jueves, 22 de noviembre de 2012

¿Mala suerte o mala idea?


Esto es de chiste. Parece que me ha mirado no ya un tuerto, sino todos los Jack Sparrows del mundo pero con parche.

Hace un par de semanas noté que el Garmin se le formaban gotas de condensación cuando salía de la ofi. Y no, no era por la alegría lógica de salir para casa con el trabajo bien hecho. Es por un defecto de fabricación que hace que la estanqueidad no sea perfecta y que ante cambios de temperatura se formen estas humedades que van a más y que en pocos meses hacen que se joda la unidad.

¿Qué por qué lo sé? Porque es la segunda vez que me pasa. En las Navidades de 2010 recibí con alborozo mi primer Garmin 405CX después de haber estado usando un Polar 200RS durante cinco años sin más incidencias que algún que otro cambio de correa o de pila.

El cacharro funcionaba de puta madre, sin ningún problema. Era preciso a más no poder. Lo tenía configurado para hacer series que apenas hice, modos de pantalla que apenas consultaba (altimetría, inclinación…) o itinerarios que bien podía haber hecho con los ojos cerrados porque eran los que solía hacer.

Sin embargo, en una mañana épica de Agosto de 2011  la pantalla se rompió tal y como conté entonces. Por 150 pavos tenía uno nuevo, con su cajita y sus accesorios. ¿Persistí en mi error? A la vista de los acontecimientos puede que sí.

En la primavera de 2012 noto que se forman unas gotitas en la pantalla que desaparecían al momento. Al principio lo veía con curiosidad porque el fenómeno duraba unos minutos y se debía a la diferencia de temperatura entre el ambiente caliente de la oficina y el todavía frío de la calle. Sin embargo, esto fue más. Aunque estaba en lo cierto, el fenómeno no era inocuo, ni mucho menos. La mancha de humedad era cada vez más grande y duraba más hasta que el peluco petó en Julio estando de vacaciones. Qué curioso, en un ambiente cargado de humedad como también conté. En el Servicio “Técnico” me contaron que probablemente se debía a un defecto de fabricación y que se lo tenía que enviar para una posible reparación que, básicamente, consistía en cogerlo, tirarlo a la basura y mandarme otro nuevo.

Así que empiezo Agosto con otro pulsómetro nuevo. La configuración la hice de memoria. No cargué itinerarios ¿para qué? Sólo configuré una pantalla y en cuanto a los recorridos tampoco hice nada, más que nada porque no tenía intención de hacer una serie en los siguientes tres meses como mínimo.

“A la tercera va la vencida”, pensada. Los cojones de Mahoma. Más bien “no hay dos sin tres”… averías. Las mismas gotitas empiezan a aparecer un día que iba en bici de vuelta a casa a mediodía justo cuando empiezan a poner la calefacción en el curro. “¿Deja vú?” Miro nuevamente la pantalla. Se han ido las gotitas, ¿falsa alarma? No, empieza a suceder varios días. Blanco y en botella. Nuevamente solicito reparación, los operadores ya me preguntan por la familia, hablamos de fútbol, de la crisis, del cole de los niños y esas cosas de las que sólo se habla con quien tienes un trato cercano, continuo y familiar. Vamos, que al final por poco se nos olvida que llamaba para solicitar una reparación en garantía. Me confiesan que les salió una remesa de Forerunners 405CX con ese problema. Y a mí, como con los Petits-Suisses, me dieron dos.

En fin, paquetito de ida y a esperar a que me manden de vuelta otra unidad. Voy por cuatro.

Mientras tanto a correr con el Kalenji de nueve pavos, que falla menos que Casillas y que no se rompe a pesar de las hostias como panes que se lleva en casa porque Rayo Macqueen se ha quedado con su cara y cada vez que lo ve lo atropella. Winni the Pooh, conocedor de las circunstancias y un cabrón con ojos malos, lo arroja al suelo una y otra vez con mecánica habilidad. Mientras tanto el hermano mayor guardadito en su caja acolchada por si acaso y va y se jode. Puto delicado de mierda. A este paso tendré que envasarlo al vacío, como si fuese un cinco jotas (al menos cuesta como uno).

¿Dónde está el chiste? Pues que acabo de recibir uno que directamente no carga. Así de sencillo. Parece que los pulsómetros que se joden los tiran a un cubo, los limpian, le ponen una pegatina y se lo vuelven a enviar al primero que llega. Puta panda de cabrones.

8 comentarios:

  1. Ayer buscando información sobre "resincronizar" bandas pulsometro encontre información sobre algo q dices.

    No te envían uno nuevo, ni mucho menos, te envían uno "refurbished" es decir, reparado.

    Acabe muy harto de polar, sobre todo con sus tarifas de reparación, pero me estoy dando cuenta que el servicio técnico de Garmin es inexistente e ineficiente, hay esta mi pulsometro...muerto.

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  2. eso es lo q me temía. la mala suerte eterna no existe, pero se pasan los cabrones.

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  3. Eso sí que es mala pata. Y cómo no valen cuartos ni nada estos garmines... Yo al final me compré el más sencillito, total, es lo único que voy a utilizar. Saludos

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    1. pues sí. el problema es lo q comenta Javi, le cambian la correa y se lo encaloman a otro y con suerte para ellos tiras hasta q se pasa la garantía. como el chiste del cambio de gayumbos de los remeros del barco romano.

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  4. Casio F91-W, 12 pavos. No se a cuanto voy por kilometro ni las pulsaciones que tengo pero para los tiempos me vale. Luego cuando llego a casa miro el recorrido y en función del tiempo que haga ya se a cuanto voy.

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    1. desde luego. Al final son necesidades creadas, ciertamente, como el coche, el Iphone o la ropa. La mayor utilidad que le veo es que puedes saber cómo vas a los ritmos q corres.

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  5. Jajaja joer tio lo que me podio reir no de tu desgracia eh!!! Sino por la forma de contarlo. Hombre habrá sido mala suerte aunque ya es raro tanto fallo. Espero que por fin des con el gps bueno si es que hay alguno que fincione bien. Ya nos contaras saludosss

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    1. a mal tiempo buena cara. es lo q tiene la ironía, sí, os contaré.

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