jueves, 23 de octubre de 2014

El gimnasio y el corredor

Que para ser un corredor de larga distancia durante mucho tiempo hay que ir al gimnasio es algo conocido. Por mucho que “no pesen los años sino los kilos” el caso es que las recuperaciones se hacen cada vez más largas. ¿O acaso las resacas no duran más de una mañana pasada una cierta edad?

El caso es que por las diversas lesiones (leves todas ellas) de los dos últimos años y a una necesidad perentoria de contar con un vestuario para cambiarse (la principal) terminé apuntándome al gimnasio hace un año. El precio además ayudó, que es un “Low cost” de estos que tienen ducha de milagro.

Mi primer día en la sala de pesas (ahora es musculación) lo recuerdo horrible y aburrido. Subiendo y bajando mancuernas con movimientos rayanos en el onanismo, tíos sudados con ropas apretadas mirándose al espejo más que la madrastra de Cenicienta (¿era Cenicienta la del espejito?), las cintas de correr pilladísimas a pesar de ser uno de esos días esplendorosos de otoño y unos gritos de los cachitas del gimnasio que parecían que estaban matando a un cochino en cada serie del press de banca.

Siguiendo consejos de mi “entrenadora personal” (ella prefiere llamarse “Coach” pero para ser un coach tienes que vivir en California o cobrar por ello y así te puedes llamar entrenador, míster, coach o bombero torero), empecé a meterme por esa puerta oscura que separa al mundo masculino de la “sala Musculación” del más “femenino”.

Así estaba la monitora en la puerta de la Sala de Actividades captando prosélitos


Para que la transición no fuese muy traumática empecé por el Spinning. Duré tres clases intentando cogerle el gusto. Para empezar el monitor se pone a chillar “¡Vamos equipo, hoy lo vamos a conseguir!” Te subes, te bajas del sillín… Te dicen que te pongas a 120 revoluciones según el cacharro y sabes positivamente que no estás pasando de 70. Algún maillot del Tinkoff pero predominan pantalones de fútbol o del Domyos. Sin luz, con un pantallón con imágenes idílicas y el Hey Brother a todo trapo sólo faltaba una barra donde pedir un copazo, porque las bicis tenían en el hueco para el vaso de tubo. Para todo eso prefiero irme a Valdebebas (que no hay ni Dios) a zumbarle a mi bici que con 29 pulgadas, tres platos 28/38/48 y ocho piñones 11/32 se le puede sacar unas velocidades más que decentes.

Mi siguiente prueba fue el Body Combat del que guardo un mal recuerdo. Vale que en esa época tenía tocado el tensor (aún no lo sabía) y que no es precisamente la mejor actividad por las extensiones que se hacen de las extremidades. Al ver las estrellas en una de esas patadas estuve a punto de dejarlo. Y los gritos.. a ver… esos gritos que se estilan en el combat yo los reservo para goles como el de Mijatovic (la Séptima), Ramos (la Décima)  o Iniesta (huelga comentario) y no para una extensión cualquiera. Mi coach dice que hacía mal los moviemientos, que tenían que se r progresivos, vale… pero hasta aprenderlos no quería jugar con las lesiones en un momento que empezaba a preparar otro maratón. Eso sí, los tracks (no, no son canciones) me los bajo para ponérmelos cuando corro porque son muy cañeros.


El siguiente paso fue el Pilates de mi vida. Con más vergüenza que decisión me metí un día y me di cuenta que no era una copa de Veterano. Era el único tío. Y la verdad es que me encantó. Según iba contando la monitora, era un ejercicio de tonificación muscular con los que fortalecía el tren inferior, lumbares y abdominales, justo lo que necesitaba compensar. Controlando la respiración y apretando el abdomen (importante) el ejercicio podía ser muy intenso. Y no, no es de “señoras de más de 40” porque hay que estar muy fuerte para aguantar el modo macho-alfa, que el Pilates es como el FIFA 14, con modo principiante, experto y Pro. Desafortunadamente esa clase que tenía los miércoles a las 13:30 la quitaron y pusieron otra que fue mi siguiente paso en el descenso a los infiernos.

