viernes, 11 de mayo de 2012

Camera Café




Qué pena que hayan quitado esta serie hace tiempo. Era real como la vida misma, aunque a veces se quedaba corta por la imprevisible naturaleza humana.

Sigo flipando con lo atrevida que es la ignorancia de la gente y lo fácil que resulta minusvalorar el esfuerzo ajeno.

Como bien sabéis, hay una subclase humana que piensa que puede opinar de todo, tenga idea o no, pudiendo meterse en una conversación con la idea de que pueden aportar algo a la cadena de valor o “Chain Value” como gusta decirse ahora. Bien. El caso es que el otro día estaba tomando café con un compañero en la sala “Camera Café” que tenemos en la ofi. Estábamos hablando de los entrenamientos y nuestras pasadas carreras (él su Media de Madrid, yo la de Segovia y Mapoma), de lo difícil que es rascar un par de segundos en las series, de lo jodidos que son los ritmos anaeróbicos… bueno, qué os puedo contar que no sepáis.

De repente, como una aparición sobre la zarza que no se consume, aparece una compañera  de éstas que tienen que hablar de todo e, intuyendo de lo que estábamos hablando, se atreve a decir:

“Es que he leído que la manera más fácil de terminar un maratón es coger un ritmo y mantenerlo constante”. Cágate lorito. Analicemos la frase:

“He leído…” Mala cosa. Cuando alguien empieza con esta expresión es que tiene mucha teoría y poca práctica. Yo también leo, desde que tenía cinco años, y no voy por ahí diciendo que leo, es algo que se supone.

“la manera más fácil de terminar un maratón” ¿Es que hay alguna manera fácil de terminar una maratón? ¿O una media? ¿O un diez mil?

“coger un ritmo y mantenerlo constante”. Esto es de antología. O sea que esto es como el navegador del coche, que yo elijo la velocidad, pongo el mp3 en modo aleatorio y a descansar hasta que lleguemos al hotel rural con encanto.

Obviamente no tratamos de explicarle nada acerca de entrenamientos por umbrales, ni series, ni rodajes, ni FCMáx, ni ritmos de carrera. En realidad no tratamos de explicarle nada. Simplemente le dijimos que para poder coger ese ritmo y poder mantenerlo constante antes hay que correr muchos kilómetros. Lo que viene a ser entrenar y conocerse a uno mismo y sus límites. Seguramente se fue a su casa convencida de que fue la luz que nos iluminó al final del túnel en el que nos encontrábamos, y nosotros con una leyenda en el pecho del tipo “Yo corro, ella me guía”.

10 comentarios:

  1. jajaja...que bueno! Yo a veces ante este tipo de comentarios me quedo tan anonadada y sin palabras, que el que me lo ha dicho se acaba creyendo con toda la razón del mundo.
    El café a algunas personas les sienta muy mal ;)

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    1. yo creo q lo q le sienta mal es el orujo q le echan.. je, je

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  2. Esto es asi y siempre sera, hay gente que por leer ya se cree en posesion de la verdad absoluta. Ya opte hace tiempo por no entrar al trapo nunca, total rebajarte al nivel de un sabelotodo? NO!!

    Es como la gente que sigue los entrenamientos que les marca el smartphone, el cual si les marca despues de 1 mes corriendo por 1º vez, que tienen que hacer series a tope, haran series dejandose la vida sin contemplar el grave riesgo de lesion que esto implica.

    En fin, que hay mucho listo y el cafe les magnifica el ego.

    UN saludo!

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    1. ya te digo. convierten el medio en un fin... como los q se pican con el virtual partner

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  3. Yo siempre me pongo a ritmo de record del mundo e intento mantenerlo constante. La última vez duré seis décimas.

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    1. yo creo que hasta atándome las zapatillas me sacan ventaja... ¿seis décimas? qué grande, yo creo q no llego ni al pistoletazo

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  4. Joder lo que me reído imaginando la situación y tu cara y la de tu compi jeje

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  5. Lo mejor en estos casos es seguirle la bola e incluso ir engordandola mas y mas....se llega a decir cada cosa...

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