada cual pone el precio que quiere. Conozco gente que dice aburrirse corriendo y que, sin embargo, no se aburre nadando en una piscina de 25 durante una hora (nada para arriba, para abajo, da la vuelta…), o que se pega sin problemas cuatro horas de bici los domingos (eso dicen) y luego no aguantan veinte minutos en la cinta entre semana.

Mi intención es la de escribir de los costes económicos, de los lerenles que te gastas a final de año.

A la hora de calcular he simplificado mis cálculos y los he puesto en formato mensual. El urbanita con pretensiones deportivas suele comparar mejor con lo que paga al mes en el gimnasio, cifra más constante que los impactantes 250 euros de un pulsómetro o los 100 lerenles de unas zapatillas de gama media-alta.

Para empezar, el gasto más importante no es el de las zapatillas, sino el de la ropa, particularmente la de invierno. Siendo cutre, y yendo al Decartón, entre cortavientos, mallas, y camisetas térmicas, al año te puedes gastar unos 180 euros (aproximadamente a 30 euros la pieza). Las zapatillas, obviamente, suponen un gasto importante, en torno a 150 lerenles al año (asumiendo 1.500 kilómetros al año). El pulsómetro, con gastos asociados incluidos, supone en torno a 60 leuris al año (siempre y cuando se estire cinco años). Finalmente, y para el resto de gastos (camisetas, pantalones cortos, calcetines, gayumbos, inscripciones a carreras, etc) he considerado 130 leuris más. Ah, y una prueba de esfuerzo cada dos años (en torno a 100 pavos), recomendable una vez pasados los 30 si se corre regularmente.

Después de todo este rollo explicativo, he llegado a la conclusión de que correr me cuesta casi 50 euros al mes, lo que un gimnasio de barrio. Si eres más pijito y te gusta la ropa de marca, o si tienes unos pies más delicados que requieran unas zapatillas mejores, o te gustan las fricadas tecnológicas (ipods para Nike, Pulsómetros con GPS cada dos años), la factura mensual puede subir (no creo que más de diez lerenles al mes). Estoy hablando de lo que considero básico; obviamente puedes correr con un Casio en la muñeca o sin él, pero no vas a tener mucha información (por no decir ninguna) de ritmos, distancias o proyecciones. También puedes llevar unas J’Hayber Nisu, pero en unos años tendrás las rodillas como el hígado de Ernesto de Hannover.

En fin, nada es gratis, ni siquiera respirar, que para eso se ha creado el Mercado Secundario de derechos de emisión de CO2.
Al menos, y dado que no es barato, por lo menos no precisa de parafernalia del tipo " me voy al pantano para hacer prácticas de submarinismo", "me llevo la bici en el coche durante ochenta kilómetros para poder hacer 30 por una senda verde" o "me levanto a las cinco para coger aparcamiento en la estación de esquí (que abre a las siete)"; te plantas las zapatillas y a correr. Sin más.

martes, 20 de julio de 2010

Series en Verano

Con estos calores que estamos padeciendo, el aspecto deportivo personal lo estoy reduciendo al trotecochineo, corriendo al trantrán. No es época de grandes esfuerzos, sino de mantenerse. Tres ó cuatro salidas a la semana, con la fresquita, es más que suficiente. Nada de series hasta septiembre; menuda pereza, con el madrugón y con el desayuno, ponerse a meterle caña.

Lo malo de correr por la mañana temprano es que a la vuelta no hay cerveza para recuperar. No es que no se pueda, sino que no queda muy bonito tomarse un cervezón reparador a las 08:30 antes de entrar a currar. Aunque si bien se mira, ha de ser una cuestión cultural: esto de meterse unos lingotazos antes y durante el trabajo es algo que afortunadamente no está bien visto ahora pero que hace tiempo sí que estaba extendido. No sé si habéis visto la serie Mad Men, emitida en España por el Grupo Risa, con un descojone impresionante de horarios y día (mejor bajárselos gratis si publicidad, uy, perdón, que no me lea Ma-moncín, que me quema en la Plaza Mayor).

