martes, 15 de diciembre de 2015

El corredor y el Body Attack

Por casualidad el otro día me metí en una clase de Body Attack. Lo que se suponía que iba a ser una clase de GAP un viernes cualquiera a las 14:30 se convirtió en Body Attack.  Ignorante de mí, me veía como uno de esos guerreros enmascarados con capa en la espalda y con cobertura de grasa en la panza paseándome por el ring antes de meterme de ostias con otro similar.

Pero no. El calentamiento fue un resumen de lo que me esperaba… carrera en el sitio, con los pies el glúteo, levantando las rodillas, estirando la pierna yendo hacia delante (paso ruso, para entendernos), retroceso con pasos cortos, carrera lateral, saltos laterales, en el sitio… sí señoras y señores… me acababa de meter en toda una clase de técnica de carrera coreografiada. Y dirigida (muy bien, por cierto).

La peña lo flipaba… esperando una clase “convencional” de GAP (entendiendo por convencional una sucesión de ejercicios core y tonificación elegidos por el monitor) con sentadillas, patadas laterales, crunches, launches, algo de step, gomas (para sufrimiento de los abductores) y reggaetón a punta pala (es lo que tiene que la monitora tenga veintipocos, que el Scattergories es suyo y te pone a Nicki  Jam y su “Perdón” o “La Gozadera”) va y se encuentra una serie de canciones (tracks) más cercanas al Zumba que al Pump o al Combat.

Hasta progresivos dio la clase para hacer. Bueno, no muy progresivos porque el espacio daba para lo que daba y no lo pidió la monitora pero me vine arriba ¿y cómo no si corres hacia atrás estilo Moonwalk y tienes que salir hacia delante? Un progresivo (sui generis) de cajón.

Y “skipping”. Levantando las rodillas y avanzando elevando las pulsaciones hasta el infinito y más allá, que una cosa que tiene esta clase es que los descansos son mínimos.

Skipping... perdón track de Body Attack


Algún fondo casi al final para rematar la faena, cambios de dirección, carreras laterales… hicieron que saliera de esta clase con la sensación de haberla aprovechado al máximo.

“¿Qué os ha parecido la clase?” Nos preguntó la monitora. “Rara”, “Divertida” se oía. “TÉCNICA DE CARRERA COREOGRAFIADA” dijo el listo de turno (es decir, yo). Con lo que me joden los listos (como diría mi padre).


Lo que iba a ser una clase de GAP se desveló como una sesión de técnica de carrera. Pero qué cabrones son los de Les Mills, que te venden algo como la caña de España con tantos años como el comer como Leonardo di Caprio en “El Lobo de Wall Street” nos vendió un boli. 

Escena mítica... como venderle hielo a un esquimal

1 comentario:

  1. En mi gimnasio lo hacen y nunca me he atrevido a meterme, pero viendo tu experiencia el próximo día me meto a ver qué pasa ..😜
    Feliz Navidad!!!!!

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