martes, 7 de febrero de 2012

Corriendo con frío siberiano

A veces pienso que los runners somos un poco como Damian, el niño de “La Profecía”. No enfermamos casi, y cuando lo hacemos nos dura muy poco y con unos síntomas muy leves, lo que nos convierte en los perfectos enfermeros, fetichismos aparte, que uno no está para llevar medias de rejilla ni picardías negro ni cofia con la cruz roja. Somos más propensos, por el contrario, a tener lesiones musculares… lo que viene a ser como los estigmas de las pelis del género diabólico.



Por este motivo consideramos la meteorología como algo que pasa cuando corremos, un elemento más que simplemente hay que tener en cuenta pero no condicionar el ejercicio. Casi todo puede ser amortiguado abrigándose (frío), cubriéndose (agua, viento) o saliendo a horas menos calurosas.

El domingo volví a salir a eso de las 09:00 con la gente de La Panda del Muro (se va a convertir en tradición), con una temperatura aproximada de -4ºC. No sé cuántos runners podía haber, unos 30 más o menos a esas horas de la mañana. ¿Frío? Sí, joder, si estamos en la semana pico del invierno: con 45 días por delante del solsticio y otros tanto por detrás del equinoccio , el 4 de Febrero empieza a estar más próxima la primavera que el invierno. Clavado.

Paradójicamente pasé menos frío que otros días, y es que, influido por los medios de comunicación, me pertreché como si fuese a asaltar la embajada iraní en Laponia: gorro, guantes, ropa térmica pegadita de manga larga, mallas y cortavientos. Con el Omnitrix en la muñeca, lo único que nos faltaba a los 30 tíos era la furgoneta del Equipo A y los Kalashnikovs AK-47 para terminar de meter miedo, porque todos íbamos parecidos.

El rodaje se me dio bastante bien, 18 kms a 5:19 y 142PPM, diez segundos menos y seis pulsaciones más que la semana anterior. Deje a los compañeros en El Capricho cuando se disponían a darle una vuelta más, unos tres kilómetros, a un ritmo más vivo (de haberme quedado con ellos me hubiese apretado un MM como un campeón).

El resto de la semana se completa con dos salidas de 10 kms, a 4:37 y 4:55, con lo que ando más o menos en la media de 35 kms/semana.



Se termina la semana de Armaggeddon siberiano y la vida sigue. Los pajaritos del parque siguen cantando (las putas cotorras de Villarrosa mucho, y por cotorras me refiero a las de la foto, y no a nadie del género humano), los patos siguen nadando, las nubes se levantan y los perritos siguen saliendo a cagar.

6 comentarios:

  1. jajajaja, me encantan tus cronicas colega, la acidez que usas mola, mola y remola :D

    Preparate que nos viene otra ola de frescor siberiano, putos esquimales!!
    El domingo sali como tu pertrechado, guantes, cortavientos, gorro y braga... a los 2 min, me sobraba hasta el slip!!!

    No entrenes tanto, no vas a dejar nada de maraton a los demas!

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  2. muchas gracias!
    ¿otra ola de frío? mientras no venga con tanto viento no me importa.
    un saludo

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  3. El último texto para enmarcalo jajaja, venga venga nada de lamentos que luego en verano a 30 grados decimos que con estos calores no se puede correr, buena semana compi
    saludos

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    1. desde luego, tienes razón. no me lamento de nada, al contrario, trato de poner en evidencia la eralidad de algunos supuestos consejos alarmistas. joder, que te prograen la peli de "El día de mañana" en plena ola de frío no parece q sea casualidad. por encima de 25 grados el motor me empieza a gripar y empiezo con conductas tan anómalas como levantarme a las 06:30 para ir a correr al parque. menos mal q soy de córdoba, q si fuese sueco...

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  4. Yo no cantaría victoria tan pronto, el tío de Siberia estaba esperando a que nos confiaramos para volver a abrir la ventana y no veas el fin de semana que viene. Se van a callar hasta las cotorras!!!

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    1. je, je... con ese frío no cantan. pero es que hasta los perros aprietan las canillas para q se les pasen las ganas de mear, que el domingo no había ninguno x la mañana.

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