Esta serie es la antítesis de lo hipócritamente correcto que nos rodea. Los protagonistas fuman y beben en el trabajo sin parar, critican a las minorías (sin apelativos alternativos), le meten toñas a los críos ajenos sin que los padres se inmuten, no conciben que una mujer casada trabaje sobre todo si el marido puede “permitírselo” o se van de putas con los clientes sin escondérselo a nadie. Ah, por cierto, la serie está ambientada en el mundo de la publicidad de los años 60, en Nueva Cork. Todas estas cositas y muchos más en capítulos de poco más de cuarenta minutos.

Así que ya sabéis…una vez pasado el éxtasis futbolístico, con la cruda realidad deportiva veraniega (en la que solo el Tour con un Contador lanzado hacia su tercer Tour consecutivo) y la telebasura aún más mugrienta (con Ola-Olas, Norias diarias, refritos de Callejeros) ya impuestas, ésta es una opción cuanto menos alternativa en términos audivisuales. Eso sí, hay que tener cuidado porque Ma-Moncín, La Aído o la Trini os pueden capar tres veces por bajaros la serie, por ver material en el que se denigra a las mujeres o en el que se hace apología de la drogadicción en público. Pero bueno también pueden hacerlo por bajaros La Flauta Mágica, contarle Blancanieves a vuestros niños o comeros dos Whoppers XXL.

martes, 13 de julio de 2010

¡¡Campeones!!!

Por mucho que se haya hablado en los últimos años de la Edad de Oro del Deporte Español, con los anillos de Pau (qué pena que no juegue en los Celtics), los Grand Slams de Nadal, Mundial/Europeo/Medalla de Plata Pekín de los Chicos de Oro, Copas Davis, etc, etc, está visto que nada supera al fútbol. Después de décadas de frustraciones televisadas (mi memoria histórica alcanza lo que he vivido, no lo que me cuentan, a pesar de que por Ley se puede aprobar hasta que la Ley d la Gravedad no existe), al fin podemos decir que somos Campeones del Mundo y, de paso, hacer callar a argentinos que te hablan de la mano de D10s, gabachos con Zidane, e ingleses con no se sabe quién, ya que aprovechaban cualquier ocasión para recordarte que “ellos” habían ganado algún mundial, mientras que España.
Cuando hemos ganado algo, no se paralizaba ninguna ciudad cuando aterrizaban los Campeones, ni cuando lo retransmitían ni cuando se celebraba (cuando se ganó el Mundobasket de Japón en 2006 se celebró en Plaza de Castilla, pero los cortes de Tráfico no fueron muy importantes, y el traslado no fue, ni mucho menos, multitudinario; por otra parte, las recepciones oficiales no condicionaron el traslado de los Campeones).
Por lo pronto somos campeones de Europa y del Mundo. Mi hijo pequeño, nacido en 2007, puede decir con orgullo que en su larga vida España ha ganado todas las competiciones oficiales (bueno, salvo el engendro ése de la Copa de Confederaciones que se ha inventado la FIFA para sacar más pasta). Casi nada. Él no conoce ninguna eliminación de España en fases finales. Comparado con los decepciones colectivas y generacionales de Bélgica (Mex86), Yugoslavia (Ita90), Italia (USA94), Nigeria/Paraguay (Francia98), Corea (Cor/Jap 2002) o Francia (Ale2006) en las que éramos favoritos para pasar de ronda, ésto es la leche.

A ver si ahora los lumbreras de la Federación montan en alguna sala de su Ciudad Deportiva una exposición con los dos trofeos. Que yo sepa, tan sólo Francia ha sido titular de los dos trofeos de manera simultánea. Ganarían un montón de pasta con el argumento hipócrita del destino al fútbol base de la recaudación (como si el Principio de Caja Única no existiese para ellos).

A las celebraciones de ayer le sobró el afán de protagonismo de Zapatero (el cabrón no soltaba la Copa, se la tuvo que quitar Iniesta) y de Bisbal (la peña fue a ver a los jugadores, no a escuchar sus gorgoritos). Pero bueno, todos quieren tener su minuto de gloria a costa de los Héroes. Menuda diferencia, el que nos da la Copa dicendo “si lo sé, no marco”, y el otro diciendo gilipolleces hasta que la gente que estaba en Moncloa se arrancó con un espontáneo “¡Qué hable Iniesta!” que sonó a “¿por qué no te callas?”

