lunes, 28 de febrero de 2011

Verano Azul

Todo español con más 20-25 años y menos de 70 recuerda por haberla visto hasta la saciedad la cabecera de “Verano Azul”, en la que Javi, Pancho, Bea, Desi, Javi, el Piraña y Tito iban en sus bicis silbando. ¿Quién no ha llorado al grito pelao de “¡¡Chanquete ha muerto!”.

Como algunos de vosotros sabéis, vengo a trabajar en bici, y alguna que otra tarde me dan ganas de salir silbando. No es que a uno le guste vacilar, pero cuando ve a todos esos coches atascados en una de las tantas ratoneras que son las entradas/salidas a la M-40 te sale la vena veranoazulera y se pone a silbar, plenamente consciente de unas miradas desde los coches en las que se mezcla la impotencia, la envidia o el odio porque un tío que, de no ser por el traje, podría asimilarse a la categoría de perroflauta (ése es uno de los efectos del pensamiento único imperante) pase por delante de su todoterreno borjamari quitándole la pegatina. Alguno incluso me ha pitado porque cruzo el paso de cebra montado en bici (lo sé, debería ser a pie), aunque su coche esté sobre el paso de cebra.

Esos días me alegro aún más de no depender del coche para ir a trabajar, ni para ir a comprar una barra de pan a la gasolinera. No tendré charca-piscina en la urbanización de pisos-de-tres-alturas-y-tres-dormitorios-con-pádel-y-domótica, pero no me como un atasco de una hora todos los días cagándome en los muertos de Gadafi (en su familia directa, los otros demasiado tienen con haberle aguantado durante cuarenta años) porque el gasoil esté a 1,30 y no corte el mar sino vuela hasta los 1,50, cincuenta durazos.

Tardando cinco minutos en ir a currar, sí, cinco minutos, vivo dos horas más al día que el resto de currantes que un día decidieron dejar la gran ciudad para irse a vivir al “extraditario”, buscando “calidad de vida”… Sí, sí, calidad de vida… la del cabrón que les metió en el embolao. Dos horas más para mi familia, hacer deporte, dormir la siesta, o simplemente no tener que dedicar medio fin de semana a tareas tan poco gratificantes como ir al Mercadona.

Todo esto viene a cuenta de que llevamos unas semanas con eventos varios en IFEMA, lo cual suele colapsar las salidas en hora punta de la zona. Pero no necesariamente una u otra Feria pueden tener efectos letales en las salidas; el calendario sin más ya lo hace, y es que los principios de mes se notan significativamente en el tráfico de una ciudad como Madrid, ya que una vez cobrada la nómina el “efecto riqueza” (o “efecto caja”) hace que los usuarios del metrobús de segunda quincena se lacen a la gasolinera a llenar el depósito, que dentro de quince días ya veremos.

En cuanto al deporte que sí puedo hacer a mediodía, voy recuperando ya casi todo. El domingo rodaje a 5:13, 140PPM y 14 kms, y durante la semana fui capaz de meter caña a 4:38 (9 kms) y dos salidas consecutivas al JC1 de 10 kms, a 4:45, con un recorrido muy exigente.

jueves, 24 de febrero de 2011

El día perfecto... para correr

Si hay que buscar un día con las condiciones óptimas para correr, ése puede ser hoy. Dieciséis grados de máxima, sol, sin viento, sin apenas mierda en el aire por las recientes lluvias…

Dadas las circunstancias (hay que aprovecharlas todas), hoy optado por ir al JC1, en lugar de quedarme en los parques habituales del barrio de entre semana (Villarrosa, Los Llanos, carril bici…), si bien no he dado la vuelta completa dentro del parque, sino que me he metido por “un camino secreto” (como diría Álvaro) bordeando la “Ría”. Al final, diez kilómetros a 4:49 a 150ppm sin mayores pretensiones que las de disfrutar del día, de la carrera y de olvidarme de la lesión (¿de qué me lesioné?); la caña ya me la metí el martes, a 4:38, y eso que los dos últimos kilómetros los hice a 4:55.

