martes, 10 de mayo de 2011

Pinocho

Un axioma bancario establece que “el papel lo aguanta todo”. Para los que no están familiarizados con este mundillo tan denostado significa que todos los planes de negocio son viables con unas previsiones de ingresos que no suelen estar basadas en estudios serios sino en una declaración de intenciones. Estamos en campaña electoral ¿y cuándo no? el 22 de Mayo son las elecciones municipales y autonómicas (regionales) en España, y haciendo un paralelismo se podría decir que “El Programa lo aguanta todo”.

Todo programa político recoge una serie de brindis al sol con el único objetivo de sugestionar a los incautos que se crean las declaraciones de intenciones recogidas en los programas. El problema de las elecciones es que siempre hay un partido (o más) que gana, y toca pelo. Y, claro, hay que repartir dádivas, prebendas, puestos, dietas y todo el botín entre todos los miembros (y “miembras”). Y luego, si te he visto no me acuerdo. “¿Programa? ¡¡Ah, sí, el de la tele!!”, y a los pobres que creyeron que le iban a construir tal centro de mayores o ese carril bici que les den por el orto; total como vivimos en una sociedad con memoria de pez seguro que se olvidan.

Todas estas reflexiones vienen al hilo de un asunto particular en Madrid, el del desprecio municipal hacia todo lo que sea bicicleta por parte de su alcalde, Ruiz-Fanfarrón y la concejala de Medio Ambiente, la “esposísima” Ana Botella, duquesa consorte de Aznar, que, entre otras lindezas, dice que la calidad del aire en Madrid es la mejor de la historia (lo de la minúscula es de cosecha propia) o que la culpa de la contaminación es del aire africano (suena a contubernio judeo-masónico). Ayer se dieron un “paseo” en bici por la penúltima gallardonada, el faraónico Madrid Río. Las fotos que se pueden ver en cualquier periódico los muestra paseando en paralelo, sin paseantes, patinadores, ciclistas o perros que les molesten y en unas bicis de montaña que, como todos sabemos, son lo más indicado para ir en una ciudad como Madrid y en un parque tan agreste como el de la ribera de un río. Van con ropas tan cómodas y prácticas como los pantalones blancos de la botella y llevan gafas de sol de marca. ¿Cabe mayor grado de cinismo?

Ahora dicen que van a hacer no sé cuántos kilómetros de carril bici, calles ciclables, calles 30 y demás pajas mentales. Lo mismo que dijeron hace cuatro años. Lo mismo que dirán dentro de cuatro. Porque han asumido que somos gilipollas, y que no recordamos nada cuando dejamos la tele en stand by. Y que, llegado el caso, la mayoría de la gente les termina votando en base al voto “útil” o el voto del “miedo” (que viene la derecha, que vienen los rojos). Lo patético es que la oposición no parecen mucho mejores. Prometen lo mismo, se las dan de más amantes de la bici que nadie y de fomentar más el deporte que ningún otro. Que yo sepa, el Lissavetky éste no ha hecho deporte en su puñetera vida y sólo ha sido campeón en zampamiento de canapés (modalidad de tres en tres), en bebercio de güisquis de malta por la patilla (modalidad on the rocks) y en avistamiento de partidos de deportes varios by the face.




¿Y ahora nos piden que les votemos? Eso, botémoslos.

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