lunes, 20 de junio de 2011

Bici de montaña en Madrid

Es de sobra conocido que la mejor bici para conducir en Madrid es una bici de montaña. Las escarpadas cuestas y el firme terroso han hecho que una gran parte de los ciclistas urbanos de Madrid opten por esta bici. ¿Por qué? Ni puta idea, pero es algo extensible al ciudadano español ya que estos trastos son los que dominan en el paisaje urbano de cualquier ciudad española.

Pienso que se trata más de una cuestión cultural que otra cosa. Hace veinte años sólo existían dos tipos de bici: las de niño y las de carreras. Punto. No había más, cuando uno llegaba a cierta edad o sus papás le compraban un Vespino AL (rojo o negro) o se jodía e iba andando, en autobús o haciendo el pinopuente. Y, de repente, la luz: aparece un tipo de bici, la de montaña, más o menos con la aparición del fenómeno Induráin. Y claro, el PRYCA llenó de bicis de montaña pueblos y ciudades.

Esta inclusión en nuestro perfil genético, a la larga, se ha revelado como nefasta. Si sabemos leer (lo cual implica entender a la vez que se juntan las letras cuando emitimos sonidos), una “bici de montaña” es una bici para manejarla en terrenos montañosos, con sus caminos, veredas, hierba, piedras… para lo cual se diseña una bici más robusta de lo habitual (y por tanto más pesada), con ruedas con tacos, frenos de disco y suspensión hidráulica. Bueno, eso para las buenas, porque las del Carrefour no creo que tengan nada de eso (y si lo tienen será de plástico, para dar el pego).

Por ser una “bici de montaña”, no está diseñada para ir rápido, ni para correr. Lo normal es que tengan un juego de platos 42-22, y el clásico cassete 11-32/34. Cualquier híbrida tiene un desarrollo mayor con el plato medio (38) que el grande de la bici de montaña, habida cuenta de la diferencia en el diámetro de las ruedas (29’’ frente a 26’’). Inciso técnico: el desarrollo es la distancia recorrida por cada pedalada, y es cociente entre el número de los dientes del plato entre el de los piñones multiplicado por el perímetro de la rueda (a ver, que esto es de 4º de EGB, el perímetro es diámetro por 3,14xx).

Los tacos de las ruedas, además, están hechos para agarrarse descendiendo por un camino de cabras de pendiente 17º , que no es precisamente el trazado del Eje Prado-Recoletos, con lo al meterlo regularmente por asfalto/carril bici/parques durante bastantes kilómetros el firme se lo comerá en un santiamén.

Otra cosa distinta es que te mole salir regularmente por la Sierra los fines de semana y no tengas sitio para otra bici más en casa o en el trastero, pero no creo que sea el caso más habitual, ya casi todos los "ciclistas urbanos de munteinbaic! que veo llevan la bici demasiado limpia como para haberla cogido por el Pardo el fin de semana anterior.

5 comentarios:

  1. Ja,ja es cierto. Para algunos parece que da más categoría andar con la bici de montaña por la ciudad. Es como si parecieran más deportistas.

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  2. da caché; me imagino que será una transposición de la religión del todoterreno al mundo de la bici. Tampoco está tan mal la A6 para que Majadahonda esté llena de Q7s
    grcs!! y ánimo con esos 100 :S

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  3. Y otro mas con este tema! Que pesaos que soys! Y que mas os da con que bicis vaya la gente?

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  4. Bastante de acuerdo, como con esto:
    http://www.enbicipormadrid.es/2011/07/consejos-para-elegir-entre-bici-urbana.html

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  5. Yo voy por el monte con una Brompton y otros van con una mtb por ciudad. Que cada uno haga lo que le salga de los cojones con su bicicleta, ¿no os parece?

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