miércoles, 16 de noviembre de 2011

Estética globera o qué no llevar en bici un domingo por la mañana

Después de muchos años de un reinado casi absoluto, el uso del chándal en fin de semana se ha visto reducido a raperos, narcotraficantes, Latin Kings, cantantes de Camela e internos de Alcalá Meco (a los de tercer grado no les está permitido). El uso en la intimidad del hogar, como el catalán de Aznar, está autorizado.

Este cambio de actitud social, sin embargo, no ha llegado aún al mundo del ciclismo en su modalidad globero-dominguera.

Cada fin de semana, hordas de “ciclistas” se equipan con un equipaje mínimo consistente en: malla/culotte, ropa técnica ajustada y cortavientos para reducir la fuerza frontal del viento; gafas de sol deportivas porque las TommyGilpollas no pegan con la ropa, casco aerodinámico, guantes de verano/invierno, mochila de triatlón equipada con bebidas isotónicas, barritas energéticas y pastillas potabilizadoras por si tenemos un desfallecimiento en plena subida de la cuesta de 200 metros del Campo de las Naciones o tenemos que hacer noche en Madrid Río, ruedas de repuesto y herramientas multiusos que probablemente no sepamos cómo usar (entre otras cosas porque no nos hemos llevado la bomba ni palanca ni la 10/11 para cambiar la rueda), alforjas en la bici para llevar una muda (uno siempre se puede mojar si se cae al estanque del Retiro) y un saco de dormir.

Un GPS por si, vade retro, el Iphone se queda sin cobertura, una estampa de San Cristóbal (precaución amigo conductor), una pegatina de la Virgen de la Fuensanta “yo conduzco, ella me guía”, chaleco reflectante, luces LED de 1.200 lumen con pilas de repuesto completan el kit junto con el cuchillo de Rambo por si, haciendo noche en Madrid Río, tenemos que hacer frente (y comernos) a un jabalí, para lo cual necesitaremos una caja de fósforos resistentes al agua por si en la pelea con el jabalí tenemos que rodar hasta el Manzanares para reducirlo.

Este equipaje, por supuesto, es el mínimo imprescindible que le ha colocado el del Decartón o que ha leído en un foro MTB sin saber qué es MTB.

Todo esto para ir por Madrid Río o el Anillo Verde Ciclista durante diez kilómetros entre ida y vuelta, unos trayectos exigentes y hostiles donde los haya y en los que, como mínimo, hay que llevar tres platos y ocho piñones.

Si Induráin hubiese llevado este equipo cuando batió el récord de la hora hubiese hecho por los menos 400 kilómetros. Con este material, tres camellos y tres extras rodaron en Nevada “Rambo III” y menos mal que McGyver no es colega de Ahmaddineyah (el presidente de Irán), que si no le despliega un escudo antimisiles en la frontera con Turquía.

Ya hablando en serio, ¿por qué tanta tontería? Si lo que tenemos es una bici de paseo o, teniendo otra, salimos a pasear con la familia ¿por qué no vestirnos de paseo? No es que haya que ir de Gucci al parque (sería poco práctico, por otra parte), pero ¿iríamos con esa pinta si fuésemos andando? Con unas pinzas de tres euros para que los pantalones no se manchen de grasa, un casco (por aquello de dar ejemplo a los enanos) y la mochila del Colacao para llevar algo de merienda es suficiente. Si estás a tres kilómetros de casa ¿de verdad piensas que vas a pinchar la rueda trasera y vas a ser capaz de cambiarla en medio de la calle o vas a empujar la bici hasta casa para hacerlo tranquilamente?

El menda, que usa la bici a diario, va en traje a trabajar o con ropa normal el fin de semana, y puedo asegurar que no siento ninguna intensa molestia que me impida avanzar por no llevar un culotte reforzado. El viento no me repele por llevar pantalones de agua cuando llueve. Pincitas, una bolsa (para compras y demás), unos guantes finos (si hace frío) y un candado de los buenos, que luego por hacer el miserable con los candados De Cartón de tres euros nos roban la bici cortándolos con las tijeras Jovi de primero de infantil.

Cuando voy a meterle caña sí que uso alguna de la parafernalia antes descrita (ropa, principalmente), porque es útil, pero al final es como todo, cada cosa tiene su uso. Después de dos horas dándole, la rabadilla empieza a resentirse; a más de 30 kmh el viento influye bastante si lo tienes de frente, de cola o de costado. Pero a 12 kmh y circulando en paralelo el rozamiento es despreciable (al fin y al cabo, el rozamiento aerodinámico es directamente proporcional al cuadrado de la velocidad).

2 comentarios:

  1. Pues la verdad es que a mi tampoco me seduce la estetica ciclista de la lycra y ciertamente no es necesario enfundarse ropa tecnica para ir a comprar el pan o dar una vuelta al parque con un "colega". Pero segun mi experiencia de aficionado dominguero, la indumentaria del Tour es la mas indicada para salidas de mas de media hora.De cualquier forma todo es buscar las prendas mas holgadas que utilizan los ciclistas de montaña para no ir tan ceñido sin tener que renunciar a las ventajas de los tejidos transpirables.

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    1. ..De ahí el último párrafo. Hago muchas salidas de 30-40 km en las q intento ir a 25-30 kmh (ni mi bici con toda su parafernalia de transportín, soporte, guardabarros, candado..) da para más ni mi glúteo (recortado al máximo por el running) ni la ruta me permiten ir más rápido. Y en ésas sí q me equipo con el culotte, ropa ceñifa. ¿Pedales automáticos? De moemnto no, gracias, pero x una cuestión práctica: al dejar la bici en la calle no me seduce la posbilidad de q me los tanguen.

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