Pues nada chavales, a disfrutar del momento; de la estrella bordada sobre el escudo. Y a recuperarse de un mes tan duro de cerveceo diario.

Y hasta el próximo mundial le recordaré a los enanos que somos Campeones del Mundo, que esto sí que pasa una vez en la vida. Éste es uno de esos acontecimientos que, dentro de 30 años, todos recordaremos dónde y con quién estábamos, sólo que esta vez el acontecimiento (como los recuerdos) serán bonitos. Yo estuve con mi mujer e hijos.

miércoles, 30 de junio de 2010

Cambiando la hora

Después de tres salidas salidas, se puede decir que hasta Septiembre mi horario para salir a correr será mañanero, así que a alternar en el parque con aspersores orientados con el culo hacia el camino (en lugar de hacia el césped), perritos y jubiletas que madrugan para andar. Además, he notado que los madrugadores de parque son más estrictos consigo mismos que los que bajan a mediodía: en los tres días me he encontrado prácticamente con la misma gente y en los mismos sitios. El tiempo y la distancia son los mismos, pero las sensaciones son mucho mejores: hace una temperatura óptima (18 grados hoy), el ambiente no está tan caldeado como a última hora de la tarde y el cansancio aún no ha hecho acto de presencia (más que nada porque no ha habido tiempo).

Los tiempos han vuelto a registros más “primaverales”, en torno a 4:40, teniendo en cuenta que tengo que moverme por debajo del umbral anaeróbico.

Además, tampoco supone ningún trauma levantarse a las 07:00 cuando por costumbre lo estaba haciendo a las 07:30, ganando de paso dos ó tres tardes para tomarse una “udos” cervezas heladas cada tarde, que este verano mundialista se hace muy duro a base de agua (eso sí que es un móvil, y no el aifon).

Cuando se corre a esas horas, si vas medianamente ensimismado, puedes ver a la peña que va con prisas a la oficina como si fuesen marcianos; es curioso: van andando pero con prisas, pero uno va corriendo y sin ninguna prisa… qué pena que una hora más tarde el que vaya a la oficina sea el menda.

Un consejo a los que pretendáis salir a correr por la mañana: desayunad. Sé que suena duro, pero no basta con madrugar, ponerse las zapatillas y salir a la calle, no; hay que tomar algo ligero. Después de 7/8 horas de sueño, estamos algo deshidratados (y más en verano) y con las reservas justas, con lo que las posibilidades de tener una hipoglucemia son elevadas. Tampoco es que haya que apretarse un mollete lleno de zurrapa y un solysombra, pero con un par de frutas y alguna tostada es suficiente; la leche es algo indigesta si no se ha hecho la digestión (en todo caso, mejor yogur). Y beber. Y, si se puede, plantar un pino, que luego te entran retortijones y vas todo el rato con el turbo puesto.

martes, 29 de junio de 2010

Esos calores...

Existe una creencia generalizada de que por el mero hecho de ser andaluz, extremeño o de cualquier otra provincia/región “del Sur” (entendiéndose este vago concepto como la tierra situada allende del Sistema Central) eres feliz como una perdiz cuando la temperatura supera los 30 grados, lo cual es un ejercicio de reduccionismo al absurdo casi tan audaz como lo primero.

Esta falsa conclusión, probablemente, sea una reinterpretación de otra que sí es cierta, como es la diferenciación fisiológica entre poblaciones que viven en altura extrema con respecto a otras que viven a otras más “normales”.

Y es que una cosa es la costumbre a unas determinadas condiciones ambientales (y, en consecuencia, de los hábitos adquiridos para una mejor “calidad de vida”) y otra cosa es la predisposición y selección genética.

Toda esta chapa viene a cuento de las últimas y definitivas subidas temperaturas y sus consecuencias en forma de preparación y rendimiento de la carrera. Definitivamente, y hasta Septiembre, me voy a quitar de correr a mediodía salvo bajadas coyunturales y pronunciadas de las temperaturas.

Para empezar, los rendimientos son menores. La mayor sensación de “agobio” en ritmos veloces se mitiga inconscientemente acortando el ritmo.

Dado que el cuerpo suda más para mantener la misma temperatura corporal, la pérdida de minerales, vitaminas y sales se agudiza, por lo que la sensación de cansancio aparece mucho antes.

Dicha sudoración, lógicamente, implica una deshidratación progresiva que hay que recuperar durante el ejercicio y, aunque no se tenga sed, hay que pararse cada cierto tiempo a beber agua.

Obviamente, estas consecuencias se mitigan yendo a correr a horas más “intempestivas” como primera hora de la mañana o última de la tarde. Por circunstancias personales me he decantado por la primera. La segunda la intenté el año pasado, y si bien es buena en cuanto a temperatura es más benigno que a mediodía y que hay más gente corriendo, no lo es tanto si tienes una jornada laboral más o menos intensa (que redunda en cansancio) y determinadas obligaciones/necesidades familiares mucho más importantes que irte en mallitas a correr al parque. Ya cuento con la experiencia dominguera, pero a ver cómo se integra en una jornada más estricta en cuanto a horarios.

jueves, 24 de junio de 2010

Se acabó el buen tiempo (para correr)

A principios de Junio los termómetros hacían presagiar un duro inicio de verano en lo climatológico, pero una oportuna borrasca hizo que las temperaturas volviesen a niveles de abril, en torno a los veinte grados de máxima, lo cual ha hecho que los dueños de los chiringuitos playeros/piscineros se caguen en el cambio climático con toda la razón del mundo. Como nunca llueve a gusto de todos, esto ha posibilitado que los runners de mediodía (como es mi caso) hayamos disfrutado de una prórroga de dos semanas.

Así, estas semanas raras de Junio las voy a cerrar con tres salidas semanales a mediodía. Hace dos jueves, incluso, me cayó una mojadura sobrevenida tremenda. Por mucho que digan los más veteranos que la lluvia no jode sino que acompaña, algo sí que jode, sobre todo si no has salido preparado. Cuando me quedaban diez minutos para terminar una carrera que iba in crescendo (empecé el primer kilómetro a 5:00 y bajando siete-diez segundos por vuelta/kilómetro), se ponen a caer chuzos de punta. Si no llueve mucho, el propio sudor “evapora” la lluvia y no se tiene la sensación de estar mojándote. Además, si tienes un cortavientos ni te mojas. Ayer también me mojé un poco, y hacía aire y un poco de frío.

Con todo, lo que más se moja es el pelo y las zapatillas. Por cierto, aunque parezca una perogrullada, lo peor de la lluvia no es el agua, sino los charcos; la lluvia, con el sudor y la carrera, se evapora y/o dispersa, pero como pises un charco medianamente profundo, amigo, la has cagado: las probabilidades de rozadura se multiplican exponencialmente, así que date por jodido y para casa (no creo que lleves una mochila de combate con una muda seca en la espalda). Pon las zapatillas a secar, pero NUNCA sobre un radiador/estufa o fuente de calor. La goma (y por tanto, la amortiguación) se jode muy fácilmente y sería una pena cargarse unas zapatillas de 90 pavos por una gilipollez que, por otra parte, no se comete con los zapatos “de vestir” porque “se fastidia la piel”. Seguramente el efecto del calor es más devastador sobre las amortiguación de las zapatillas que sobre los zapatos. Al fin y al cabo éstos son sólo estéticos, mientras que unas zapatillas con las gomas fastidiadas sólo sirven para sacar al perro (si es que lo tienes).

