miércoles, 6 de julio de 2011

Barefooting

Hay cosas que no llego a entender, que me rompen unos esquemas mentales largamente modelados en el subconsciente. Uno de esos casos es el barefooting (para los profanos y los presidentes del Gobierno, correr descalzo o, a lo sumo, con unas zapatillas tipo Tórtola o chanclas).
En el mundo del running (o en el de las carreras), todo (o casi todo) parecía estar inventado. Las carreras populares se han ido extendiendo tanto en número como en distancia, siendo ya bastante habitual que haya bastantes populares en las ultramaratones. A los pulsómetros sólo les hace falta indicarnos el parte meteorológico en los próximos quince minutos, como en la Fórmula 1, por si nos tenemos que llevar ropa de seco, mojado o entretiempo, vayamos a ponernos malitos. Las zapatillas han llegado a tal grado de sofisticación que es imposible conocer todos los sistemas de amortiguación que tiene cada marca, y todas te ofrecen modelos de entrenamiento (temporada fría o de calor, con goretex por si llueve) y de competición.

Desde hace muchos años, se nos ha vendido la moto por parte de las marcas de calzado deportivo la excelencia (que, con posteriormente devino en necesidad) de tener una buena amortiguación. ¿Quién no recuerda las míticas Air Jordan para poder jugar y machacar el aro en baloncesto? Los que las compraron, por supuesto, siguieron sin machacar el aro, y mucho menos jugaron mejor. Los que, por escepticismo o por presupuesto, no nos las compramos seguimos con nuestras J’Hayber Pista, Yumas, Puma (las españolas, no las alemanas, que entonces eran DasslerPuma) o Adidas

Nos decían que para evitar el desgaste articular era necesario tener un refuerzo que estabilizara el talón, a modo de “cámara de aire” que actuase como un muelle que volviese a impulsar el pie con más fuerza y redistribuyese la fuerza del impacto entre toda la superficie del pie. Antes o después, cuando corremos “talonamos” más o menos, tanto más cuanto más cansados estemos, de ahí que ese “defecto” se intente corregir con las zapatillas de alta tecnología. Más o menos eso era lo que yo entendía, seguro que alguien puede exponerlo de forma más técnica.

Pues ahora va a ser que no, que hay que olvidarse de la amortiguación como fin en sí mismo. El otro día me llegó el típico enteradillo de oficina (también conocido como tocapelotas) diciéndome que estaba dejando el “running” (en el cual, en su única aparición en una prueba de 10.000 casi consigue bajar de una hora debido a que “se colocó mal en la salida” de una carrera de 3.000-4000 personas) para pasarse al “barefooting” en busca de nuevos horizontes deportivos “que le motiven”. Como este personaje es el típico que encuentra los vuelos a un euro y tiene todos los cacharros tecnológicos antes de que salgan porque “un amigo me lo ha traído de Nuevallor a mitad de precio”, yo asentí como si lo conociera, concediéndole el beneficio de la duda, y después me fui a Gúgel.

Y cual fue mi sorpresa cuando me enteré que esto del Barefooting era correr descalzo o con una zapatilla que sea la mínima expresión. Como siempre, la moda viene de los EEUU, pero me da que los americanos nos han copiado, como siempre, porque desde que tengo uso de razón he visto a un montón de jubilados correr en la playa de Torremolinos que, reconozcámoslo, no tiene el glamour de Cannes ni marca tendencias como en South Beach (Miami). ¿No decían que la Coca-Cola se inventó en un pueblo de Valencia y que un tío de Atlanta muy listo y muy malo le hizo un lavado de cara? Pues con esto lo mismo.
Y las zapatillas “especialmente desarrolladas” no son precisamente baratas. Vamos, que si en las altiplanicies de Etiopía o Eritrea se enteran de que en Europa hay un montón de gente pagando un pastón por correr con unas alpargatas como las que ellos suelen usar antes de ser esponsorizados montan una cadena de franquicias y se forran, a cien pavos el par.
 
Y los argumentos, pa habernos matao. Para evitar precisamente el exceso de “talonamiento”, con esta modalidad se obliga a cargar el peso sobre el metatarso (la parte delantera del pie); como se te carga el talón, pisa con la parte delantera del pie.

Con esto no quiero denostar esta nueva modalidad; al contrario, pienso que para ello se requiere una técnica de carrera exquisita y muy bien trabajada al alcance de muy pocos... Vamos, que tienes que ser fiera y andar sobrado, que no es el caso de la mayoría de los populares y mucho menos de éste mi compañero.

Si se aplicase este criterio al mundo tecnológico es como si el tocapelotas éste viniese un día y me dijera: “un colega que ha ido a San Francisco me ha traído el IPhone-5. Como los anteriores son muy grandes, Apple ha revolucionado el concepto de los esmarfons acomodándolo a un concepto más Zen y minimalista de la vida occidental, y sólo es posible realizar llamadas con tono-politono ¿a que es intrigante?..me ha salido a mitad de precio, 400 USD totalmente liberado, y en España no aparece hasta dentro de seis meses” Sí, gilipollas, eso tan intrigante es un teléfono, y se inventó para hablar.

Afortunadamente, hay una luz para la esperanza: si tecleamos “barefoot” en google aparecen casi sesenta y tres millones de resulados. Si, por el contrario, tecleamos el halófono “bar food” (lo que son las tapitas del bar pero escrito en forma deconstruida y más “cool”) el resultado es de casi cuatrocientos millones. Por mucho gilipollas que ande suelto por el mundo siempre habrá alguien que los ponga en evidencia. Back to the basis, como dicen los norteamericanos.


















2 comentarios:

  1. A mi que esta nueva tendencia o forma de correr me parece que tiene su peligro. Por mucha zapatilla especial que se use, los musculos y tendones de nuestros pies estan acostumbrados a moverse, al caminar o correr, de una forma, y si no se hace con cuidado esto del "barfooting", creo que se tienta a la suerte a lesionarse. O esa es mi sensacion (hablo desde el mas absoluto desconocimiento)
    Un saludo

    PD: Las Vibram Five Fingers cada vez tienen mas cuota de mercado en USA. ¿acabaremos todos corriendo semidescalzos?

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  2. creo q me las compraría si tuviese que disfrazarme de Silvestre o Don Gato, pero me da q no son precisamente baratas.
    en serio, lo veo poco práctico en parques y jardines, con esas chinitas, piedras, charcos... a lo mejor para tomarse un bloody mary en el chiringuito fashion de formentera puede quedar "cool", pero en lo estrictamente deportivo, aportar creo q aportan poco.
    un saludo

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