Hoy el parque estaba más concurrido de lo habitual. Runners a los que le había pillado el buen tiempo con el paso cambiado y la ropa térmica en la mochila (es lo que tiene preparar los aperos a las 07:00, con el frío y la inercia propios de esa hora), ciclistas de oficina con bici de préstamo (es gratuito en el JC1 por 1 ó 2 horas), gente leyendo en bancos (ya sé que el Retiro tiene más glamour, pero si curras en Campo de las Naciones y tienes una ó dos horas para comer es lo que hay), jubilados en su ruta habitual y los perritos de siempre.

Los propósitos de Año Nuevo se quedaron en eso, propósitos, y las zapatillas en casa hasta la operación bikini de dentro de uno ó dos meses (ésta es más volátil). Mis series empezarán la semana que viene, o la otra, depende cómo “sienta las piernas” estos días, vaya a cagarla por una gilipollez.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Dos con mucho miedo

Los que impartimos clases jugando al mus solemos empezar un envite con esta frase hecha para que los más pardillos se vengan arriba y enviden quince más (órdago técnico), pillándolos con el carrito del helao.

El domingo pasado empecé el rodaje con esa máxima “dos con mucho miedo”, es decir, dos kilómetros, por si se repetían las molestias en la pierna. Como no había rastro de dolencia alguna, allá que me fui, hasta el JC1 por el carril bici durante doce kilómetros más.

Con una niebla bastante espesa desde las alturas, sobre el terreno no había rastro apenas, y una hora después hacía un sol tremendo (vamos, como la boina de mierda de la semana pasada y de la que se nos avecina para la que viene). Esta vez me fui una hora más tarde de lo habitual, a las diez de la mañana. Sólo es una hora, pero cuánta fauna ya a esas horas por el carril bici o por los parques. No es que fuese la Calle del Infierno, pero se notaba mucha más concurrencia, sobre todo a la vuelta (11:00 AM), con todos los quemacolesteroles, ciclistas bituin que no volverán a repetir y demás especies domingueras.

AL final los 14 kms me salieron a unos decentes 5:14 teniendo en cuenta las limitaciones de no querer apretar, con 143ppm. Ya vendrán rodajes mejores, por lo pronto a continuar en la línea ascendente, a ver si puedo meter caña la semana que viene o la otra.

Y para finalizar, quisiera agradecer desde este blog a los pedantes de la organización del “Cibeles Madrid Fashion Week” que empiecen a crear un satélite (uy, perdón, una “off-week”) fuera de las instalaciones del IFEMA para su frívolo espectá-culo. Afortunadamente, los recintos feriales y Hortaleza no tienen el glamour suficiente para pedrojotas, cebrianes, ministras de Hermés y puño en alto y demás fauna. Con un poco de suerte en unos años nos libramos de esta Hoguera de las Vanidades a la española que es la Pasarela Cibeles, perdón, la “Cibeles Madrid Fachion Güic” y se la llevan a La Moncloa o Somosaguas, residencias de presidentes actuales y pasados, barrios obreros por antonomasia (para eso tenemos la “O” en el nombre del partido).

miércoles, 16 de febrero de 2011

Recaída

Si es que me flipo yo sólo. Como el domingo pasado corrí sin apenas molestias, ayer me bajé al parque a correr esos 45 minutos que tan bien me sientan por ser entre semana y a mediodía, rompiendo por completo la rutina laboral diaria. Tras un estiramiento intensivo de los isquios para prevenir más lesiones, me pongo a correr. El primer kilómetro bien, como el segundo, a un ritmo lento pero constante y creciente: 4:55 y 4:50. Es en el tercero cuando empiezo a notar esa desagradable sensación de carga, sobre todo en las cuestas arriba, por lo que decido parar en seco y andar para casa. Será aprensión, prevención o miedo, el caso es que, or si acaso, me fui andando.

Una pena, porque la díscola meteorología obedeció las órdenes de la Botella y decidió alejar la mierda de Madrid, ora a Alcalá ora a Aranjuez, versión global y tridimensional del viejo truco de esconder la basura debajo de la alfombra: lo que no se, no existe. Ojalá La Patrulla X (o, como dicen los pedante, los X-Men) existiesen, seguramente esta tipeja (estoy convencido de que es una mutante) le quitaría el puesto a Tormenta.

