jueves, 19 de enero de 2012

MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA: SI BUSH PUEDE, TÚ PUEDES

Hasta la semana pasada, pensaba que algunas actividades cuyos practicantes denominaban “deportes” no podían ser muy difíciles de practicar cuando personas como la familia real al completo eran capaces de esquiar o navegar, Ánsar podía ser campeón de noséqué campeonato de pádel, Felipe de dominó y Franco se supera a sí mismo año tras año en la pesca del salmón.


Pensaba que, frivolidades aparte como las de Zapatero en esas míticas fotos en las que no dejaba huella en la playa de Matalascañas (qué gran y triste metáfora de su legado) o su estilo “Nopuedorl”, las cosas del correr tenían alguna barrera de entrada.










Pero va a ser que tampoco. Sabía que dos de esas frivolidades eran Ánsar y Bush, quienes fueron pillados por un “avispado” periodista de EL PAÍS hablando que hacían los 10.000 en 5:10. Dicho periodista, tirando de una pretendida y falsa ironía (para usar la ironía hay que ser inteligente, como dice mi amiga Cristina), se reía de lo fantasmas que podían ser estos dos perlitas cuando el récord del mundo de Gebreselassie estaba por debajo de 27:00, poniendo de manifiesto que (el periodista) no tenía ni puta idea de que, en medias y largas distancias, los ritmos se medían en minutos por kilómetro. Como diría mi padre “este tío es un listo...¡¡cómo me joden los listos!!”


El caso es que leyendo el blog La Pingüina Veloz leí que Bush había terminado un maratón en 03:44:52. Me quedé con una cara de gilipollas que no veas. Yo pensaba que las dos únicas cosas que compartía con Bush eran que respirábamos oxígeno (aunque con ciertas dudas, porque creo que este tipo era como las bacterias de Río Tinto, que son capaces de vivir en entornos con altas concentraciones de hierro y arsénico) y que nuestra capacidad de hablar y escribir inglés era la justita.

Pues no, resulta que el pollo éste corre, y mucho. Visto lo visto, que nadie me diga ahora que para terminar un maratón hay que tener un carácter especial, espíritu de sacrificio y autocontrol. Si Bush, careciendo de todo esto, puede, tú puedes.

Esto es un claro ejemplo de motivación extrínseca, que es aquélla que encontramos en factores externos (por ejemplo, cuando vemos correr en lontananza a Fernández, el de Contabilidad, y apretamos para quitarle la pegatina), frenta a la intrínseca (autosuperación, mejora personal de una marca personal o “personal best”).

3 comentarios:

  1. Hay una moda de correr ciertamente preocupante, pero cada vez que leo, que uno de estos "seres", tienen aficiones en comun conmigo pienso, que los mayas le den ya al boton de "end of the world"...

    Practico ambas motivaciones extrinsecas e intrinsecas :D

    ResponderEliminar
  2. jajaja... Hay que buscarse las motivaciones donde sea. A mí, buscando referentes femeninos y hasta que a la Sra Botella no le de por correr, la que me dejó pasmada es la marca de Oprah Winfrey. Si ella puede, yo también.

    Ya te veo en la maratón de Madrid mirando el crono y pensando en Bush ;)

    Ah, y muchas gracias por la mención.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De nada, al contrario, gracias a ti, que me has dado pie para un post.

      es que el cabrón podría llevar el globo de 3:45. Sí , lo de Ophrah tiene merito; al fin y al cabo ella corre por dos ;)

      Eliminar