miércoles, 19 de mayo de 2010

¿Friquismo?

El domingo pasado, para poder aprovechar el día, me fui temprano (muy temprano) a hacer la tirada larga, que es como se denomina a una carrera normalmente de una hora a un ritmo “tranquilo”, ritmo al cual, por ejemplo, se puede mantenerse una conversación sin jadear. Esta vez, más que los tiempos, intenté priorizar el ritmo (las pulsaciones), con el objetivo de ver cómo podría plantear un maratón en un futuro más o menos lejano. En mi caso, el ritmo “de crucero” tendría que estar en torno a 140 pulsaciones por minuto de media, que en términos de tiempo suponen cinco minutos pelaos… en trece kilómetros. Teniendo en cuenta que la progresión de las pulsaciones sigue una recta más o menos creciente, y que mi umbral anaeróbico está en 153 ppm, tendría que ir a algo menos, por lo que tendré que ir probando a ir a 5:30, lo cual sigue siendo una buena marca proyectada, por debajo de cuatro horas. El próximo rodaje probaré a ir al trantrán, a ver que tal se da. Además, y dado que se acerca el verano, habrá que levantar un poquito el pie (nunca mejor dicho).

El día amaneció fresco para la época (16 de Mayo… en dos semanas abren las piscina de verano), con unos 6/7 grados, pero estupendo para correr, sin viento. Salí de casa y fui hasta el Juan Carlos I (Campo de las Naciones), donde di una vuelta perimetral y otra interior. En total, contado ida, vuelta y recuperación, 13,5 km, a 5:00 de media, clavando los parciales Mortirolo aparte. Las sensaciones muy buenas; a un ritmo tan “tranquilo” no llegaba en ningún momento a faltarme el aire (umbral anaeróbico), con una temperatura óptima y los olores propios del parque (romero, pino, lavanda…)

A esas horas y en esos sitios se encuentra gente corriendo, rodando en bici (en ambos casos con bastante nivel), pescando, piragüeando, volando cometas, conduciendo/volando maquetas o jugando al golf-o-sea (en el campo de al lado), y el parking medio lleno :O!!

En cuanto a las circunstancias del ejercicio, y de ahí el nombre del post (menuda palabra pedante que se ha puesto de moda), no voy a rebatir ningún comentario calificatorio sobre friquismo, más que nada porque es difícil de justificar. ¿Qué nos mueve a levantarnos a esas horas para –supuestamente- pasarlas putas corriendo?. Bueno, parafraseando a ZP, el concepto es “discutible”. Para empezar, a las nueve y media estaba de vuelta a casa, una hora que deja toda la mañana libre para hacer cualquier cosa. Por otra parte, también hay que contraponerlo con otras aficiones u obligaciones: ¿por qué escaquearse un día del curro para ir a las rebajas? ¿qué nos obliga a ir cinco horas a una plaza de toros con una banderita a aplaudir al político del turno desproticando contra los “ricos insolidarios” que ganan (perdón, declaran) más de 20.000 leuros y “malditos roedores”, perdón, “especuladores”?.

En cuanto a próximas carreras, hay un diez mil a finales de mayo que tiene buena pinta, la Cerrera Liberty. Además de estar homologado, son sólo ocho lerenles, transcurre por el Barrio de Salamanca/Chamartín y es benéfico. Lo único malo es que a finales de Mayo puede hacer un poco de calor en Madrid. Si al final me animo, mi objetivo está en bajar de 44 minutos.

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