Hasta ayer, a mediodía hizo un tiempo buenísimo para correr. Hoy, sin embargo, el calor ha subido de golpe 5 ó 7 grados, con lo que, ahora sí que sí, tendré que correr por la tarde o madrugar :S. Eso sí, los locos del impermeable siguen corriendo por el parque sin parar a beber porque “pierden el ritmo”. Los ritmos, además, se alargan: calculo que, con el mismo esfuerzo el kilómetro me sale unos diez segundos más lento.
Eso sí, lo bueno de estas fechas tan entrañables es el partido diario del Mundial y la cerveza helada cuando arrivo a casa. A ver si estos cabrones les dan pal pelo a los chilenos el viernes, que ya nos hemos agenciado una vuvuzela para desgracia de los vecinos y disfrute de los enanos.

martes, 15 de junio de 2010

Consejos de un novato a otro (aún más) novato

Después de unos días viniendo a trabajar en bici, puedo trasladar algún consejo a los pocos que se piensen en algún momento ir en bici al trabajo/universidad o hacer gestiones puntuales.

1.- No meterle caña al ir en bici. Si bien sabemos perfectamente cuándo hay que andar y cuándo hay que correr, tenemos que hacer la misma distinción cuando vamos de paseo o estamos haciendo deporte con la bici. El efecto AXE es importante, pero no infalible, sobre todo si sudas antes de empezar a trabajar. Tus compañeros te lo agradecerán.

2.-Comprar más dos pinzas para los pantalones. Son de plástico y se rompen, por lo que es conveniente tener alguna de repuesto. Por cierto, son reflectantes y con eso pienso que se está cumpliendo la normativa de llevar prenda de este material.

3.-Comprar más de un candado/cadena. Con uno solo, hay que transportarlo en cada viaje. Si los desplazamientos son habituales, siempre se puede dejar uno donde aparquemos habitualmente, evitando tener que llevar la mochila julandrona en la mayoría de ocasiones (sudoración innecesaria de la espalda).

4.-Por cierto, si aprecias a tu bici que el candado que sea de los buenos. Si te gastas 500 ó 600 leuros en una burra ¿por qué escatimar 10 más en que no te la roben? Entre 20 y 30 euros ya ofrecen un nivel de seguridad considerable (los de U son un poco mejor que los articulados). Los pedorros de menos de 10 lerenles el puñao no valen para nada (al menos para atar no valen); con una cizalla discretita se rompen enseguida.


5.- Como sólo tienes un candado/cadena, hay que transportarlo en una mochila, que normalmente no facilita la transpiración, lo que lleva a sudar sin necesidad. Si a pesar de eso te mola el rollo mochilero o perroflauta, en el decartón tienes mochilas que facilitan la transpiración a buen precio (algunas con depósito para líquidos como la cerveza…mmmmmmmm).
No comprar un poncho. En estos días tan raros de Junio te puedes encontrar una chupa de agua justo a la salida del curro. Como seguramente tu bici es descapotable, sólo te queda ponerte un poncho. Por diez lerenles o así tienes varios en el Decartón de colorines normales y gays

6.-Llevar pañuelos de papel o similar. La cadena se sale de vez en cuando y hay que ponerla con las manitas. La grasa mancha, y mucho.


7.- No llevar pantalones claros. A pesar de que las pinzas te quitan casi toda posibilidad de ensuciarte, ésta no desaparece, sobre todo si la bici no tiene cubrecadenas, accesorio poco frecuente salvo en bicis de paseo. Hay que ser práctico, sobre todo si te da pereza ir a la tintorería, por lo que los pantalones oscuros serán de gran ayuda.

Si a alguno de los veteranos o iniciados se le ocurre algún consejo más, por favor, escribidlo.

martes, 8 de junio de 2010

En bici al curro

La semana pasada hice la prueba de venir a trabajar en bici, que puede calificarse como de satisfactoria. A pesar de que puedo considerarme un privilegiado por tener quince minutos de paseo hasta el trabajo, la posibilidad de tardar aún menos ha podido con la comodidad del paseo. Pese a que a la ida y a la vuelta no gano apenas tiempo (hay que entrar a boxes con la bici), a mediodía sí que gano bastante, no tardando más de cinco minutos en cada trayecto: si tengo hora y media para comer, tengo veinte minutos más, que se nota mucho. Además, en este tiempo tan veraniego, la brisa marina del carril bici es más agradable rodando que andando, y en contra de lo que se pueda pensar desde el desconocimiento, se suda menos en bici que andando a ritmos tranquilos. Además me da tiempo incluso de recoger al enano del cole. En cuanto al aparcamiento no hay problema, ya que la puedo dejar en el del curro y en la puerta de casa.