En fin, que hoy intentaré correr de nuevo a mediodía, sin fliparme, siempre y cuando la borrasca ordenada por Tormenta/Botella lo permita . Está visto que hay que ir un poco más despacio durante una temporada y ya está, por lo que trabajaré mi umbral aeróbico, ése en el que la energía que se quema es mayoritariamente grasa.

lunes, 14 de febrero de 2011

La Ley de la Botella

Cuando jugábamos al fútbol de niños (más mal que bien, en mi caso), una máxima que se respetaba a rajatabla era “La Ley de la Botella”: “el que la tire a a por ella”. Hoy en día, la Ley de la (señora) Botella se ha tornado en un “te jodes como Herodes” o “Si te molesta (la contaminación), tira de ésta”. ¿Qué te molesta la contaminación? Pues eso, te jodes.

A pesar de la inacción política en materia ambiental (meto en el mismo saco a todos), el domingo salí a correr y por fin tuve una salida sin molestias en el isquio. Tempranito, me bajé a estirar tranquila y concienzudamente, algo que, por lo general, no hago. Tras un par de kilómetros al trantrán cerca de casa, por Villarrosa, y viendo que no tenía molestias, me fui por el carril bici hasta el JC1, parque de referencia de mis salidas dominicales y desde el que se divisa nítidamente la mierda en el cielo de Madrid (circunstancial, ojo, nada consustancial, que hay mucho mal pensado o que no sabe leer entre líneas como consecuencia de la LOGSE o de una sobredosis continua de Sálvame/La Noria).

Las sensaciones musculares eran buenas, no tanto las respiratorias. Me notaba un poco pesado, como cansado, con unos ritmos discretos para el esfuerzo que iba realizando: 5:11 por kilómetro, con 144ppm no es ni mucho menos, mi ritmo de crucero habitual (a ese ritmo debería estar en 4:50-4:55). Será que somatizo (o “sodomizo” como dirían en “Los Serrano”), pero el caso es que creo que es una consecuencia de la mierda aérea. Al menos llegué a casa sin pedir la hora y sin signos de dolor/sobrecarga muscular.

En contra de lo que dicen nuestros insignes prebostes municipales, pienso que la mierda aérea de estos días tiene “algo que ver” en el (poco) rendimiento deportivo. Al fin y al cabo, es de cajón que si hay más mierda en el aire ésta desplace al oxígeno.

No soy químico, lo sé, pero tampoco soy gilipollas cuando intentan convencerme que la calidad del aire que respiro es mejor que la de hace diez años, o de que me asfixia más el paro que el aire… hombre/mujer (corrección política al canto), el paro me preocupa, me inquieta, me enerva que no se haga nada al respecto y que nuestros insignes dirigentes se crucen de brazos y se acusen unos a otros con el “y tú más” y cosas similares retrotayéndose a lo que (no) hicieron los otros cuando Franco era cabo. Coño, es que la perla que soltó la que puede ser la alcaldesa de Madrid no es buena ni como metáfora.

jueves, 10 de febrero de 2011

HABLANDO DE MIERDA

Segundo post escatológico. Anteayer salí a correr a mediodía, y las pasé un poco putas por una acumulación de circunstancias:

1.- A partir del kilómetro cinco empecé a notar cómo se cargaba el isquio en el que me dio el pinchazo el jueves pasado. En las cuestas arriba lo notaba especialmente. A pesar del descanso de cinco días y de haber estirado bien (o eso creo), terminé con molestias, menos que la semana pasada, por lo que tengo que volver a guardar reposo y quien sabe si ir al fisio.

2.- La capita de mierda de la capital.

3.- Las altas presiones atmosféricas. Esto puede sonar a paja mental, pero influye. Mis mejores entrenamientos y marcar las hago con tiempo “malo”.

4.- El “calor”. Hacían casi 20º, no mucho, pero teniendo en cuenta que unos días antes me había ido con 0ºC el efecto sobre el rendimiento puede ser importante.

Llegué destrozado. Para una media de 4:55 me fui a las 150ppm, cuando en condiciones normales ese tiempo lo consigo con 140ppm; o, a la inversa, con esas ppm me voy a 4:30.