El Body Balance. Aquí sí que es difícil ver a un chico. Lo conocía de vistas porque mi santa lo hizo una temporada. Básicamente son posturitas y, según mi santa y mi “coach” es una mezcla de Pilates, Yoga y Tai Chi. Los ejercicios de tonificación, hay que decirlo, son flojitos pero…está el tema del equilibrio. Para los que tenemos garrotes en lugar de piernas esto es difícil; difícil de cojones. Imaginaos la estampa: echa el pecho hacia delante, abre los brazos, echa una pierna para atrás (totalmente recta) y aguanta… si tienes cojones… te recuerdo que estás apoyado sobre una pierna y todo tu peso hacia delante… bien, ahora gira a un lado: si no te pegas un ostión es que eres un puto hacha. Sigo yendo por el tema del equilibrio aunque si se tercia una carrerita lo dejo para la semana siguiente.
A ver si tienes huevos de hacer esto sin ostiarte ni romperte

Con el GAP (glúteo-abdomen-piernas) di un salto de calidad. Fue un viernes que no tenía ganas de correr y me metí a ver qué era eso. Se trata de un ejercicio muy intenso en el que se trabaja sobre todo los abductores (glúteo, sí, pero también el piramidal y el tensor), el cuádriceps y, en menor media, aductores y gemelos. Justo los que necesitaba reforzar en mi transición al trail (eso sí que es el lado oscuro). Aparte los abdominales. Además, a finales de Mayo que me metí sólo había máquinas del gym que metían mucha caña, y es que el pescado de la operación bikini ya estaba vendido. Mi coach me advirtió de que me podía afectar al tensor pero nada de nada; hay que entenderla: lleva con el tensor fastidiado mucho tiempo y la hipocondría se desarrolla en estos casos.

Otra actividad que la tengo pendiente por falta de horario es el “Stretching”. Según mi coach son estiramientos, lo cual me vendría muy bien. También sería interesante el Yoga, que el Pilates y el Balance beben de él pero igual, los horarios no son compatibles.

En cuanto a las que no haré (de momento) está el Body Pump. Mientras tenga GAP lo prefiero a las pesas porque estamos como al principio.

¿Y qué decir de Zumba o Shbam? Os contestaré a la gallega ¿habéis visto bailar a Robocop? Pues a mi lado parecería Joaquín Cortés. Tengo menos sentido del ritmo que Alkorta cuando jugaba contra Romario. A ver, no es que tenga nada en contra de Ricky Martin, del perro o de la mermelada o de Enrique Iglesias. Tampoco tengo nada en contra del reguetón. Ni siquiera de bailar. Pero todo junto, en estado sobrio y sin una copa en la mano como que no. Que mi coach dice que es muy divertido y aeróbico, pero mi ideal de bailar es cantar el “thunderstruck” con los dedos índices y meñique levantado moviendo la pierna izquierda que “más que baile es un temblor entre el monillo y la paraplejia”.

¿Y vosotros? ¿os habeís pasado al lado oscuro? ¿conocéis alguno más oscuro aún que no haya citado?

10 comentarios:

  1. Jajaja, por suerte sí que he vivido experiencias muy parecidas a la tuya aunque bastante más satisfactorias.

    El spinning lo suelo usar para desconectar la cabeza y para ganar en coordinación a la hora de realizar los ejercicios, tanto a nivel muscular como de respiración.

    El bodypump, aunque parezca lo típico de hacer pesas, te lo recomiendo. Para el corredor tiene muchos beneficios tanto en tonificación como en ejercitación de musculatura implicada en el equilibrio y en la fuerza cuando corremos.

    De hecho, algunos de sus ejercicios de miembro inferior, son parte de los ejercicios que algunos corredores realizan como "técnica" de carrera y ejercicios complementarios. (http://www.medrunning.com/2014/07/como-ser-un-mejor-corredor-el-body-pump.html).

    El GAP simplemente me encanta, y es una modalidad muy útil para los corredores. El pilates, aunque parezca una gilipoyez, es muy complejo de realizar "bien", y supone estar concentrado durante una hora para hacer cada movimiento adecuadamente. Respecto al resto...coincido con tu opinión.