Eso sí, viniendo debidamente pertrechado con el preceptivo casco, el necesario candado (en una mochila, que no necesitaría si compro otro y lo dejo en el aparcamiento) y las pinzas para que no se manchen/enganchen los pantalones con la cadena tengo una pinta de friqui total, sin llegar a ser un perroflauta por ir en camisa y pantalones (la corbata me la perdono y hago un Supermán cuando llego) y no tener rastas con tirabuzones. De momento pienso continuar así; a ver cuando llegue el frío y, sobre todo, la lluvia. No me veo con un poncho y el gorro de Chanquete por ahí.

En cuanto a la semana deportiva, se va notando el calor, y se ha visto afectada por una inoportuna faringitis. Sólo una salida a mediodía, el lunes pasado, una tirada de algo más de una hora el jueves tempranito (ESPE ha decidido que otro de los Jueves que relumbran más que el Sol sea festivo) y el viernes poco más de hora y media en bici que se me hizo algo larga la vuelta por el viento y lsobre todo por la sequedad de la garganta. Éste tendré que aprovechar la bajada de las temperaturas que, cómo no, durará hasta el 40 de Mayo. Menos mal.

miércoles, 2 de junio de 2010

De compras

Salvo contadas excepciones, el genero masculino retrasa hasta lo inevitable el ir de compras, con las excepciones de comprar cervezas, ropa deportiva y fricadas tecnológicas (no necesariamente de forma conjunta), y tiende más a “ir a comprar” que a “ir de compras”, dos términos que no necesariamente tienen que coincidir. El primero responde más a una necesidad que se concreta en una relativamente compra rápida (unos zapatos negros no dejan de ser unos zapatos negros, donde el corte, cordones, hebillas u otras mariconadas aportan el mismo valor que Guti al juego del Madrid), mientras que el segundo se aplica más a una afición o necesidad secundaria, implica andar más que un tonto, ver/probarse la prenda en cuestión en infinidad de tiendas y no implica compra necesariamente, en ocasiones por peregrinos motivos (“me hace gord@”, “en esta tienda son unos bordes, que les den”, “me espero a las rebajas”, “la semana que viene traen género nuevo”…).

Debido a esta necesidad constatable (llevaba dos años –que recuerde- sin comprarme un traje de verano), el pasado sábado fui a comprarme un traje y alguna camisa. En las últimas semanas venía observando que la talla 52 que venía utilizando se me estaba quedando algo grande, hecho que confirmé al probarme una 50, talla ignota para mí desde hace muchos años (de hecho creo que nunca he tenido un traje de esta talla); el pantalón, incluso, me quedaba algo grande (también hay que decir que me lo probé con una camiseta), pero la chaqueta andaba algo justa en la espalda. Notable excepción la mía en eso de “ancho de espalda y estrecho de culo”.

Por lo que respecta a la semana deportiva, el calor va haciendo mella tanto en el rendimiento como en la cantidad o el tipo de entrenamiento. Tres salidas, al trantrán, contando la tirada larga que se redujo a una hora pelada y las clásicas de cuarenta minutos a mediodía, con una parada en boxes para repostar agua. Es obvio que no se corre tan bien a 30 grados que a 20; si además, tratas de correr a mediodía porque es la mejor hora disponible, peor. Se impone una mayor hidratación, antes, durante (parar a beber agua cada 15/20 minutos) y después (cerveza te quiero, cerveza te adoro, te compro un loro). Además, de series nada de nada. Así que a correr menos veces (dos ó tres como máximo a la semana) y por la mañana temprano o por la tarde-noche, según posibilidades, alternándolo con la bici, que cansa menos.

