miércoles, 3 de noviembre de 2010

Amanece tan pronto...

El cambio horario del fin de semana ha posibilitado que nuevamente salga a correr con luz por las mañanas, aunque no sé cuánto duraré por una cuestión térmica. Esta semana las temperaturas han subido, y eso hace que sea agradable salir a correr, a pesar del madrugón, con unos 10º a esas horas tan entrañables.

Este fin de semana tengo carrera, un 10.000 que espero realizar en torno a 43:00, frontera de la que no espero bajar (hay que ser realista), pero a la que sí me acercaré. Quién sabe; si me encuentro bien, me toca un buen sitio en la salida y no se ponen muchos gilipollas en el cajón que no le corresponde es asequible. En casi todas las carreras, en la salida hay “cajones” por tiempos previstos, es decir, se pretende agrupar a los corredores que aspiran a un determinado tiempo para que no entorpezcan a los que aspiran a un tiempo mejor y para que vayan (más o menos) con gente de su nivel, posibilitando con ello que la marca sea mejor. Pero no, hay gente que ve esos numeritos y se piensa que es la parada del autobús o la edad de la vecina del quinto, y ahí que se ponen.

El perfil de la Carrera es, en general, descendente, desde Castellana hasta el Retiro, teniendo en torno a 1,5 km de subida al final por aquello de que el desnivel no ha de ser muy amplio para poder homologar la prueba. La verdad, no tengo muchas referencias competitivas recientes, porque desde Abril (MAPOMA, MMM) no he participado en ninguna carrera.

En estas carreras, la verdad, tu tiempo depende en gran medida de cómo te coloques en la salida y de tu estrategia de carrera. Dando por hecho que has tenido una preparación acorde a tus posibilidades (que puedas correr un sub40, sub50 es indiferente), el plus de mejora te va a venir por estos dos factores.

En cuanto a la colocación, si llegas tarde a la línea de salida te vas a encontrar con mucha gente delante, a muchos de los cuales tendrás que adelantar en cuanto puedas, perdiendo bastante tiempo en estas maniobras hasta que la carrera se abre, normalmente hacia el primer kilómetro. Por ejemplo, si vas a bajar de 45:00 y el primer minuto lo haces en 05:30, te queda bajar un minuto en los nueve kilómetros siguientes, lo cual es posible, pero te obliga a meter más caña que si iniciaras un ritmo determinado y lo incrementases poco a poco. Si te quieres evitar este problema no te queda más remedio que madrugar.

En cuanto a la segunda sí que depende de uno mismo y del autoconocimiento de los límites de cada uno; de nada sirve ponerte a correr como un loco a la salida siguiendo un ritmo de otros corredores que no vas a poder mantener durante diez kilómetros. Mejor dejarlos marchar y buscar al tío del globo o a algunos cuyo ritmo sea parecido al que tú aspiras o incluso menor, por aquello de superarte. Diez kilómetros se pueden convertir en una ultramaratón si ves que a los dos kilómetros estás reventado. Además, al final lo más probable es que te dé por apretar, más que nada porque casi todo el mundo lo hace, y por orgullo te dejas llevar, y para eso no hay que llegar fundido. Cuidado con acelerar demasiado pronto; mil metros son muchos si corres a toda hostia, y más si te encuentras una cuesta arriba, en cuyo caso pensarás que estás en pleno Tourmalet. Aprieta, pero poco a poco, de tal forma que puedas mantener el ritmo fuerte y que los últimos 300/400 metros puedas (ahora sí) esprintar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario