Quien me conoce sabe que no soy precisamente un friqui de los cacharros tecnológicos. Vaya por delante que cada uno puede gastarse su dinero en lo que le dé la gana, que para eso es suyo y se lo ha ganado.
Precisamente por lo que cuesta ganar el dinero veo una salvajada gastarse 700 pavos en un cacharro que, aparte de para hablar por teléfono y mandar gilipolleces por el guasá tiene poca utilidad marginal adicional (al menos para mi particular curva de la demanda), más que nada porque hay que cambiarlo cada dos años porque ha salido el modelo 5c de (c de chupiguay) o no se puede actualizar el nuevo sistema operativo( qué cosas pasan cuando muerdes la manzana).
Joder, que con 600 pavos te compras una bici cojonuda que te dura toda la vida y que te garantizan el cuadro de por vida. Si, además, eres un temerario o un perroflauta te puedes ahorrar el abono transporte (como yo).
EL caso es que a mediados de año, y como consecuencia de que mi Nokia antiguo petó, me compré un teléfono “inteligente” (es curioso, por lo visto los aparatos han adquirido un atributo tan humano como la inteligencia a la par que los humanos lo estamos perdiendo). No era el más fardón del mercado pero es que me negaba a gastarme un pastón en un cacharro que cabe en un bote de colacao pequeño (hay que llenar muchos carros en el Mercadona para llegar a los 600 pavos).
Después de navegar un poco encontré lo que en ese momento y, por comparables, consideré una “ganga”. Por 89 pavos me compré un Samsung Galaxy y-S5360. Más feliz que una perdiz (sarcasmo) me di de alta por primera vez en mi vida como cliente de contrato y tarifa de datos, con dos cojones, por nueve pavos al mes más IVA (lo que se dice tirar la casa por la ventana).
Cargué de música el teléfono, le compré una funda y empecé a salir a correr con él resguardado (infeliz de mí) en una funda de neopreno. Con eso y con el guasá me sentía estar construyendo el siglo XXI… hasta que a los cinco meses el teléfono empezó a dejar de oírse salvo con los auriculares. A veces se oía y a veces no, cuando a él le salía de los cojones porque para eso los tenía y era inteligente.
Afortunadamente el teléfono estaba en garantía y lo llevé al servicio técnico. El chaval, al abrirlo, vio una gota “ a este teléfono le ha entrado humedad”. Menudo lince.
- “Sí, hoy he estado corriendo”.
- “Será eso, hay que protegerlo”
- “Llevaba una funda de neopreno”
- “Qué raro, yo también corro con el teléfono y no le ha entrado humedad”
- “¿Cuánto corres tú?”
- “20-25 minutos” todo orgulloso, empleando la unidad absoluta del tiempo en lugar de la relativa de minutos por kilómetro.
- “Eso lo hago yo para calentar antes de empezar a correr”.
Al abrir el teléfono vio una pegatina que estaba teñida de lila (otra metáfora). “¿Lo ves? Éste es un chivato de que le ha entrado humedad”. “¿Por correr? No me jodas, ¿es que Samsung no diseña sus productos para que no le entre el sudor?” Por lo visto no. Abrió el teléfono y me enseñó dónde había tenido un cortocircuito, señales de óxido…. A ver, que no estaba siendo pesca submarina ni hice un descenso por aguas bravas. Sólo he corrido, y me dicen que no me lo cubre la garantía.
Casi todas estar marcas emprenden campañas con fotos de pivones corriendo y eslóganes tan sugerentes como “siéntete libre”, “a tu aire” y polladas varias.
Supongo que el resto de fabricantes serán igual de hijos de puta. Yo, por si acaso, he vuelto a Nokia. En los tres años que llevo corriendo con música no ha fallado por humedades. Se me ha caído al váter, lo he sacado y al par de horas estaba funcionando. Más de uno se haría el harakiri con el cuchillo jamonero si el Aifon 5 megachupi se le cae a un charco.
Usuario de IPhone5 cuando le cae una gotita de lluvia a su tesoro
De todo esto saco unas conclusiones y una reafirmación:
- El Samsung Galaxy es una puta mierda.
- El Samsung Galaxy es más delicado que Gareth Bale, que se jode con un par de carreras.
- No merece la pena gastarse el dinero más de lo necesario en unos cacharros que cuando se joden la carga de la prueba se invierte: eres tú quien tiene que demostrar tu inocencia y no al revés.
- Si quieres fiabilidad y durabilidad cómprate un Nokia; son menos fardones pero no te sientes sodomizado; pagas por lo que recibes.