jueves, 20 de noviembre de 2014

Meterse en el barro

Entre las cosas buenas que tiene la lluvia están que se llenan los pantanos, limpian la mierda del aire (daba asco ver la boina que se cernía sobre Madrid hace un par de semanas) y se corre con menos presión (atmosférica).

Los caminos, por el contrario, se convierten en barro lo cual hace que correr suponga un extra de fuerza al hundirse los pies en el barro. Valdelatas, con sus cuestas y sus caminos sin tratar ofrece unas posibilidades únicas para resbalar, derrapar, hundirse y ponerse de barro hasta arriba. Y lo mejor de todo sin que tu madre se entere ni te eche la bronca ;)… el martes de la semana pasada, literalmente, llegué de barro hasta el culo y las zapatillas en fin… debajo del grifo al llegar y puestas a secar.

Tengo compañeros que cuando llueve ni salen a comer: entre peinados, zapatitos de charol o corbatas que-no-se-pueden-mojar son capaces de comerse tres sándwiches de máquina con tal de no mojarse. Y te ven desde la ventana en su zona de confort llegando con el gorro del cortavientos calado y lleno de barro y lo flipan. “Mira que salir con este tiempo…” No llegan a entender la sensación de la lluvia en la cara, el olor a tierra mojada y cuando tienes alguna lesión te dicen que deberías” hacer menos deporte”. A lo mejor el “hacer deporte” tiene algo que ver en que lleve seis ó siete años sin tener un resfriado (no lo recuerdo, francamente); algún dolor leve de garganta y poco más. Lo que para un “no deportista” supone un esguince (pisar un bordillo) para un corredor no deja de ser un resbalón. Y para un “ultra-runner” no deja de ser una chinita, que con las bajadas de la muerte que hacen tienen los tobillos hiperextendidos.
Esta época de “crosses” me la estoy tomando con tranquilidad. Hay que ser un pura sangre para correrlos y no me llegan a gustar. Estoy con un trabajo más de fondo de cara al maratón del año que viene. Y me están tentando con las series… que en compañía dan menos pereza sobre todo si son largas. Además últimamente me ha dado por apretar los dos ó tres últimos kilómetros en los que llego a bajar de 4:00.

También estoy tratando de retomar mis salidas en bici. Ahora que han abierto Valdebebas al tráfico en su práctica totalidad tenemos kilómetros y kilómetros de asfalto sin tráfico y sin semáforos… un chollo desde el punto de vista ciclista porque los desniveles tampoco son muy grandes. Te puedes montar un circuito de 10-12 kilómetros sin repetir. Si, además, eres merengón podrás admirar la Ciudad Deportiva o el Estadio Alfredo Di Stéfano una y otra vez , ver el autobús, y, quién sabe, cruzarte con algún jugador despistado en su coche (el autobús de la EMT todavía no llega, pobrecitos). Eso sí, con un poco de viento no lo recomiendo porque está pelado. El miércoles estuve dándole a algo más de 27kmh


Y hablando de Valdebebas… todos los días veo impoluto e impecable el futuro parque cuando voy a trabajar, un parque que, dicen es tres ó cuatro veces más grande que el Retiro. Tendrá una extensión de unos 500 campos de fútbol, la única medida que entiende la mayor parte de la sociedad (no les hables del sistema métrico con sus metros cuadrados ni del más medieval de las varas y las fanegas). De vez en cuando le zumbo a la bici por sus calles desiertas, donde es fácil sacar un circuito pintón de 8 kms sin semáforos ni desniveles significativos. Este parque se va a inaugurar (de verdad de la buena) en Abril de 2015, curiosamente unas semanas antes de las elecciones. Panda de cabrones los políticos, que por puro cálculo electoral son capaces de dilatar la apertura de algo tan beneficioso para la salud de la gente como un paruqe o un hospital. Mientras tanto ellos a su rollo, que si tú tienes tantas malayas, gúrteles, palaus, púnicos… o regalándole dinero en forma de recalificaciones a todos los equipos de fútbol mientras que con todo el cinismo del mundo desalojan a unos chavales de un equipo de barrio modesto de Madrid como el CD Aviación para consturir ¡¡pisos!! Pa mear y no echar gota.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Cuando hablo de correr en Valdelatas

Normalmente no llevo la cámara corriendo. Ni siquiera el esmarfon desde que tuviese un incidente con el sudor de la carrera (vamos, que se jodió el puto Samsung Galaxy Y por salir a correr con él).

Esta mañana cuando venía a currar vi la sierra al fondo justo en el momento que amanecía con el sol dándole por la derecha y brillaba como pocas veces. Con este precedente decidí hacer una excepción y llevarme el teléfono a correr a mediodía.

¿Os he dicho alguna vez que a mediodía corro en Valdelatas? Nunca ¿no? Pues sí, a mediodía me fui para allá. El camino por Las Tablas es normalito, cansino, se puede elegir carril-bici (más tendido) o camino de tierra (más cañero). Después de 2 kms y pasando por una subestación eléctrica rodeada de escombros que presagian lo peor se llega a Valdelatas… y allí cambia todo.
Pinos, encinas, álamos blancos... multitud de caminos por donde perderse hasta la Autónoma y la carretera de Colmenar. Todo un lujo para los que trabajamos cerca.

Me siento afortunado por poder correr por aquí a diario. Eso sí, es duro de cojones que no tiene apenas caminos rectos. Pero ¿a quién le importa? Mira que quería ir tranquilito (a 5:15) pero un par de canciones de Body Combat y ya la hemos liado.., los dos primeros kilómetros a 4:47 y 4:48 cuesta arriba… eso, me vengo arriba. Con 10º, sol, nada de viento, esos olores a campoo y vistas como la de la foto mantengo el ritmo e incluso lo bajo. Ya nieva en Madrid (al menos en la sierra) y sigo flipado.



Al fondo la sierra de Guadarrama.... por la mañana totalmente blanca y a mediodía sólo en las cumbres


Esas ovejitas pastando al lado de la M-40...



Correr en un día como éste es un regalo. Hay que disfrutarlo porque hay que volver pronto. Cuando hablo de correr no hablo de marcas ni de cacharros ni de carreras. Una marca sólo sirve para ser batida una y otra vez ya que no es absoluta sino referencial. Al final 13 kms a 4:39… menos mal que quería ir tranquilito. Eso sí, el martes las pasé putas para hacer 10 kms a 4:55 (en mi defensa he de alegar que hacía mucho viento y el piso estaba muy blando por las lluvias). Pero es que el lunes me permití hacer 6 kms sólo a 4:19 (eso sí, por Las Tablas).


Cuidado con la bajada....


Sin embargo ese olor a pino se queda ahí, en la mente. ¿Y el regusto que te queda hacer los dos últimos kilómetros dándolo todo a 4:00 pelados? Esto es correr, unos días vas como un tiro sin proponértelo y otros sufres para mantener un ritmo decente… pero a veces no se puede luchar contra los elementos.