viernes, 28 de mayo de 2010

Cara de gilipollas

Hoy no voy a escribir de carreras, ni de bicis, ni de nada parecido, sino de una anécdota más de la picaresca nacional, que seguro habéis vivido.
Viernes 28 de Mayo, 13:00, en una farmacia cualquiera de un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera de España. Voy a entrar, pero lo cedo el paso a dos “señoras” (luego deduje que eran madre e hija) que, hablando de lo suyo, no tienen tiempo ni de dar las gracias. Se ve que el mundo gira en torno a ellas y las puertas se abren solas a su paso. Como entran las primeras, piden las primeras. A grito pelao, piden varias cosas, asegurándose de que “sean gratis” para ir después a por la receta. La farmacéutica, muy diligente, les instruye “no, no pidas el Gelocatil de 650, que es de pagar, llévate el de un gramo y te tomas la mitad”. La madre le da a la hija casi todas las medicinas y ella se mete en el bolso las que dicen que le hace falta. Mientras tanto, despotricando contra el Gobierno porque no le suben las pensiones… a la vez nos están tangando con la renovación del botiquín de la hija con medicinas de “no pagar”. Se ve que la pobre se ha quedado sin pasta después de comprarse las RayBan que lleva en el pelo.

Y a uno se le queda la cara de gilipollas mientras espera pacientemente para comprar Ibuprofeno “de pagar”.

jueves, 27 de mayo de 2010

Ya llegó el verano

Sí señor, como la primavera en el Romanticismo, el verano ha venido y nadie sabe cómo ha sido. Después de fríos que han durado hasta mediados de Mayo (con un breve lapso de calor que coincidió, curiosamente, con el MAPOMA), el calor parece que va a durar hasta Septiembre, con lo que en términos deportivos empieza una época de “transición”, que es como se denomina a un periodo más o menos prolongado donde la intensidad brilla por su ausencia y hay que tender más mantener que a progresar.

Así que habrá que apurar los últimos días en los que aún se puede correr a mediodía, ya que por las mañanas o por las tardes es más complicado. En cuanto suba un poco más la temperatura tendré que pasarme a entrenar menos veces y por la tarde. Ah, y como los bombones, por la sombra, que anda que no se nota correr entre árboles que a pleno sol.

Correr por las mañanas, entre semana, descartado. Entrando temprano a trabajar, sacar una hora es difícil. Y por las tardes, haremos lo de siempre, como decían Los Ronaldos…no, si no hace mucho calor trataré de salir algo, y si no, un poco de bici, que también vale. Pero con tranquilidad y para calmar el mono. Al final va a ser verdad esa frase de que la mejor hora para correr es la que se tiene libre.


En cuanto a la semana deportiva, continúo adaptándome a un ritmo óptimo para poder aguantar un maratón con las pulsaciones adecuadas. Parece mentira, pero correr lento es difícil, sobre todo cuando llevas bastante tiempo rodando a ritmos “rápidos” sobre la zona anaeróbica (en mi caso, 4:30). De los dos días que corrí entre semana he sacado la conclusión de que para reducir una media de 2 ó 3 pulsaciones por minuto tengo que hacer el kilómetro entre diez y quince segundos más lento (a 5 minutos serían 140 ppm, y a 5:15, 138 ppm), pero bueno, también hay factores exógenos que influyen, como la hora (por la mañana vamos menos acelerados que a mediodía) o el calor (entre el martes y el jueves había una diferencia de cuatro ó cinco grados). En cuanto al rodaje largo (13,5 km), y dado que nos fuimos a Gijón, lo hice a nivel del mar, seis kilómetros de los cuáles fueron por la playa (con zapatillas, arena fina pero compactada, buen tiempo, poca gente que esquivar y la humedad del mar), que si bien es un poco más cansado, también es muy placentero.

Para terminar, una de operación bikini. En los diez últimos días me he apretado una pata de cordero, hamburguesas, pizzas (doblete), bocatas de bacon-queso, huevos fritos con chorizo y papas y, al menos una cerveza diaria con palomitas y otras delicatessen (duras jornadas de finales de Liga, Copa, UEFA, Champions…). Con todo ésto, a priori, tendría que haber cogido algo de peso ¿no? Pues no, no sólo no he cogido peso sino que, además he perdido como un kilo y medio. Para que luego digan de las bondades de las cenas a base de ensaladas, special-kk.