Es la primera vez en bastante tiempo que no corro a gusto, y para eso mejor quedarse en casa. La próxima vez correré en el parque de al lado de casa; sólo tiene un kilómetro de perímetro y aún a riesgo de rayarme por lo menos estoy cerca de casa para volverme si no estoy bien. Tonterías las justas, que esto no deja de ser una afición.

martes, 8 de febrero de 2011

Shit is in the air

Una de las canciones más moñas de la historia es la de "Love is in the air", de John Paul John (hasta el nomber es moña). Parafraseándola, y también en inglés, estos días podría cantarse “Shit is in the air” ya que el hijoputa del anticiclón de las Azores, socialista él, está provocando que los niveles de contaminación en ciudades como Madrid se dispare hasta niveles (aún más) preocupantes. Nada tienen que ver los millones de coches que circulan todos los días, ¡¡noo!!!! Ni las calefacciones de carbón/gasoil que aún funciones a miles ¡¡¡¡¡no!!!!!!! la culpa de todo la tienen Yoko Ono (según DEF CON DOS) , el anticiclón de las Azores (según la Botella) y el Gobierno, que con sus planes Prever ha posibilitado la dieselización del parque móvil (segúnGallardón), con lo limpia y ecológica que es la gasolina de 98.

Lo peor de todo no es el rebasamiento de los niveles de contaminación en sí, que debería ser un resorte para tomar medidas, no ya audaces, sino simplemente medidas. Ante cualquier pregunta, mus.

Que la concejala de Medio Ambiente, la señora de Aznar, diga, fumándose un puro con las piernas encima de la mesa tejana que Bush les regaló, que los niveles de contaminación “no son nocivos para la salud” y que reducir los niveles de tráfico en Madrid “no es posible” es un insulto a la inteligencia. Supongo que se estará descojonando de los madrileños con el argumento de “pienso decir lo que me salga del moño, que me vais a seguir votando”. Que, además, se defienda diciendo que en otras ciudades con alcalde socialista también hay contaminación es de mear y no echar gota.

Si quiere ideas podría acompañar a su marido en alguno de sus múltiples viajes a Londres, la ciudad de su amigo Tony Blair, a perfeccionar el inglés y a ver a los petardos de sus nietos y, de paso, tomar nota de las restricciones al tráfico rodado, fomento del uso del transporte público y de la bici. Ah, perdón, que eso implica currar, lo cual no tiene tanto glamour como irse de compras o cepillarse al guardaespaldas de turno, of course, que se note que hemos aprendido inglés. Uy, no, éso no, que me han dicho que al alcalde de Londres le llaman "El Rojo", y rojo sólo hay una cosa buena, el restaurante ése de Córdoba.

¿Y de Gallardón? Que la culpa la tiene el Gobierno, qué cabrones que son que no saben qué hacer para joder a Madrid. No nos dejan endeudarnos (más), no nos dejan contaminar (más)… Claro, el plan Prever sólo se ha aplicado en Madrid los años que él ha sido alcalde; no ha existido en otras ciudades ni tampoco en los años de Ánsar.

¿Y que me decís de las medidas para bajar la contaminación que sí han funcionado? Que sepa, la única medida es cambiar los medidores… de contaminación. Como sabéis, Madrid es un vergel, lo cual se refleja que en los grandes parques haya medidores de contaminación. Una ardilla puede hacerse todo el anillo de la M-30, o de la M-40 sin bajarse al suelo… ¿Qué el la Glorieta de Atocha da niveles de contaminación muy altos? Será socialista el muy hijoputa; ponemos uno en el Retiro (a ser posible sobre el Ángel Caído) y ya está, deja de haber contaminación en la zona. Por si acaso ponemos otras en la salida… en fin…

Puestos a proponer medidas, ¿por qué no sacamos a los municipales a cantar “¡Que llueva que llueva, la Virgen de la Cueva!”? Con eso, la lluvia haría bajar los niveles de contaminación. ¡¡Misión Cumplida!! Ala, a cantar.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hay que ser gilipollas

Mira que llevo ya unas pocas carreras para cometer un error como el del pasado jueves. No se me ocurrió otra cosa que esprintar al final de la carrera, para bajar una media de unos impresionantes 4:46 a una estratoférica de 4:45, batiendo de paso cualquier récord de Gebreselassie. Pues no, gilipollas de mí y a pesar de que durante la carrera me noté alguna molestia en los isquios (lo que antes era el bíceps femoral), esprinté en los últimos 500 metros, con el objetivo de hacerlos en dos minutos en lugar de los 2:25 que, por media tendría que haber hecho. Plas, plas, un aplauso. Premio para el caballero. Premio al más gilipollas. Por principio no se debe esprintar en el tramo final del entrenamiento, sobre todo si has notado alguna molestia durante el mismo. En una carrera, y para conseguir una buena marca vale, pero así porque sí, como que no. Aporta menos que Valdano al Madrid. Pura mierda.

