lunes, 11 de abril de 2011

Leyendas Urbanas: Beber agua da flato

Menudo calor que pasé el jueves a mediodía. El termómetro del JC1 marcaba 27º, así, a pelo. Desde los 7º que hacían la última vez que fui a correr el domingo por la mañana, una subida de 20º. Así me fue, una carrera lenta (4:50). Me da que pronto voy a empezar a madrugar. Con tanto calor tuve que pararme en una de las múltiples fuentes del parque a beber agua y refrescarme. Y aquí quiero desmontar una de las leyendas urbanas en torno a la ingesta de agua durante la carrera. BEBER AGUA NO DA FLATO; hombre, si te bebes tres litros del tirón y te pones a correr como un poseso puede, pero eso no es flato, eso es que tienes lleno el buche. Lo que da flato son las torrijas de tu madre, la fabada, los torreznos y cosas por el estilo. Pero ¿el agua? Los runners más habituales son conscientes de que este mito urbano tiene la misma validez que el de los cocodrilos blancos de las alcantarillas de Nueva York, pero los que no corren aún lo recuerdan desde que en el colegio algún “profesor” de “Gimnasia” se encargaba de repetirlo alegremente.


Desde luego, cualquiera que se pusiese un chándal y se colgase un silbato podía ser profesor de "Gimnasia", cuánta inconsciencia transmitida de generación en generación.

Para empezar, el agua es absorbida directamente por el cuerpo, sin pasar por ningún proceso de digestión. En días como los de esta semana pasada, con calor, es importantísimo hidratarse antes, durante y después. La incidencia del sol (pica como a finales de agosto/principios de septiembre, ojo) y el calor (el mediodía solar es a las 14:00, hora a la que los runners de oficina suelen correr entre semana) nos hacen sudar bastante, de ahí la necesidad de hidratarse. Ahora que empieza el calorcito, hay que beber cada veinte minutos (más o menos) aunque no se tenga sed. No se pierde tanto tiempo (¿cuánto tardas, veinte segundos?), seguro que lo recuperas en forma de mejor ritmo después y menos cansancio. Además, no creo que tengas a tiro a Gebreselassie (entonces sí puedes prescindir de beber, pero sólo si te quedan dos kilómetros para meta). Hay que recordar, además, que no sólo se suda agua, ya que el sudor arrastra nutrientes que hay que reponer. Bebidas isotónicas, limonadas y cerveza son las mejores. ¿Trucos para no deshidratarse tanto? Aparte de la hidratación, pocos, la verdad, salvo el sentido común. No ir excesivamente abrigado (se siguen viendo inconscientes con impermeable incluso en verano), aprovechar al máximo las zonas de sombra (menor exposición al sol, menor deshidratación). Si se puede, evitar las horas de más calor. Ir a ritmos más bajos. Y una cerveza después de correr.

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