viernes, 23 de septiembre de 2011

Miniseries

Una costumbre muy española es la de mostrar a los demás como hábito lo que no deja de ser una excepción que confirma una regla que no seguimos pero que farda afirmar que se sigue ante propios y extraños.

De esta forma afirmamos que sólo cenamos una ensalada o un plato de fruta y que no adelgazamos porque tenemos mucha masa muscular. La ensalada, en realidad, tiene poco de ensalada y sí algo de queso, pasta, atún, huevo duro, pan de chapata para mojar o todo a la vez, mientras que la fruta suele ir precedida de una cerveza (“u dos”) con cortezas a modo de aperitivo que, como todo el mundo sabe, no engorda. Vamos, que nos hacemos trampas al solitario. Otros dicen que lo que le pesan son los huesos, confundiendo la ese con la uve.

O que tenemos un encanto especial que nos hace irresistibles y que es el compendio entre el cuerpo de Cristiano, la sonrisa de Brad Pitt, la elegancia de George Clooney y el vigor de Nacho Vidal porque una vez la dependienta de El Corte Inglés nos sonrió y nos dijo que esa americana que no nos hemos vuelto a poner nos quedaba “perfecta” y nos hacía “más jóvenes”.

O que vemos las series en versión original, que queda más “cool”. La cruda realidad es que alguna vez hemos bajado por error un capítulo en versión original con subtítulos y lo hemos visto (más bien leído, porque la serie en cuestión es de unos granjeros “Rednecks” de Minnesota que casualmente encuentran unos fardos de droga y se ven envueltos en una trama con la Mafia de Chicago, cuyo jefe es un vampiro que aún no ha salido del armario… como para entender la jerga).

Esto me pasa con las otras series, las de correr, uno de mis recurrentes propósitos de Año Nuevo o Septiembre. Ya en Enero me propuse hacer al menos cuatro series de 1.000 metros una vez a la semana. Hice dos sesiones y ya está. Lo malo es que yo mismo pensaba que había hecho más, que había prolongado este propósito hasta Abril. Sí, sí… lo dejé el 24 de Enero, como consta en el impertérrito Excel de todos los ejercicios que guardo desde hace unos años. Esto confirma una de las míticas frases de Botín, “lo que no son cuentas son cuentos”.

Hoy he vencido la inercia y he hecho unas series. Esta mañana he programado el Garmin para que controlara cinco series de mil metros con descansos de un minuto y medio, me he bajado al parque y he gritado como Pelayo “¡¡Qué empiece el combate!!”.

He aguantado tres, porque la cuarta la he dejado a la mitad. Lo bueno: me ha salido una media más que aceptable, 03:58 (03:58-03:52-04:04). Lo malo: que son sólo tres.

Con esta perspectiva, bajar de 43:00 el próximo domingo se me antoja difícil (sería hacer una media de 04:18). Pero bueno, si al final consigo mantenerme en un día de series a la semana no sólo atacaría el 42:00 (el año pasado hice 42:14), sino que el 41:00 lo tendría cercano. Del 40:00 para cuando cumpla 40.

No hay comentarios:

Publicar un comentario