¿Aburrimiento, voluntarismo? Más bien lo primero. Justo cuando llegaba a casa, pinchazo en el muslo derecho; hala fiera, a casa andando como Chiquito. Menos mal que sólo ha sido un pinchazo, cuatro ó cinco días y a correr. Eso sí, sin hacer el gilipollas.

Por cierto, y hablando de Valdano, una encuestita al canto.

jueves, 3 de febrero de 2011

Correr es un estado de ánimo (Valdano Dimisión)

Los runners más veteranos suelen decir que uno no corre cuando llueve, hace frío o calor, sino que llueve, hace frío o calor cuando uno corre. Cuando empecé en esto pensaba “sí, vale, los cojones, pero dos grados bajo cero son dos bajo cero”, pero con el tiempo te ves corriendo como uno de esos frikis que se ven en las apocalípticas imágenes de Camela3 o Tela-Hínco cuando hablan de olas de frío en invierno, calor en verano (menudos linces, que análisis más certeros que hacen) o lo que toque esa semana y recomendando a la gente que no salgan ni a que el perro suelte la meadita de rigor.

Corriendo cuando hace frío te das cuenta que en poco tiempo te bastan con dos ó tres capas a lo sumo; más te sobran a los cinco minutos, en ese momento en que entras en el umbral aeróbico (vamos, lo que viene a ser el par motor). Las piernas, cubiertas con una malla, no precisan más capas ni que ésta sea especialmente gruesa o de última generación, al menos en ciudades como Madrid o Córdoba; probablemente en Helsinki, con -20ºC sí, pero ¿en Madrid? ¿cuántos días el termómetro no marca por encima de cero? Pocos, muy pocos al año, y en Córdoba no recuerdo que haya pasada alguna vez. Con todo, lo que sí pienso que es útil (y necesario) es llevar alguna braga o pañuelo al cuello, para evitar faringitis y similares. ¿Qué te cae mal Mourinho y no te quieres parecer a él en eso? Bueno, tú mismo. También se agradecen un par de guantes finitos.

Lo que peor llevo es cuando hace mucho viento; el cortavientos no cumple las funciones que, aparentemente, le correspondería por el nombre que tiene. Si se corre en algún sitio pelao puedes sentir ese hachazo lateral cuando te da de costado, o una especie de muro cuando le tienes de frente, como si corrieses con alguien sujetándote con una goma, y más si te pilla en una cuesta arriba. En esos días prefiero irme al parque de al lado de casa y ponerme a dar vueltas. Es mucho más recogido, y, a pesar de que no paro de dar vueltas, se agradece.

En fin, las cositas del invierno. Éste, a pesar de los catastrofismos del pasado fin de semana está siendo relativamente benigno en cuanto a temperaturas, viento o agua: apenas ha helado/nevado (paras desgracia de Álvaro y Pelayo, que tienen un Plan de Contingencias ante nevadas que, básicamente, consiste en hacer el muñeco de nieve más grande del mundo) y no ha habido apenas temporales con viento/agua. Seguro que en marzo se jode el tiempo. En fin, las cosas del cambio climático.

En lo estrictamente deportivo, sigo saliendo abrigado. El domingo rodaje sin frío ni calor (0ºC), a 137PPM, con niebla, me fui hasta 5:10 en 14 km y anteayer caña en el umbral anaeróbico, 9 kms a 4:30. Lo bueno de esto último es que no tenía mucha intención de meterle caña, pero casi al principio vi a uno del curro, le quité la pegatina y mantuve el ritmo los ocho kilómetros siguientes. Igual que el fútbol, como dijo el desgraciado de Valdano puro estado de ánimo.