En estas dos semanas de vacaciones he corrido cuatro
ó cinco veces con los enanos, ellos en bici y yo a pie. Después de varios
intentos, el mediano se ha soltado con la bici y no para. La salida media era
de 9 kms, durante 55 minutos. ¿Sirve eso como entrenamiento? En los parámetros
en los que me muevo actualmente (5:00-5:15 durante una hora/hora y cuarto en
rodajes, 4:30-4:45 en entrenos en umbral anaeróbico de 10kms) desde luego que
no son precisamente para tirar cohetes, pero rastreando los registros de hace
algunos años hubiesen supuesto un salto de calidad.
Contando en la ofi que algún día hice doblete por
la mañana (rodaje) y por la tarde (enanos), los deportistas (entre los que se
incluyen practicantes reales o imaginarios del multiproducto Les Milles, pádel
y mus) se sorprendían de que “hiciese deporte” dos veces al día sin reventar.
¿Puede considerarse como “hacer deporte” andar
ligero y correr a ritmos desde 04:00 min/km a 09:00 min/km, lo que implica una
media de 06:00-06:30 min/km? Pues hombre, en la medida que se produce un
desplazamiento de una masa en el espacio-tiempo consumiendo en ello energía
pues sí, vale, se “hace deporte”. Si se extrapola a una carrera-tipo de 10km y
se obtiene, regla de tres mediante, que el tiempo final fuese de
01:00:00-01:05:00 por encima del cual hay mogollón de populares, pues también.
Ahora bien, si voy en vaqueros, zapatillas o
chanclas Quechua modelo tarahumara, con las gafas de ver puestas y una bolsa
del Mercadona con dos plátanos para la merienda pues como que no.
Afortunadamente para mí, no tuve que llevar dos colocaos como la Omá de Los
Morancos porque nos olvidamos la baticao. Si, en el camino, adelantas ligero
como un rayo, potente como un camión a alguno/a que va más equipado que Gebreselassie
y que grita “¡si va en vaqueros!” (es lo que tiene ir con el IPhone cuando
corres, que chillas como un cerdo). ¿Estoy “haciendo deporte”? Para el amigo
del Iphone, aparte de quitarle la pegatina y hundirle en la miseria, desde
luego que sí.
Por eso me gusta este deporte cada vez más,
porque aquí no valen los llorones. Ni los pegosos. Ni “¿Por qués?”, ni “Jugamos
como nunca y perdimos como siempre”. No valen las excusas, sólo lo que haces.
Por muy buen equipo que tengas, si no mueves rápido las piernas no avanzas. Si
las cosas no te salen como esperas es porque te has lesionado, porque te has
equivocado de ritmos o porque no te has hidratado lo suficiente, pero eres tú y
sólo tú el responsable. La verdad, me extraña que los apólogos del pensamiento
positivo no hayan usado la preparación de un maratón como analogía.
Como el Excel es mío, me lo apunto. Para algo
tengo un campo con observaciones donde pongo lindezas del tipo “viento de
cojones”, “noche toledana”, “calor”.
Caminante,
son tus huellas
el camino
y nada más;
caminante,
no hay camino,
se hace
camino al andar.