    Por último, no creo que sea demasiado molesto que, en las clases donde nos solemos meter los corredores, estén llenas de chicas. Al contrario, es todo un lujazo. Una vez que pierdes la verguenza a que te miren por no "coordinarte" lo suficiente (al menos en mi caso), el resto son todo risas y buen rollo. Y de paso...te alegras la vista.

    Sólo hay una cosa en la que no me suelo meter en los gimnasios...las horas de baile. Muy bonitos y muy entretenidos, pero parecer un pato mareado delante de toda una clase y con varios espejos reflejándolo...como que no.

    En conclusión, perdona la parrafada, pero me ha encantado tu entrada y quería compartir contigo mi experiencia en el "dark side" del gym. Un saludo y a darle caña al spinning xD.

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    1. si lo ices así le daré una oportunidad al pump...me estais convenciendo entre todos. lo del spinning, sinceramente, al ir al curro en bici lo doy por trabajado. eso y q de vez en cuendo hago el cabra a mediodía. gracias por los consejos!!

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  2. Qué decirte que no te haya dicho ya! ole, ole y ole por lo bien que has plasmado todo lo que te he ido contando! :-) aún así, sigo opinando que deberías darle un voto de confianza al Spinning y al Combat... seguro que acabas encontrándole el encanto!

    Y ole por todos los valientes que superan la vergüenza y entran a acompañarnos a las chicas a clase! está bien que además de 'alegraros la vista' le cojáis el gustillo!

    Un abrazo!

    "Tu Coach" ;-)

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    1. gracias!!! lo del spinning lo cambio por tres vueltas a valdebebas donde de paso veo la ciudad deportiva.
      es q hay pocas cosas como un estiramiento bien hecho

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  3. Joder macho, nada como leer esta entrada recién llegado a la ofi. jijiji menudas risa me he pasado aquí con la señora de la limpieza que me ha visto descojonarme y al final la he tenido que decir la causa y enseñarle tu entrada...
    Pues si que hay cosas para hacer, madre de dios, antes los gimnasios eran sinónimo de pesas y "sansacabó"

    y es que es verdad joder el baile del bueno es con un cubata en una mano y un piti en la otra y soltando eso de: que pasa churri jajaja estudias o trabajas, einssss

    yo de momento sigo con la montaña que es el mejor gimnasio ( pero que conste que desde que tengo uso de razón me he apuntado por lo menos por lo menos a 14 ó 15 gimnasios diferentes, la primera semana voy tres dias la siguiente uno o dos, luego pasa el tiempo y un buen día cuando te llega el recibo al banco te das cuenta que estabas apuntado a un gym. que apaños...
    saludos socio ;-)

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    1. ja, ja... lo de estudias o trabajas suena a película de almodóvar de las de antes :D

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  4. Una de las mejores cosas (y mas duras) que he practicado en mi vida ha sido el yoga, actividad que pienso volver a retomar en cuanto pueda, y el que piense que levantar pesas en plan "machocamacho" es mas duro, que se meta en una clase de yoga.....

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  5. Soy de la misma opinión... la ignorancia es atrevida. Y muyh vehemente

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  6. Recuerdo la primera vez que hice pilates....!! cómo sufrí!!! y las señoras manteniendo las posturitas tan felices incluso hablando y yo no podía mantener más de 15 segundos!
    El otro día una compi que comentó que en su cuqui gym tienen clase colectiva de elíptica, tipo spinning pero elíptica! te imaginas!
    Cuando fui por primera vez a la clase de body pump sali muy pump, qué agujetas!! si es que a mi me sacas de correr, nadar ybici y todo son agujetas! jejeje
    El gap fue terrorífico!! creo que aún tengo agujetas cuando lo probé! qué horror! en fin, todo eso fue hace muchos años atrás, ahora soy más de entrenamiento funcional y el otro día probé el famoso cross fit pero que va, no sé, no es lo mio.
    Excelente entrada!
    bss
    Tania

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    1. Gracias!! Y encima me dais ideas... q si body combat q si cross fit.... :D!

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