Entre las cosas buenas que tiene
la lluvia están que se llenan los pantanos, limpian la mierda del aire (daba
asco ver la boina que se cernía sobre Madrid hace un par de semanas) y se corre
con menos presión (atmosférica).
Los caminos, por el contrario, se
convierten en barro lo cual hace que correr suponga un extra de fuerza al
hundirse los pies en el barro. Valdelatas, con sus cuestas y sus caminos sin
tratar ofrece unas posibilidades únicas para resbalar, derrapar, hundirse y
ponerse de barro hasta arriba. Y lo mejor de todo sin que tu madre se entere ni
te eche la bronca ;)… el martes de la semana pasada, literalmente, llegué de
barro hasta el culo y las zapatillas en fin… debajo del grifo al llegar y
puestas a secar.
Tengo compañeros que cuando
llueve ni salen a comer: entre peinados, zapatitos de charol o corbatas
que-no-se-pueden-mojar son capaces de comerse tres sándwiches de máquina con
tal de no mojarse. Y te ven desde la ventana en su zona de confort llegando con
el gorro del cortavientos calado y lleno de barro y lo flipan. “Mira que salir
con este tiempo…” No llegan a entender la sensación de la lluvia en la cara, el
olor a tierra mojada y cuando tienes alguna lesión te dicen que deberías” hacer
menos deporte”. A lo mejor el “hacer deporte” tiene algo que ver en que lleve
seis ó siete años sin tener un resfriado (no lo recuerdo, francamente); algún
dolor leve de garganta y poco más. Lo que para un “no deportista” supone un
esguince (pisar un bordillo) para un corredor no deja de ser un resbalón. Y
para un “ultra-runner” no deja de ser una chinita, que con las bajadas de la
muerte que hacen tienen los tobillos hiperextendidos.
Esta época de “crosses” me la
estoy tomando con tranquilidad. Hay que ser un pura sangre para correrlos y no
me llegan a gustar. Estoy con un trabajo más de fondo de cara al maratón del
año que viene. Y me están tentando con las series… que en compañía dan menos
pereza sobre todo si son largas. Además últimamente me ha dado por apretar los
dos ó tres últimos kilómetros en los que llego a bajar de 4:00.
También estoy tratando de retomar
mis salidas en bici. Ahora que han abierto Valdebebas al tráfico en su práctica
totalidad tenemos kilómetros y kilómetros de asfalto sin tráfico y sin
semáforos… un chollo desde el punto de vista ciclista porque los desniveles
tampoco son muy grandes. Te puedes montar un circuito de 10-12 kilómetros sin
repetir. Si, además, eres merengón podrás admirar la Ciudad Deportiva o el
Estadio Alfredo Di Stéfano una y otra vez , ver el autobús, y, quién sabe,
cruzarte con algún jugador despistado en su coche (el autobús de la EMT todavía
no llega, pobrecitos). Eso sí, con un poco de viento no lo recomiendo porque
está pelado. El miércoles estuve dándole a algo más de 27kmh
Y hablando de Valdebebas… todos
los días veo impoluto e impecable el futuro parque cuando voy a trabajar, un
parque que, dicen es tres ó cuatro veces más grande que el Retiro. Tendrá una
extensión de unos 500 campos de fútbol, la única medida que entiende la mayor
parte de la sociedad (no les hables del sistema métrico con sus metros
cuadrados ni del más medieval de las varas y las fanegas). De vez en cuando le
zumbo a la bici por sus calles desiertas, donde es fácil sacar un circuito
pintón de 8 kms sin semáforos ni desniveles significativos. Este parque se va a
inaugurar (de verdad de la buena) en Abril de 2015, curiosamente unas semanas
antes de las elecciones. Panda de cabrones los políticos, que por puro cálculo
electoral son capaces de dilatar la apertura de algo tan beneficioso para la
salud de la gente como un paruqe o un hospital. Mientras tanto ellos a su
rollo, que si tú tienes tantas malayas, gúrteles, palaus, púnicos… o
regalándole dinero en forma de recalificaciones a todos los equipos de fútbol
mientras que con todo el cinismo del mundo desalojan a unos chavales de un
equipo de barrio modesto de Madrid como el CD Aviación para consturir ¡¡pisos!!
Pa mear y no echar gota.