jueves, 16 de febrero de 2012

Paranaoia, canguelo... ¿se masca la tragedia?

La semana pasada marqué un nuevo hito en mi preparación específica para MAPOMA y a nivel general también. Cuatro salidas, tres entre semana (dos de ellas seguidas, increíble), y el rodaje del domingo. 47 kilómetros en total, una a umbral anaeróbico (4:37, con 155ppm) dos más a 4:50 y el rodaje de ayer, 17 kms a 5:11 y 141ppm, que de rodaje tuvo más bien poco sobre todo porque los que iban en cabeza empezaron a marcar ritmos bastante altos para lo que para mí supondría un rodaje.


Nada más llegar a Los Llanos el grupo se dividió en dos. Bueno, más bien la cabecera en la que yo iba se segregó del resto del grupo, ya que de 15-20 tan sólo seguimos por ese parque cinco. Con su cuesta de 800 metros, cerramos el segundo kilómetro a 4:55, y así los siguientes, a poco más de 5:00 y a 4:45. “Vamos a 3:20” decían los que iban tirando, y yo me cagué. Joder, eso significaba “rodar” a 4:45, que si bien es un ritmo que yo puedo mantener durante 10 kms sin forzar excesivamente, a efectos de rodaje era una velocidad estratosférica para mí, sobre todo en El Pinar de Conde Orgaz/Quinta de los Molinos, donde los sucesivos toboganes se hacían a veces duros. Pero bueno, como dicen los enanos, lo bueno que tiene una cuesta arriba es que cuando das la vuelta es cuesta abajo. A partir del quinto kilómetro, estos se sucedían a poco menos de 5:00 (el ritmo se acercaba más a 3:30 que a 3:20), incluso en El Capricho con sus cuestas cortas pero pronunciadas. Para los profanos: ir A 3:20, 3:30 en un rodaje de estas características significa ir a un ritmo de maratón que implique terminarlo en 3h 20 min (4:45 min/km de media, casi nada).

Sin embargo, en los tres últimos kilómetros tuve que bajar el ritmo; notaba cómo la base del isquio izquierdo empezaba a cargarse sin llegar a molestar y, dado mi reciente historial, empecé a bajar el ritmo: 5:36, 5:40, 5:50. De una media de 5:00 me fui a otra de 5:11, que no está nada mal (5:19 el domingo anterior, viniendo de 5:29 en el previo, con un nivel de pulsaciones similares).

¿Paranoia? Probablemente, pero después de mi lesión de septiembre y octubre y de lo pardillo que fui mejor dejar de correr a buen ritmo los tres kilómetros de un rodaje que lamentarse durante una semana con chutes de voltarén, que está la cosa como para que te pillen dopado, que seguro que los putos gabachos de mierda me quitan el Tour y los gayumbos, todo esto dicho desde el cariño.

4 comentarios:

  1. No se masca la tragedia por que tomastes la decision acertada, es decir frenar.

    Yo ayer por las series, aviso en forma de pinchazo en el cuadriceps...

    Eso si, a esas velocidades... a mi "me se desmonta" el cuerpo!

    ResponderEliminar
  2. es que es como lo de la manada de búfalos... aunque uno no tenga intención de ir rápido como el delante tire no hay vuelta atrás. al final, y dado q estábamos cerca, me dejé llevar.

    ResponderEliminar
  3. De paranoia nada, yo creo que hiciste bien, que es demasiado pronto para arriesgar tonta y gratuitamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ya te digo. además, qué coño, arriesgar se arriesga en el ñultimo kilómetro en Londres 2012 cuando el eritreo de turno se escapa. pero corriendo por el parque más que arriesgar es hacer el gilipollas.

      Eliminar